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77.14% Heredera de la Mafia / Chapter 27: 27. No te enfades

Chương 27: 27. No te enfades

POV HUGO

Alexandra se había ido hace una media hora, y la verdad, no tengo ni la menor idea a donde, sólo esperaba que estuviese bien, porque si la pasase algo, no me lo perdonaría en la vida.

Después de otra media hora, Megan, Diego y ese tipo salen de dentro, este último frotándose las muñecas. Megan empieza a mirar para todos lados, supongo que buscando a su hermana y acaba por mirar para mí.

"¿Sabes al menos a donde se ha ido?" preguntó Megan y me encogí de hombros porque no tengo ni la menor idea de a donde se había ido "No tengo ni la menor idea, solo espero que no le pase nada." Dije pensando en donde podía estar "Créeme, en este momento nadie le pone una mano encima. Está demasiado enfadada como para dejar que la toquen. Siento haber causado que Alexandra se enfadase contigo."

"No te preocupes, era mejor dejar que se despejase." Aseguré. Nunca había visto tan enfadada a Alexandra y ahora podía entender cuando decían que sería imposible que algo le pasase cuando estaba enfadada "De eso estoy segura."

"Al menos dime que merece la pena que Alexandra se haya enfadado con todo el mundo." Pregunté girándome en su dirección "Si que lo hace, lo conozco de antes, y entiendo el por qué me mintió." Dijo y asentí "Ahora tenemos que encontrar la manera de convencerla de que es cierto lo que dice. Conociéndola, no va a ser nada fácil meterle la idea en la cabeza." dijo Diego al lado de Megan.

"No os preocupéis por mí, con el tiempo se dará cuenta de que es verdad lo que digo." Dijo el tipo, pero si algo no tenía ni la menor idea este tipo, es que Alexandra era terca "Como se nota que no conoces a mi hermana. Mejor vámonos a casa a ver si está allí. ¿Nos vemos mañana Car… digo Nikolái?"

"Nos vemos, cualquier cosa que necesitéis de mí no dudéis en llamarme." Dijo dándose la vuelta y yéndose a saber dónde "Lo haremos." Megan le dio un beso en la mejilla, cosa que me extrañó bastante debo decir, y Nikolái se fue. Nos subimos al coche y durante todo el camino fue silencioso y tranquilo. Nada más llegar a casa, cada uno se va a su habitación y yo me dirijo a la de Alexandra, pare ver si estaba allí, pero no lo estaba, por lo que me voy a la de Alison, donde las encuentro dormidas y abrazadas, lo que hace que me relaje un poco. Ahora lo que tenía que hacer era buscar una manera de que dejase de estar enfadada, lo cual tendría toda la noche para pensar.

POV ALEXANDRA

Esta mañana estaba de mal humor. No había dormido bien y estaba enfadada con todo el mundo, por lo que antes de despertar a Alison, decidí que era mejor salir a dar una vuelta para al menos ver si se me pasaba el enfado, al menos un poco.

Mientras iba andando por la calle, iba pensando en todo lo que había pasado ayer por la noche, y no podía evitar enfadarme más con todo eso. No lograba comprender como es que después de todo, se fían de ese tipo como si nada.

"¿María?" En ese momento me giré, porque solo estaba yo en la calle, pero sobre todo porque en toda mi vida, solo había una persona que había una persona que me llamaba así en la vida, y hasta donde yo sé, había desaparecido.

Me giré para ver si de verdad se trataba de él, y cuando veo a un hombre en silla de ruedas con lágrimas en los ojos y los cuales conocería en cualquier sitio me quedo allí de pie sin saber qué hacer. "María, ¿de verdad eres tú?" preguntó mi padre con lágrimas en los ojos "¿Papá?" pregunté confundida "Oh madre mía, pensé que te habían matado allí dentro."

"Yo pensé que estabas desaparecido. ¿Por qué estás en una silla?" pregunté confundida por un momento "Es una historia muy larga." Dijo "Tengo tiempo. ¿Por qué no nos vamos a tomar un café o algo?"

"Me encantaría la verdad… Aún no me puedo creer que estés viva." Dijo limpiándose las lágrimas "Lo estoy. ¿Quieres que te ayude?" le pregunté y negó "No, pero gracias igualmente."

Nos dirigimos a la cafetería más cercana y debo decir que mi mal humor de hace un rato había mejorado un poco. Estaba contenta de haber encontrado al que creí toda mi vida que era mi padre biológico. Hace tiempo estuve investigando donde estaba, porque todo lo que recordaba de pequeña cuando vivía con mis padres, era que papá siempre que venía de trabajar, siempre jugaba conmigo, por muy cansado que estuviese. Incluso después de que perdiese su trabajo y empezase a drogarse, siempre me trataba bien.

Durante el camino me estuvo contando un par de cosas de lo que fue de estos años de él, y como acabó en esa silla de ruedas. Si ya tenía ganas de asesinar a Stefan por todo lo que nos había hecho a mí y a Megan, ahora tenía más. Ese hijo de perra se había atrevido a intentar asesinar a la única persona que me demostró cariño a parte de mí tía. Nos sentamos en una mesa y esperamos a que nuestros cafés llegasen mientras estábamos algo metidos en nuestros pensamientos. También le envié un mensaje a Luke para que lo investigase por sea caso.

"María… siento haber permitido que tu madre…" empezó, pero negué, porque una, esa mujer no era mi madre, y dos sé las circunstancias que había en casa como para que empiece a echarse la culpa "Esa señora no es mi madre…" le aseguré "Pero…"

"Papá, ella no es nada más que la persona que me dio la luz. No es nada para mí. Nunca se ganó ese privilegio." Dije y asintió "Está bien, pero siento haber…" empezó y volví a negar "Papá, entiendo que en ese momento no estabas bien. Al principio intentabas ocultarlo, lo sé, pero a pesar de estar gran parte del día drogado, te preocupabas por mí, y eso es lo que me importa."

"Deberías estar enfadada conmigo también." Dijo mirando sus manos "No lo estoy. Según Fabio tengo que empezar a entender mi pasado y no martirizarme por ello." Levantó la mirada y se quedó mirando para mí sin entender de que estaba hablando "¿Fabio?"

"Mi psicólogo." Le dije y asintió "Dime al menos que te está ayudando en algo." Dijo y asentí, porque en algunas cosas lo estaba haciendo "El único psicólogo de todos los que tuve. Pero no solo él." Dije con una pequeña sonrisa en el rostro "Pues menos mal, porque hay cada psicólogo por ahí…" dijo negando y en eso estaba con él "Dímelo a mí." Bufé rodando los ojos "María, antes de que me cuentes algo de tu vida, ¿crees que nos podríamos ver de vez en cuando?"

"Yo estaba pensando mejor en que te vinieses conmigo. Después de todo, en el momento en el que Stefan se dé cuenta de que estás vivo, va a querer matarte." Dije "De ser en otro momento me hubiese dado igual, pero ahora que sé que estás viva y que al parecer hay posibilidades de que salga de esta silla, no quiero morirme, pero tampoco quiero ser una carga para ti."

"No lo eres, en serio. Además, tienes que conocer a mucha gente. Y claro que saldrás de esa silla. Yo misma me encargaré de encontrar al mejor terapeuta del mundo si es necesario." Le aseguré "Eso debe de ser caro." Me encogí de hombros, porque una de las cosas que tenía y menos me importaba, era el dinero "Pero me da igual, el dinero no es lo que más me importa en la vida."

"En serio María…" puse mi mano sobre la suya y se calló al instante "Papá, por favor. He estado mucho tiempo pensando que estabas muerto, sólo hazme el favor." Le pedí "Está bien, pero que conste que lo hago porque eres la niña de mis ojos."

"Eso probablemente cambie en nada." Dije con una gran sonrisa al pensar en Alison "Nada podrá cambiarlo. Mejor ¿por qué no me cuentas que es de tu vida? ¿En qué momento saliste de ese infierno?" preguntó curiosamente "Va a hacer siete años, y mi vida en este momento está bien."

"¿Algún chico al que tenga que amenazar para cuidar de mi niña?" preguntó seriamente y no pude evitar reírme "Papá, no tengo seis años, y ya te digo que no tienes que amenazar a nadie." Si algo no necesitaba Hugo era que alguien más lo amenazase, ya le llegaba con Megan "¿Entonces si hay alguien?" preguntó con una pequeña sonrisa y asentí "Espero que esté tratando bien a mi reina."

"Lo hace, mejor de lo que lo ha hecho nadie en la vida." Dije con una gran sonrisa en mi rostro "¿Y dónde has estado todo este tiempo?" preguntó confuso esta vez, pero con curiosidad a la misma vez "En Italia."

Sus cejas se elevaron en sorpresa. Supongo que no esperaba que estuviese en el otro lado del océano "¿Italia?" preguntó "Sí, digamos que después de escaparnos de allí Megan y yo…" empecé, pero no tardó nada en interrumpirme. Por lo que podía ver, su curiosidad seguía siendo la misma y me recordaba a Alison "¿Megan?" preguntó y yo sonreí "¿Me vas a dejar hablar?"

"Perdón, sabes que soy curioso." Dijo encogiéndose de hombros "Pues déjame hablar." Dije y asintió "Vale, lo siento. Intentaré no interrumpirte." Aseguró "Bueno, pues la cuestión es que, al salir de allí, Megan y yo íbamos contentas por la calle. Más contentas de lo que habíamos estado en los últimos doce años allí dentro. Nos hicimos amigas rápidamente, y ahora somos como hermanas. La cosa es que todos nos miraban raro, pero a nosotras no nos importaba, hasta que Analissa nos paró y ofreció ayudarnos. Al principio no nos fiamos, pero acabó ayudándonos y nos fuimos con ella a Italia con su marido. Desde esa fueron nuestros padres y abuelos de Alison."

"¿Quién es Alison?" preguntó y sonreí "Tu nieta." Le dije y sus ojos aumentaron su tamaño por dos "¿Mi nie…? ¿Me vas a decir que ese chico y tu lleváis…?" negué, porque a pesar de que me hubiese encantado que Alison fuese su hija biológica, era Dimitri "Hugo no es el padre de Alison desgraciadamente, pero ella lo quiere como si fuese su padre y yo estoy bien con eso."

"Entonces ¿quién es el padre?" preguntó de nuevo, su curiosidad matándolo "Dimitri." Dije encogiéndome de hombros "¿Tu tío? ¿Me vas a decir que tu padre dejaba que ese mal nacido te violase?"

Ahora fue mi turno de confundirme. ¿Acaso él lo sabía y no me había dicho nada? "Espera, ¿tú lo sabías?" pregunté en un susurro y notando como mi sangre se congelaba en mis venas "Yo lo supe desde un principio. Sé que no soy tu padre biológico María."

"Entonces, ¿por qué me tratabas tan bien?" pregunté más confundida aún "Porque a pesar de no ser mi hija, yo te quiero como si lo fueses. Te tuve en mis brazos y te quedaste en mi corazón. Sé de sobra que tu ma…" empezó, pero lo detuve antes de que saliese esa palabra de nuevo de su boca "Señora."

"Que esa señora me ponía los cuernos con Stefan. Trabajaba como contable para ellos, asique sé de sobra todo lo que pasaba. Y hubiese dejado a tu madre de no ser por ti. Tú madre te odió desde el principio, y sé que ese tipo no iba a ser el padre que te merecías." Dijo encogiéndose de hombros como si no fuese gran cosa "¿Te quedaste por mí?" pregunté sorprendida en un susurro "Sí. Eres la única persona que me importa en la vida María, en serio. Te quiero como si fueses mi hija."

"Y yo como si fueses mi padre, aunque también esta Francesco." Dije "¿D'angelo?" preguntó sorprendido y asentí "Al menos dime que no te metió en eso de las mafias… No, él no haría algo así… Mataron a David por culpa de una…" empezó, pero negué. Francesco nunca quiso eso para nosotras "Y créeme, hizo todo lo que estuvo en su mano para que no nos metiéramos en ella, pero no lo pudo evitar." Dije encogiéndome de brazos "¿Eres la jefa de la mafia italiana?"

"En este momento en las sombras ya que estamos muertas para el mundo, pero si, lo soy, Megan y yo" dije y se quedó mirando para mi sorprendido y podría decir algo enfadado "¿Para qué necesitas una mafia, María?"

"Una es para acabar con Stefan…" empecé "María, no necesitas una mafia para acabar con ese mal nacido… Caerá preso pronto…" dijo, pero negué, porque no quería que se pudriese en la cárcel "Papá, lo último que quiero es que se pudra en la cárcel… quiero matarlo con mis propias manos. Es la única manera recuperar de cierta manera una paz mental que nunca tuve… pero la razón por la que realmente tenemos la mafia Megan y yo es para ayudar a chicas que están en nuestra situación, familias en las que algún miembro afronta alguna adicción, sobre todo de drogas…. Con la mafia puedo ayudar a mucha gente… Puedo hacer una Italia más segura para Alison…" dije y se quedó mirando para mi sorprendido me da la sensación.

"Eso todo que quieres hacer es muy noble, no te lo discuto, pero enfrentarte a Stefan es peligroso… ¿por qué no lo dejas como está ahora mismo?" preguntó y yo tomé una respiración profunda intentando mantener mi enfado a raya

"No me puedes estar pidiendo eso… Tenemos que acabar con ese tipo, papá… Fueron doce años de violaciones, torturas… Se quería llevar a Alison con él para prepararla para dirigir la mafia algún día… No voy a permitir que Alison pase nada por lo que yo tuve que pasar… Además, casi mata a mi novio y a ti… Eso no es algo que pueda quedarse a la ligera." Dije seriamente "En momentos como este es que me doy cuenta que realmente eres una de ellos."

"No me parezco en nada a ellos… Ni de coña." Le aseguré negando "No me malinterpretes, no te pareces en nada a los hermanos degenerados, pero si a tu otro tío y tus abuelos." Dijo y ahora estaba confusa "Ellos no pueden ser buenos."

"Lo son." Aseguró y me quedé mirando para él ¿Acaso los conocía? "¿Los conoces?" le pregunté y asintió "Tuve el placer de hacerlo, y te digo que no se parecen en nada a esos dos. Por eso los echaron de la casa y se lo dijeron a la policía rusa…"

"¿En serio?" No estaba entendiendo nada, ¿acaso era posible que el estúpido de Nikolái estuviese decidno la verdad? Eso no me lo creía a pesar de lo que dijese mi padre "En serio. No los pueden ver delante para nada."

"A uno de ellos dudo mucho que lo vuelvan a ver." Dije con una pequeña sonrisa y encogiéndome de hombros "¿De qué hablas?" preguntó "A Dimitri no lo verán más." Dije mi sonrisa más grande que hace un par de segundos "¿Por?"

"Está muerto, pero eso es lo de menos. Mejor ¿por qué no te vienes conmigo a casa y te presento a tu nieta y al resto de la familia? Incluso de vez en cuando vienen la tía Amber y Melani." Le aseguré y sus ojos aumentaron de tamaño por dos "¿Ellas están vivas?" preguntó sorprendido y asentí "¿Nos vamos?"

"Está bien, tengo que conocer a mi nieta. Por cierto, estás hermosa." Dijo con una gran sonrisa y se la devolví "Gracias papá, ahora vayámonos antes de que se arme la tercera guerra mundial en casa." En este momento era lo más probable que Megan estaría a punto de mandar a prácticamente todos los guardaespaldas con ella a la cabeza para buscarme por todo Estados Unidos si era necesario "¿De qué hablas?" preguntó curiosamente empezando a rodar hacia la salida conmigo detrás "Ya lo verás en el momento que lleguemos a casa."

POV HUGO

Estaba un poco preocupado, porque desde que me levanté no vi a Alexandra, y por lo que me había dicho su madre era que había salido temprano de la casa. Ya eran las diez de la mañana cuando iba a ir a levantar a Alison cuando escucho como la puerta principal se abre y entra un señor el cual no había visto en toda mi vida.

A mi lado no tardan nada en aparecer tanto Megan como Diego con un arma cada uno apuntando al señor, el cual levanta las manos y gira un poco la cabeza mirando hacia fuera de la casa. "Vaya… esto ni me pasaba con los Skolov al entrar en la casa… María… ¿Podemos hacer esto otro día y en otro lugar?" preguntó girándose levemente hacia atrás "¿Qué? Ni de coña te vas a ir de la casa, no es seguro."

En cuanto vemos a Alexandra, nos relajamos un poco, pero tanto Diego como Megan mantienen las armas en alto, y yo estaba allí plantado. ¿Había dicho María? ¿Quién coño era María y que hacía este tipo aquí? "Bajad las armas y dejad de hacer el estúpido, está conmigo." Dijo cruzándose de brazos y enfadada supongo "¿Pero qué mierda, Ale? ¿Por qué coño traes a un desconocido a la casa? ¿Es que acaso se te olvida que no estamos aquí de vacaciones?"

"Oh, ¿asique ahora si te importa no conocer a alguien? ¿Acaso tu conoces al estúpido aquel?" Alexandra elevó una ceja para que Megan dijese lo contrario, pero en eso tenía razón, el tipo le había mentido y por lo que no lo conocía de verdad "Claro que lo conozco, al contrario de lo que hago con este señor."

"Pues yo lo conozco, asique cierras la boca y te metes en tus asuntos." Dijo entrando en la casa "María, yo estaré bien en mi piso, de verdad." Insistió el hombre, pero Alexandra negó "Te dije que no te vas a ir de aquí papá. Ya intentaron matarte una vez, no pienso dejar que lo hagan otra más, no pienso correr el riesgo."

¿Papá? ¿Había escuchado bien? En este momento no podía estar más confuso. ¿De dónde salió este tipo? ¿Por qué la llama María? "¿Qué es todo este escándalo? Vais a despertar a la… ¿Sergio?" dijo Analissa sorprendida y por lo que parece, también era una sorpresa para el hombre. "¿Roselin?" preguntó y Alexandra miró a ambos. "¿Os conocéis?" preguntó y el hombro, el cual al parecer se llama Sergio, asintió.

"Es mi terapeuta, ¿Qué hace en tu casa?" preguntó curiosamente "Es mi madre. Mamá, este es el padre con el que estuve cuando era pequeña. Papá, ellos son Hugo, mi novio, Megan, mi hermana y Diego uno de los guardaespaldas." Dijo señalándonos a cada uno y con una pequeña sonrisa en el rostro "Encantado de conoceros. Entonces, ¿tú eres la esposa del Titano? ¿Dónde está él? Hace tiempo que no escucho hablar de él por las calles."

"Murió hace un par de meses." Dijo Analissa encogiéndose de hombros "Oh, mierda, lo siento." dijo y Analissa negó "No te preocupes, ambos sabíamos que eso podía pasar en cualquier momento." Megan y yo estábamos parados intentando entender que es lo que estaba pasando, y supongo que Diego estaba igual que nosotros "Bueno papá, te dejo con Analissa mientras yo me voy a despertar a Alison. La tienes que conocer, es maravillosa."

"Si es como la madre estoy seguro que lo es." Con eso se dirigió escaleras arriba dejándonos a nosotros tres en el recibidor sin entender nada de lo que acababa de pasar. "¿Queréis guardar las armas? De haber estado Alison despierta y andando por la casa, Alexandra os hubiese cortado la cabeza, y sabéis que no me gusta que estéis con las armas en casa." Dijo Analissa dejando sus manos sobre su cintura.

Tanto Megan como Diego guardaron sus armas y la primera no tardó nada en dirigirse escaleras arriba detrás de su hermana. Analissa y el tal Sergio se fueron a la cocina donde estaría mi madre y mientras tanto, yo estaba allí plantado si entender nada ni tener la menor idea de qué hacer.

"Me da la sensación de que tu novia sigue enfadada por lo de ayer." Dijo Diego mirando en la dirección a las escaleras por las que se había ido Alexandra "Estoy seguro de que lo está." Dijo Megan a nuestro lado "¿Sabías algo de su padre?" me preguntó Megan, la cual parecía confusa en este momento "No tenía ni idea. Al menos de este. ¿Por qué la llama María?" pregunté intentando entender que es lo que había pasado en los últimos minutos.

"No tengo ni la menor idea, sólo sé que no le gustan que la llamen así. Analissa lo hace cuando la riñe, pero después de eso, no deja que nadie lo use." Aseguró Megan encogiéndose de hombros "Sigo sin entender."

"Es el segundo nombre de Alexandra, y por tu cara entiendo que no tenías ni la menor idea de que tenía un segundo nombre." Dijo negando "La verdad es que no. No sé muchas cosas de ella." Nunca me hubiese imaginado que Alexandra tuviese un segundo nombre y menos que apreciase al hombre que durante toda su vida pensó que era su padre "No te preocupes, es normal. No cuenta nada más allá de los últimos seis años, y eso implica su segundo nombre y que lo odia. Y creo que deberías ir con ellas por sea caso deciden que es el momento más oportuno para matarse." Dijo Diego a mi lado cuando Megan se fue a no sé dónde.

"No creo que Alexandra…" empecé, pero la risa de Diego me detiene "La Alexandra que tu conoces y la Alexandra enfadada son dos personas completamente distintas." Dijo negando, pero con una gran sonrisa en el rostro "Está bien, iré a ver."

"Si necesitas ayuda solo tienes que llamarme e iré a tu rescate." Dijo y asentí "Gracias, espero no necesitarlo." No quería enfadar de nuevo a Alexandra y no quería tomar tener que decidir algo entre las dos "Yo te lo dejo saber. "

Con eso, me dirigí escaleras arriba para encontrarme con Megan delante de la puerta de Alison y no la estaba aporreando porque estoy más que seguro que sabe de sobra que Alexandra no pasa ni una a lo que es referido a Alison.

"¿Teneis intención de mataros?" le pregunté a Megan la cual estaba cruzada de brazos delante de la puerta de Alison "Este no es el momento para coñas Hugo, en serio te lo digo." Dijo seriamente y con el cejo fruncido "Lo sé, pero deberías tranquilizarte un poco…"

Eso hizo que se girase en mi dirección con su mirada furiosa, supongo que no había sido lo mejor que pude decir "¿Tranquilizarme? ¿Tranquilizarme? ¿De verdad pretendes que me tranquilice teniendo en cuenta que mi hermana acaba de meter a alguien en casa al cual nadie conoce más que mi madre y ella? Y hay que tener en cuenta que trabajaba para los Skolov. ¿Qué mierda le está pasando por la cabeza a Alexandra?" preguntó irónicamente, porque estoy seguro de que en este momento estaba pensando que estaba loca, de eso no me cabe duda.

"Si tu madre confía en él, nosotros deberíamos hacer lo mismo." Dije encogiéndome de hombros "¿Me vas a decir que no te fías de Alexandra?" preguntó sin creérselo y sorprendida "Yo me fio de la que más, pero sé que a ti en este momento no te importa la opinión de Alexandra."

"¡¡¡¡Es que trabajó para ellos, Hugo!!!! ¿Acaso es que no entiendes?" dijo exasperada y más enfadada si era posible "Lo entiendo, créeme que lo hago, pero si Alexandra se fía, yo me fio." Dije de nuevo intentando encontrar una manera de tranquilizarla "Estáis los dos locos, de verdad os lo digo." Bufó y se volvió a centrar en la puerta de Alison.

"Vaya, creo que no me quiero meter en tu camino Megan." Dijo Luke con las manos en el bolsillo y una gran sonrisa en el rostro "Tú te cierras la boca o acabo contigo, Luke y lárgate antes de que me lo plantee." Dijo seriamente Megan "Eh, eh, eh, estoy aquí porque tu hermana me mandó un mensaje diciendo que viniese aquí, asique si me disculpáis me gustaría entrar."

Ya ni hizo falta que entrase en el cuarto, porque Alexandra sale con la niña en brazos y riéndose con ella, pero por su mirada sé que no era real, que seguía enfadada por todo lo pasado en las últimas horas, y me molesta que esté enfadada, porque yo le había prometido que haría todo lo que estuviese en mi mano para que estuviese feliz.

"¿Para qué soy bueno?" preguntó Luke poniéndose a su lado "Haz todo lo que pone en ese papel." Dijo pasándole un papel "¿Debo meterme prisa o no?" preguntó y Alexandra asintió "Bien, entonces me pongo a ello en este mismo momento."

"Cualquier cosa me avisas, ¿entendido?" Luke asintió, le dio un beso en la mejilla a Alison y se fue dejándonos a nosotros atrás, pero Alexandra no se paró en ningún momento y siguió caminando sin prestarnos la más mínima atención, dejándome más que claro que seguía enfadada. Podía ver cómo iba hablando con Alison y estaba iba riendo a lo que estaba diciendo su madre.

"Agh, de verdad, es imposible cuando se pone." Dijo Megan y me giré en su dirección "Yo la entiendo." Dije encogiéndome de hombros "Pero eso es porque la amas, por eso la entiendes." Aseguró negando "No solo por eso. ¿Es que a ti a aso te cae bien el señor que trajo con ella a la casa?"

"No, no me fio de la gente que no conozco. Además, trabajó para los Skolov." Dijo tercamente Megan y tenía que encontrar la manera de que entendiese que para Alexandra era lo mismo que con el Skolov "Pues ahora míralo desde el lado de Alexandra. Ella no conoce al chico que nos seguía y además es un Skolov de pura cepa." Dije parándome "¡¡¡¡Pero yo lo conozco!!!!" dijo una exasperada Megan que acaba por pararse.

"Y ella conoce a ese hombre." Si algo hacía era entender a Alexandra en eso, ni yo mismo me fiaba de ese tipo "Creo que veo por dónde estás yendo, y no me gusta que tengas razón." Dijo frunciendo el cejo y yo me reí "No era tan complicado entender su lado ¿verdad?"

"Ahora no te creas el puto amo porque no lo eres, cuñadito." Su dedo prácticamente estaba en mi rostro, pero no pude evitar reírme igualmente "¿Por qué tienes la manía de llamarme cuñado?" pregunté curiosamente, porque era raro que la escuchase llamarme por mi nombre "Porque es lo que eres y dudo mucho que Alexandra te deje ir, te ama, aunque en momentos como este no lo demuestre. ¿O es que acaso estás planeado en dejar a mi hermana?" preguntó lista para matarme y negué, porque eso era la estupidez más grande del mundo "¿Qué? NO, ni loco dejaría a tu hermana."

"Eso espero, Hugo, por el bien de todos." Megan se fue a no sé dónde dejándome solo en el pasillo y no fue hasta pasado unos minutos que decidí que era mejor ir a donde estaban tanto mi madre como a Alexandra y Alison, al menos verla contenta un rato y así pensar en que podía hacer para que no estuviese enfadada conmigo, porque no me gustaba para nada, por lo que tendría que hacerlo de alguna manera.

POV ALEXANDRA

Sé que estaba siendo una perra con Hugo, sobre todo si tenemos en cuenta de que dijo que me apoyaba a ti y a nadie más. Lo amaba porque a pesar que podía cagarla mil veces, él seguiría apoyándome.

Después de que los dejase atrás en la planta de arriba, no mucho tiempo después baja y se sienta en el sofá viéndonos a mi padre, a Alison y a mí. Podía notar que no apartaba la vista de nosotras y parecía que quería decir algo, por lo que decidí que era mejor acercarme un momento a él, porque no me gustaba verlo así.

"Pórtate bien con el señor, Alison." Le dije a Alison, la cual se queda mirando para mí con sus ojos más grandes de lo normal "¿Te vas a ir?" preguntó y negué, porque no la apartaría de mi vista ni un solo segundo "No, no te preocupes, estaré junto a tu padre."

"Vale." Me levanté del suelo donde estaba Alison y me dirigí al sofá en el que estaba Hugo, me senté a su lado y entrelacé nuestros dedos, haciendo que mirase para mí y apareciese una sonrisa en su rostro.

"No tengas esa cara, no me gusta verte decaído." Dije cogiendo la mano de Hugo, pero centrando la mirada en Alison y mi padre "Pero es que lo estoy." Susurró "¿Por qué?" pregunté esta vez sí, girándome para verlo "Porque estas enfadada conmigo, por eso." Dijo encogiéndose de hombros y yo negué, porque no estaba enfadada con él.

"No lo estoy… solo estoy molesta por lo de ayer… siento hacerte pensar que estoy enfadada y ser una perra contigo." Dije centrando de nuevo la mirada en Alison, porque en cierta forma, porque sé que lo había estado haciendo, pero no soy de las personas que más habla, y menos cuando estoy enfadada como lo estaba ayer "No lo eres, yo te amo."

"Pero…" empecé, pero me detuvo antes de que pudiese decir nada más "De verdad te lo digo Alexandra, no lo eres. Mejor déjame hacer algo por ti." Dijo y miré de nuevo en su dirección "¿El qué?" pregunté, pero ya me imaginaba lo que iba a decir "Una sorpresa."

"Pero dijiste que no ibas a hacer…" empecé a protestar "Sé lo que dije, pero te adelanto que, si quieres evidentemente, esta noche saldremos a una cena romántica, eso sí, ya no te digo donde porque si no se me arruina todo."

"Dime al menos que no será en un sitio público." Dije, porque lo último que me apetecía ahora era estar rodeada de gente "No será, no te preocupes por eso y nos iremos luego de acostar a Alison." Hugo me dio un beso en la sien y luego acabé por dejar mi cabeza en su hombro contenta "Gracias por considerarlo."

"Sé que no quedas tranquila si no acuestas a Alison, y debo decir que me encanta verte con ella, que menos que dejarte hacerlo." Dijo encogiéndose de hombros "Gracias." Le dije dándole un pequeño beso en su cuello y centrando la mirada de nuevo en Alison y mi padre "Entonces, ¿tu padre? Yo pensé que no sabías de él."

"Y no sabía, me lo encontré esta mañana en la calle." Dije con una pequeña sonrisa en el rostro "¿Y por qué te llama María?" preguntó y podía escuchar la curiosidad en su voz "Pues no sé la verdad, pero desde que recuerdo me llama así."

"Yo nuca escuché a nadie llamarte por María." Dijo y asentí, porque no me gustaba y porque era una conexión con mi padre "Porque no me gusta que me llamen por María, él es el único que lo hace. Y de alguna manera, me mantenía unida a él"

"¿Nunca le dijiste que te dejase de llamar así?" preguntó y asentí, porque no recordaba cuantas veces se lo había dicho "Más veces de las que puedo recordar, pero no me hacía caso y llegó un momento que pasé."

"Yo tenía entendido que no te caía bien tu padre." Dijo y negué, estaba algo molesta por todo lo que había dejado que hiciese mi madre después de que perdiese su trabajo, pero eso no implicaba que estuviese enfadada "No me caía mal, es cierto que pasé mucho tiempo enfadada con él estando encerrada por todo lo que había dejado que la señora que me dio la vida, pero en el fondo siempre supe que no estaba bien cuando se metió en las drogas."

"¿Te fías de él?" preguntó y me aparté para poder verlo "¿Podemos hablar de eso más tarde?" le pregunté, porque no quería hablar de que le había dicho a Luke que lo investigase con él delante "Como quieras."

Me pasó un brazo sobre los hombros, me acercó a él un poco y me dio un beso en la frente. Nos quedamos así por no sé cuánto tiempo, solo nos separamos cuando Analissa dijo que era hora de cenar. Hugo fue a la cocina a ayudar a mi madre y a la suya, mientras mi padre se había ido al baño creo y yo me quedé con Alison que estaba sentada en la mesa recogiendo las pinturas.

"Entonces, ¿no cenarás en casa?" preguntó Megan a mi lado "¿Acaso te importa?" le contesté, porque seguía enfadada con ella "Vamos… lo siento ¿vale?... Entiendo el por qué no te cae bien y de ser otras circunstancias ni yo misma me fiaría de él, pero lo conozco y sé que no nos hará nada."

"Te mintió por mucho tiempo, Megan." Dije girándome en su dirección una vez terminé de recoger las ceras "Pero porque estaba infiltrado allí dentro." Intentó defenderlo, pero negué, porque seguía sin creérmelo "Y de ser así, ¿tú no crees que sus propios hermanos lo hubieran reconocido?"

"Tenía ocho años cuando ellos se fueron. Cambió mucho en ese tiempo y con un par de cosas cambiaba un poco para que en caso de que ellos supiesen quien era, no lo reconociesen." Seguía sin creérmelo, porque era estúpido. "¿Tanto te fías de él?" le pregunté "Mucho."

"Pues haz lo que quieras, pero que no se acerque ni a Alison, ni a Hugo y mucho menos a mí, porque entonces esta vez sí le volaré la cabeza, ¿entendido?" le dije, estaba harta de discutir de este tema con ella, no estaba acostumbrada a discutir por mucho tiempo con ella "Se lo diré, pero creo que debes darle una oportunidad de conocerlo."

"Ni de coña." Eso si que no iba a pasar, ¿acaso pensaba que me fiaría de ese tipo como si nada? Estaba muy equivocada si pensaba que lo iba a hacer "¿Y tú te fías de ese hombre que metiste en casa?" preguntó cruzándose de brazos "Eso no te importa, pero en caso de no hacerlo no estaría en casa."

"Como por culpa de él nos metamos en un problema…" empezó y no me gustaba que me amenazase, no estaba tan loca para meter a alguien sin tener información de esa persona, lo único que necesitaba ahora es que Luke investigase todo de mi padre de los últimos años "¿Qué? Porque ya te adelanto que ni se te ocurra amenazarme Megan, porque entonces tendremos un problema."

"Yo solo te aviso, después no quiero que te vengas a quejar." Dijo bufando "Eso te lo debería decir yo a ti, al fin y al cabo, te fías de un Skolov. De no ser porque se te ilumina todo el rostro con el otro chico del que me hablaste, diría que sientes ALGO por un SKOLOV" dije cruzándome de brazos "¿Qué? Eso no es… ¿Sabes qué? Vete a la mierda Alexandra…"

Con eso se largó a la cocina donde estaban los demás dejándome a mí sola en el comedor. En este mismo momento estaba harta de todo. Desde que llegamos a Los Ángeles, todo era discusiones entre nosotras, la sensación de que Stefan nos estaba siguiendo aumentaba con el paso de los días a pesar de que los datos apuntaban a que aún no sabía que estábamos vivos

"María ¿estás bien?" preguntó mi padre detrás de mí, por lo que me doy la vuelta para verlo. En el momento que llega a mi lado, pone su mano sobre mi hombro y se queda mirando para mí como esperando a que diga algo, pero no lo voy a hacer, no quiero preocuparlo con mis mierdas. Ya me llega con preocupar a Hugo, como para preocupar a él también.

"Si soy yo el causante de que discutas con tu hermana, me puedo ir, en serio." Dijo y negué, porque esa no era la causa de la que Megan y yo discutamos "No lo eres, no te preocupes. Son otras cosas." Le aseguré "Y una de ellas soy yo."

"No te preocupes por ella, ya se le pasará." Dije "No me gusta verte así, me recuerda a cuando tenías tanto miedo que no querías salir de debajo de la cama, pero esta vez en vez de ser miedo, me da la sensación de que es ansiedad." Dijo y a pesar de que tengo más que claro que tenía ansiedad, en este momento eso no era lo que me pasaba "No te preocupes por mí papá, estoy bien."

"Sigues siendo igual de terca." Dijo con una gran sonrisa en el rostro "Es lo único que me queda de la Alexandra que conoces." Me encogí de hombros y miré hacia las escaleras donde Megan estaba yendo a saber dónde.

"Ya te digo yo que no es lo único que te queda de la María que conozco. La María que conozco está escondida detrás de la María que eres en este momento. Pero te doy un consejo, corazón, si algo he aprendido en esta vida es que tener miedo es bueno y los traumas están ahí para hacernos fuertes. Puede ser que en este momento no lo veas y que te cueste mucho sacar de tu mente todo lo que pasaste allí dentro, pero en el momento en el que te des cuenta que todo lo que te pasó allí dentro te enseñó todo lo que sabes hoy en día, será el momento en el que puedas despejar eso de tu cabeza."

Iba a decir algo más, pero en ese momento entran todos riéndose de a saber qué y dejan la comida en la mesa. Hugo no tarda mucho en darse cuenta que me pasa algo y mientras esperamos a que Alison termine la cena para meterla en la cama, Hugo se sienta a mi lado en la mesa, coge mi mano y empieza a acariciarme el dorso de la mano, porque sabe de sobra que eso me ayuda a despejar la mente

Una hora más tarde, Alison termina de comer, y a pesar de que, durante la cena, mi madre había insistido en que ella misma podía meter a Alison en cama en cuanto terminase, Hugo se negó, porque sabe de sobra que es una manera de que quede más tranquila, y más que nada, porque Alison siempre acababa convenciendo a mi madre o a cualquiera en esta casa para que se pudiese acostar más tarde, por lo que prefería hacerlo yo.

Cuando por fin Alison se quedó dormida, tanto Hugo como yo le dimos un beso en la frente y salimos de la habitación sin hacer mucho ruido, a pesar de que no se despertaría.

"¿Debería cambiarme?" le pregunté intentando descubrir donde sería la sorpresa "Si no quieres no tienes que hacerlo." Dijo encogiéndose de hombros "¿Has preparado demasiado la cena?" le pregunté, porque no quería ir en vaqueros y una camiseta si se lo había trabajado "Eso es lo de menos."

Eso me confirmaba que lo había hecho, y a pesar de que lo que menos me apetecía en este momento era cambiarme, no iba a arruinarle lo que sea que haya preparado Hugo "Entonces me voy a cambiar."

"No tienes por qué…" empezó, pero le di un pequeño beso que lo calló al instante "Sé que no tengo por qué hacerlo, pero has montado una cena romántica y no voy a ir de cualquiera manera." Dije con una pequeña sonrisa "¿No podré cambiarte de idea?" negué, porque no lo iba a hacer "Está bien. Déjame coger antes algo para cambiarme."

"¿Y dónde te vas a cambiar?" pregunté confundida por un momento "En el baño que está aquí al lado." Dijo y empezamos a caminar hacia la habitación "Me puedo cambiar yo en el baño de la habitación, o tu si quieres. No tienes por qué ir a ese baño."

"No te preocupes, quiero llevarme la sorpresa abajo." Dijo con una gran sonrisa en el rostro "¿Estás seguro?" le pregunté "Sí, te amo" me dijo y me dio un beso "Yo también te amo, Hugo"

Nos dimos un pico y entró en la habitación para coger la ropa y se fue al baño de al lado. Entré en la habitación y empecé a buscar algo que ponerme. No es que me apeteciese arreglarme, pero Hugo se había esmerado en esto y no iba a ir de cualquier manera, y, además, desde que nos conocemos, nunca me ha visto arreglada, y al menos quería darle eso.

Después de una media hora, terminé de cambiarme. Salí de la habitación y me dirigí escaleras abajo. Se podía escuchar que estaban hablando, y en cuanto mi madre me ve, se queda mirando para mí, diría que sorprendida, lo que hace que los demás se giren para ver qué era lo que estaba mirando mi madre.

"¿María?" pregunté, porque todos se quedan mirando para mí como si fuese una persona completamente distinta a la que soy realmente "¿Acaso es que no me parezco o qué?" pregunté intentando enmascarar el estrés que me provocaba que estuviesen mirando fijamente para mí "No es eso… estás hermosa."

"Gracias papá." Dije comuna pequeña sonrisa en mi rostro, era pocas veces que sorprendía a alguien por cómo iba vestida "Sergio tiene razón hija, estás hermosa. Creo que nunca te vi tan arreglada en estos últimos siete años."

"No me arreglé tanto." Dije mirando lo que me había puesto "Vaya si no. Con razón se quedan todos mirando para ti en la universidad." Dijo Megan con una gran sonrisa desde el otro sofá, y sabía que todo estaría bien entre las dos "Para ti también, asique no sé de qué hablas."

"Pero de las dos, eres tú la que más." Dijo y rodé los ojos, porque eso no era cierto "Exagerada." Le dije y ella solo se rió "No lo soy, solo mira la cara que tiene aquí mi cuñadito y después hablamos."

Me giré para ver a Hugo, y podía ver que me estaba repasando entera con la mirada. Creo que es la primera vez en mi vida que no me molesta que alguien haga eso, me sentía cómoda. Es más, me sentía rara, de la nada tenía calor.

"Megan, no los incomodes más y déjalos irse." Le riñó Analissa y mi hermana no hizo otra cosa que levantar las manos y descojonarse "Yo no se lo estoy impidiendo mamá." Dijo inocentemente "Cállate anda. Que lo paséis bien chicos." Hugo se levantó del sofá, y no pude evitar quedarme viéndolo. Nunca lo había visto en traje, y este le quedaba algo ceñido, pero no puedo mentir, me gusta la que veo.

Cuando salimos de la casa, entrelazamos nuestros dedos y nos dirigimos hasta el coche. Primero fuimos al lado del copiloto, me abrió la puerta, pero me quedé allí de pie mirando para él. Sé de sobra que quería que me metiese en el coche, pero hoy tenía más ganas de conducir que de ir sentada al lado sin hacer nada.

"Quieres conducir ¿no es así?" preguntó con una sonrisa en su rostro lo que hizo que aumentase de tamaño en el mío "No hace que te lo diga si ya lo sabes." Cerró la puerta, nos fuimos al otro lado del coche y me abrió la puerta de nuevo pasándome las llaves del coche.

"Creo que es mejor que conduzcas tú." Dijo serio y no entendía porque lo estaba diciendo en este momento "¿Por?" pregunté "Porque así puedo verte y admirar la belleza de mi amadísima novia." Dijo con su sonrisa de nuevo en su rostro "Al menos ahora no tendrás a nadie que te avergüence."

"No me avergüenza quedarme mirando para ti como lo he hecho dentro en la casa, es más, estoy orgulloso de poder admirar tu belleza todos los días." Dijo y podía escuchar el orgullo en su voz, lo que me hizo reírme "Eres un exagerado, que lo sepas."

"No lo soy, eso es lo que piensas." Dijo apoyándose en el coche. Me subí al coche y esperé a que él hiciese lo mismo. Durante el camino fuimos hablando, y de vez en cuando me iba diciendo por donde me tenía que meter, porque sí, se había negado a decirme a donde íbamos.

"¿Por qué estamos yendo hacia el puerto?" pregunté girando levemente mi mirada "¿Es que acaso no se te puede escapar nada?" preguntó riéndose y negué, porque no estaba en mi naturaleza "No puedo hacerle. Ahora mejor dime que hacemos por qué vamos hacia el puerto."

"Pues como sé que adoras el mar y que quieres que no haya nadie, pues creí que era mejor venirnos al barco y salir un rato." Los siguientes minutos fueron en silencio. Podía notar su mirada, y una vez más, tenía esa sensación de calor, todo era raro, pero decidí apartarme las ideas de la cabeza. Esta noche quería despejar mi cabeza y estar con Hugo.

Una vez llegamos al barco nos bajamos del coche nos fuimos hacia el barco, me ayudó a subir, a pesar de que no me hacía falta y nos dirigimos hacia el timón para salir del puerto. Después de un rato yo estar sentada mirando a la nada y Hugo navegando, se da la vuelta con una gran sonrisa que hace que vuelva a prestar atención a lo que pasa a mi alrededor.

"Al menos ya estás más tranquila. Sabía que viniendo aquí conseguiríamos eso." Dijo "No hace falta que te diga nada si ya lo sabes." Le sonreí. Hace mucho tiempo que no estoy tan tranquila y sin nada de planes ni preocupaciones en mi mente, era bueno de vez en cuando "Te pregunté si tenías hambre." Dijo y fruncí el ceño, porque no escuché que hablase desde que salimos del puerto.

"¿Cuándo?" pregunté mirando para él "En el momento en el que estabas en tu mundo al parecer." Dijo con una gran sonrisa "Pues un poco la verdad, y perdona por no haberte escuchado." Me disculpé y Hugo negó "No tienes nada de qué disculparte. ¿Qué era eso que te mantenía tan pensativa?"

"La cosa es que no estaba pensando en nada." Dije con una gran sonrisa en mi rostro "Entonces mejor, eso quiere decir que en este mismo momento no tienes preocupaciones." Asentí y me relaje de nuevo mirando hacia el mar "Cierto, y se siente bien."

"Ya te acostumbrarás a la sensación. ¿Vamos a cenar?" preguntó y asentí, me levanté del sillón, nos cogimos las manos y entrelazamos nuestros dedos. Durante toda la cena todo fueron risas y se puede decir que por una vez desde que puedo recordar, no tenía preocupaciones importantes en mi cabeza como la sensación de que Stefan nos estaba pisando los talones, o que estaba hasta las narices de estar en Los Ángeles, Vamos, las que siempre rondan mi cabeza.

Cuando terminamos de comer me levanté de mi silla y me puse detrás de el para hacerle un masaje. Por su cara sé que no entendía nada, pero después de que empezase, se relajó del todo y se apoyó en la silla.

"¿Te duele el brazo?" le pregunté "No, sólo cuando cambia el tiempo, y no es doler realmente, es molestia." Me aseguró "Diego podría darte algo para las molestias." Dije y él negó "No es necesario, pero gracias por preocuparte, amor." Dijo dándome un beso en la mejilla "Es lo menos que puedo hacer después de todo lo que te preocupes tú por mí."

En eso, pasa sus brazos por mi cadera y con un movimiento de él, acabo sentada en su regazo. Siempre que estaba cerca de él, era imposible no perderme en sus ojos azules casi como el mar. Nos dimos un beso y dejé mi cabeza sobre su hombro.

"¿Te confieso algo, amor?" dijo y asentí "Me encanta cuando estás así de cariñosa." Fruncí el ceño y me separé de él porque no entendía a que se refería exactamente "¿Acaso me estás diciendo que no soy cariñosa?" pregunté "No digo eso, lo eres a tu manera y me encanta, pero no siempre estás así de tranquila." Aseguró y eso lo sabía "Eso es cierto. Sabes que te amo, ¿verdad?"

"Lo sé, espero que tú también lo sepas." Asentí, porque me lo dejaba claro todos los días estando conmigo a pesar de mi carácter y pesadillas. Nos quedamos mirándonos un par minutos y de verdad que me gustaban sus ojos. Lentamente, empezamos a acercarnos hasta que nuestros labios se tocaron. El beso empezó lento, pero en el cual transmitíamos todo lo que sentíamos.

Cuando nos quedamos sin aire, nos separamos, pero manteniendo nuestras frentes unidas. De vez en cuando me daba pequeños besos por el primero sitio que pillara y yo no podía evitar reírme. "Hugo…" No tenía ni la menor idea de cómo decírselo la verdad, y tampoco sé como reaccionaría, lo que hacía que estuviese un poco nerviosa "¿Qué?"

"¿Qué pasaría si te dijera que quiero probar algo?" le pregunté y se apartó de mí para verme el rostro "Tu dímelo y lo probaremos juntos." Dijo con una gran sonrisa en el rostro "¿Te parecería raro que te dijese que quiero saber lo que se siente hacer el amor?"

Con esa pregunta se separó de mí con una cara sorprendida. Desde hace tiempo andaba con la idea de darle esa oportunidad a Hugo. Prácticamente llevábamos juntos un año y en todo este tiempo no me había dicho nada ni me había presionado. Me sentía afortunada de tenerlo en mi vida, porque estoy segura que cualquier otra persona me hubiese mandado a la mierda, y él seguía ahí a mi lado sin cambiar su forma de ser.

"Eso es raro… No que me digas que se siente hacer el amor, sino el que saques el tema." Dijo sorprendido "¿Tan raro es?" pregunté, porque la verdad es que no tenía ni la menor idea de que era raro y que no "No es raro la palabra, sino inesperado. No me esperaba que me lo preguntases."

"No debería haberlo hecho." Dije intentando salir de encima de su regazo e irme a mi silla, pero Hugo evita que me levante "No, al contrario, estoy contento con que lo hicieses. Entiendo el por qué en todo este tiempo no hemos llegado a ese punto, en serio lo hago. Yo soy el primero que me ofrecería a cualquier cosa que me pidieses, pero tampoco quiero presionarte. Llegaremos a ese punto en el momento que estés lista."

"¿Y si te digo que lo quiero en este momento?" le pregunté prácticamente en un susurro y sin apartar la mirada de la suya "Yo no haré nada que no quieras, y si realmente lo quieres, podemos intentarlo, no iremos más allá de lo que tú quieras y si en algún momento sientes que no quieres seguir, pararemos."

Nos empezamos a besar y por primera vez en todo el tiempo que llevamos juntos, sus manos bajaron más abajo de mi espalda, y no se sentía para nada mal debo admitir. Yo pasé mis manos por detrás de su cuello, haciendo así que no hubiese espacio entre nosotros.

Después de unos minutos besándonos, podía notar el amiguito de Hugo en mi muslo, pero antes de que pudiésemos llegar a algo más, se separa de mí y se queda mirándome por un par de segundos.

"¿Estás segura de que quieres seguir? Podemos parar si quieres." Me aseguró, pero negué, porque de verdad que lo quería probar "No me he sentido tan bien en mi vida en momentos como este." Dije "¿Estás segura?" preguntó y asentí "Si Hugo, estoy segura. Quiero que me hagas el amor."

"Entonces como quieras, pero lo dicho antes, si quieres parar, lo haremos." Dijo y a pesar de que lo sabía asentí para que se calmase. Empezamos a besarnos de nuevo y pude notar como se levantó después de un par de minutos. No sé a donde estábamos yendo, pero me era igual, yo solo quería estar con Hugo.

Después de algunos tropezones y yo sin poder evitar echarme a reír, llegamos al camarote. Cerró la puerta con cuidado y después de cerrarla, me apoyo contra esta.

"Siempre he querido hacer esto." Dijo con una sonrisa en el rostro y yo no pude evitar reírme "Raro que no lo hayas echo antes." Pensé en alto "Puede ser, pero estaba esperando a la chica que robase mi corazón." Dijo con una gran sonrisa en su rostro "Te amo, Hugo." Le dije dándole un beso el cual acepta y luego se aparta de mi lo suficiente para que nuestros labios se rocen "Te amo, Alexandra D'angelo."

Con eso, volvimos a besarnos y me llevo hacia la cama donde debo decir que pasé la mejor noche de mi vida. Me esperaba de todo menos que se sítiese tan bien como lo había hecho, supongo que tenía que ser con la persona adecuada y si antes tenía claro que amaba a Hugo, ahora sabía que no quería que se fuese de mi lado, por lo que haré todo lo que esté en mi mano para que eso no pase, antes tendrán que pasar por encima de mi cadáver.


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