Un silencio incómodo inundó el gran salón, los presentes sintieron una sensación extraña e incómoda recorrer sus cuerpos, más ningún entendió el motivo de tal curiosa experiencia.
No obstante, solo para un ser en aquella habitación, la causa era clara, Varasloth había por un segundo dejado escapar una pizca de su presencia ante la estupefacción e incredulidad de la ironía de la situación.
—"¿Qué rayos hacían demonios escondidos cerca del área donde había descendido? ¿Será una coincidencia?"—, se preguntó asimismo anonadado Varasloth, sin perder por un segundo su gran papel de niño inocente.
Sin embargo, dado el caótico estado en el que se encontraba su mente al intentar calcular velozmente diferentes probabilidades y posibilidades, obvio un hecho importante, la extraña atmósfera formada en la habitación había sido mal interpretada por los presentes, quienes decidieron inconscientemente tomar una postura hostil ante la inexplicable situación que afrontaban por primera vez en sus vidas.
Al cabo de varios minutos, diferentes guardias elementales entraron al gran salón arrastrando por los suelos a cuatro demonios, tres de ellos de aspecto masculino y uno de ellos de aspecto femenino.
El anciano elemental de tierra sonrió complacido y habló arrogantemente, —¿En verdad creyeron que no los atraparíamos? ¿Qué hacíais en nuestro territorio? ¿Por qué intentáis llevaros al niño? ¿Por qué es importante para ustedes y de dónde lo raptaron? ¡RESPONDAN!—
Los demonios capturados mostraron por un segundo casi indetectable, una evidente confusión, los tres demonios masculinos miraron por un segundo a la mujer demoníaca que permanecía a su lado y al no advertir ninguna reacción por parte de ella, simplemente cerraron sus ojos y permanecieron en silencio.
—¿No quieren responder? ¿Acaso creen tener alguna oportunidad de conservar su vida?— rugió enfurecido el anciano elemental de tierra mientras se acercaba dominantemente hacía sus prisioneros, cuando la anciana elemental de acero lo detuvo —Jomei, no hay motivo por el cual apresurarse, luego de la tortura desearan hablar, mañana temprano obtendremos nuestras respuestas. Guardias, llévenlos al calabozo, si para mañana aún conservan un poco de piel, el carcelero recibirá diez latigazos.—
Los guardias asintieron con temor ante la tiránica orden de la anciana, cuya crueldad sorprendentemente superaba en creces a las del anciano.
Varasloth suspiró internamente, al parecer los demonios tenían una política de no revelar información alguna, eso lo había salvado. Sí la situación habría poseído un desarrollo más calmado y conciliador, quizás una negociación habría emergido y la historia que justificaba su presencia se habría puesto en duda. Al parecer tendría que realizar una visita nocturna a los demonios inesperados.
Cuando los demonios abandonaron la habitación, el patriarca y los ancianos nuevamente centraron su atención en Varasloth, al cabo de unas órdenes a los sirvientes, sin prisa trajeron diferentes artilugios para intentar identificar su linaje o raza, que por razones obvias resultaron ineficientes y totalmente inútiles. El demonio presenció aburridamente cada una de las pruebas y como los rostros de asombro e intriga se formaban en los tres elementales mayores. Por suerte, con el paso de las pruebas, la actuación de Varasloth empezó a dar frutos y una evidente inocente incomodidad y fastidio se formó en el rostro del ficticio niño, lo que motivó a Yasa a intervenir en las pruebas y solicitar se continuasen en otra oportunidad, con la finalidad de permitirle al niño descansar.
Dado que la ausencia de relación entre Varasloth y el linaje demoníaco había sido acreditado, el patriarca y los ancianos no mostraron mayor inconformidad con la propuesta, por lo que finalmente se le permitió a Varasloth retirarse.
Yasa lo condujo a sus aposentos, los cuales sorpresivamente estaban conformados por una enorme residencia, la cual evidentemente una común capitana de la ciudad no podría sostener económicamente. Cada vez se hacía más clara la diferencia de estatus entre los guardias normales y la hija del Señor de la Ciudad, pese a lo que inconscientemente muchos quisieran creer.
La joven elemental de acero, inundada de instinto maternal, acurrucó en una cama a Varasloth para proceder a retirarse y descansar, tenía varios pendientes al día siguiente.
No obstante, cuando la luz se apagó, los ojos del demonio volvieron a abrirse y una seria expresión se generó en su rostro. Si alguno de los soldados, ancianos o el mismo patriarca pudiera apreciar dicho rostro, un enorme escalofrío recorrería sus espaldas al evidenciar el abismal contraste con la inocente expresión que había portado su rostro hasta entonces.
—"¿Debería asesinar a los demonios?"— se preguntó pensativo, era la solución más práctica ante su dilema, no obstante, cada uno de los prisioneros representaba una fuente de información invaluable, ante su escasa comprensión de la situación actual con respecto a la guerra y lo que estaba sucediendo en el continente demoníaco.
Su ambición y sed de conocimiento innata eran fuertes y los riesgos se encontraban dentro de su rango de apuesta, sin pensarlo más, rápidamente cada una de sus escamas empezó a vibrar adquiriendo gradualmente una tonalidad que de manera progresiva pero veloz, paso de ser opaca a transparente, para finalmente desaparecer por completo, activando de esta manera la invisibilidad que había adquirido en el pequeño mundo de La Primera Sombra.
Cada uno de los poderosos músculos de su cuerpo se contrajeron y retomando su acostumbrada posición cuadrúpeda, de manera sigilosa salió de la habitación sin ser detectado por los guardias.
Rápidamente siguió la marca de mana que había plasmado en los demonios y avanzó hasta encontrar el dichoso calabozo.
Una vez que logró entrar a través de una de las alcantarillas gracias a su reducido tamaño, empezó a surcar por los techos utilizando sus filosas garras como piolet para no ser detectado por los ordinarios guardias que patrullaban los corredores del profundo calabozo.
Sin embargo, para su sorpresa, al llegar a uno de los puntos de control, advirtió que había diferentes elementales de acero con una expresión seria y feroz muy atentos mirando todo a su alrededor.
—"¿Elites?"— se cuestionó interesado. Al parecer los demonios se encontraban encerrados en una sección del calabozo con mayor seguridad. A diferencia de los guardias que recorrían los pasillos y celdas comunes, los guardias presentes en la sección de máxima seguridad no solo poseían una variación en su elemento, sino también contaba con amplia experiencia en el combate y vigilancia.
Varasloth meditó por un momento sus opciones y decidió ser precavido, rápidamente empezó a formar diferentes círculos de mana a su alrededor conjurando mágica de camuflaje olfativo y auditivo, con la finalidad de zanjar cualquier cabo suelto que su inesperada visita pudiera producir en los entrenados guardias.
Con mucha delicadeza y con un control exquisito de cada músculo de su poderoso cuerpo, Varasloth logró finalmente ingresar a la sección de máxima seguridad burlando los agudos sentidos de los guardias de élite.
Tras varios minutos de recorrido entre diferentes pasillos que habían sido construidos con la intención de confundir a cualquier preso o invitado inesperado, Varasloth finalmente logró llegar a las celdas de los demonios.
Como era de esperar, la tortura se encontraba en curso, el carcelero sudaba de los latigazos que proferia sin cesar contra los demonios masculinos como si su vida dependiera de ello, había escuchado de la orden de la anciana Livinia y había intentado todo lo que su limitada imaginación le había permitido, más aún no lograba extraer ningún tipo de información de los demonios.
La mujer demonio se encontraba desmayada en el suelo, al parecer había perdido la conciencia hace bastante tiempo, los hombros resistían llorando y vomitando sangre, más continuaban sin emitir una sola respuesta.
—!CONTESTEN O EMPEZARÉ A MATARLOS UNO POR UNO!— gritó desesperado el carcelero, al no tener idea de cómo continuar. No tenía permitido matarlos, así que sus opciones eran limitadas, estaba claramente mintiendo, pero el dolor físico era algo que sorprendentemente los demonios parecían soportar por alguna razón sin quebrarse, la única inconsciente era la mujer.
Sudando del esfuerzo, el carcelero elemental dijo demencialmente, —¿No hablarán? Entonces continuaré con vuestra preciosa amiga, veamos si ver como me divierto con ella los hace hablar.— río a carcajadas asquerosamente.
Por los ojos de los demonios, sorprendentemente una reacción inesperada se mostró, preocupación y angustia.
—"Interesante, pueden soportar la tortura en sus propios cuerpos sin soltar una sola palabra, pero si la torturada es a la joven, muestran claramente preocupación. O la mocosa es su líder o es alguien importante para ellos, veamos que ocurre."— pensó intrigado Varasloth, observando cautelosamente el desarrollo de la teatral escena.
El gordo elemental que hacía de carcelero se acercó agotado hacía a la joven quien continuaba atada y desmayada en el piso, con sus regordetas manos la levantó y la empezó a desatar para tener más libertad en lo que fuera que estuviera por hacer, más en la fracción de un segundo en que las ataduras de la joven se soltaron, algo impresionante ocurrió
Los ojos de la joven se abrieron de par en par y una mirada de profundo odio se alzó, sus inicialmente delicadas manos rápidamente se recubrieron de magia y como flechas se dirigieron al centro del pecho del carcelero, donde su núcleo elemental se encontraba.
El carcelero, quien observó lentamente con horror y pánico como su vida estaba por terminar, no pudo simplemente reaccionar. El inesperado ataque proveniente de la persona menos esperada, así como su agotado físico y el descuido que había tenido al liberar a la prisionera de sus esposas, le habían costado la vida.
Más cuando las letales garras de la mujer se encontraban a unos milímetros del núcleo del carcelero, algo aún más espeluznante sucedió.
El espacio y el tiempo se congelaron, el polvo que flotaba sutilmente, así como las arañas y ratones del asqueroso recinto se detuvieron y todos los presentes se empezaron a mirar con horror y confusión.
El carcelero miró a los demonios, mientras los demonios miraron al carcelero. Sin embargo, al notar ambos bandos la evidente perplejidad que nacía de la mirada del bando opuesto, el pavor que se iba formando aumentó exponencialmente en creces.
Unos pequeños pasos resonaron en la silenciosa habitación, mientras diferentes círculos mágicos recubrían la habitación insonorizándola y reproduciendo hacia el exterior gritos y látigos que anteriormente se habían escuchado.
Un pequeño niño de aspecto siniestro y con una gran sonrisa los miraba con intriga. — Lamentablemente no puedo dejar que el carcelero muera, en primer lugar vuestro escape de esta prisión es casi imposible y en segundo, vuestra desaparición traerá más preguntas innecesarias de las que ya se han formulado para mi gusto.—
Luego Varasloth miró al carcelero, quien no pareció soportar su feroz y penetrante mirada y tontamente cayó desmayado al suelo. Luego miró a la joven y preguntó sonriendo —Necesito información, hay dos formas de obtenerla, una lenta y muy dolorosa, y otra rápida y pero limitante. Es una lástima que no cuente con el tiempo suficiente para divertirme con vuestras memorias, así que os presento la oportunidad, hablad y podréis vivir.—
A Varasloth le hubiera encantado leer las memorias de los demonios a plenitud, más los guardias de élite le causaban consternación. No estaba seguro si notarían en algún momento con sus agudos instintos que los gritos y golpes que resonaban en el exterior eran repetitivos, por lo que no contaba con mucho tiempo. Molerse a palos con todos siempre era una opción, pero quizás no la más inteligente en la actual situación. De igual manera, la lectura de almas era un proceso relativamente complejo que exponía en cierta medida su alma y una interrupción innecesaria podía salirle caro. Era mejor prevenir que pagar las consecuencias. Además modificar la memoría de cuatro demonios y un elemental resultaría extremadamente tedioso, lamentablemente la forma más fácil era preguntar, aunque existía la posibilidad de que no consiguiera las respuestas que anhelaba o recibiera mentiras disfrazadas de verdades.
Los cuatro demonios sintieron como la presión espacial se retiraba de sus cuerpos y se les permitía moverse nuevamente. Rápidamente los tres demonios hombros avanzaron delante de la mujer demonio resguardándola, más con un elegante gesto, la mujer los detuvo y para sorpresa de Varasloth, con serenidad y calma dijo —Te estaba esperando, causante de todos nuestros problemas.—
Varasloth sonrió intrigado, estaba claro en este punto que la mujer era la líder del equipo, contrario a lo que el patriarca y los ancianos en su limitada concepción e imaginación habrían presumido.
El demonio había considerado dicha posibilidad en el momento en que el anciano Jomei comunicó la ficticia situación a los demonios capturados. Los tres demonios masculinos ni siquiera emitieron un solo sonido, cada uno de ellos de forma muy reservada observó inmediatamente a su líder esperando la respectiva indicación, cuando la mujer optó por no hacer comentario alguno, los tres hombres siguieron mecánicamente su actuar.
Dichas acciones habían escapado de la vista de los elementales, pero los agudos ojos de Varasloth y sus avanzados conocimientos en la psicología social y conducta corpórea, le permitieron descubrir la verdad oculta en la ilusoria apariencia del equipo.
—Te ves calmada, para alguien que puede perder su cabeza en cualquier momento, no logro entender si es ignorancia o estupidez. Cuéntame niña, ¿Qué deseas decir?—
La mujer pareció tambalearse ligeramente ante lo extraño de la situación y pareció muy incómoda al escuchar que el niño se refería a ella como "niña".
—En primer lugar dime, ¿Quién eres? Claramente no eres un demonio y tu apariencia de niño es engañosa de igual manera. Los elementales de tierra parecen desconocer evidentemente tu naturaleza y tus capacidades, en el salón solo te aferrabas temblorosamente a las piernas de esa elemental de acero, más ahora con una facilidad incompresible nos has encontrado, ingresaste a una prisión resguardada y congelado el tiempo y el espacio sin ser detectado en la sección de máxima seguridad del calabozo de la famosa Ciudad de Dumin.— preguntó cautelosa la mujer.
El demonio sonrió y exclamó, —Mi nombre es Varasloth.—
Una sensación abrumadora e imponente inundó el salón y un gélido escalofrío recorrió horriblemente la espalda de los cuatro demonios. Instintivamente los tres demonios masculinos intentaron nuevamente ponerse delante de su líder en son de precaución, más la mujer, empapada de sudor, temblando de igual manera, los detuvo nuevamente.
—¿Qué hiciste? ¿Qué es esa sensación aberrante que siento en mi interior?— preguntó temblorosa.
Varasloth simplemente levantó los hombros, —Preguntaste quién soy, y mi nombre de la forma en la que me identificó, viene ligado a lo que represento. Lidien con eso más tarde, es mi turno.— Si bien Varasloth no había utilizado ninguno de sus conceptos, la pronunciación de su nombre implicaba la manifestación de su ser y para seres de un plano menor, continuaba siendo fatigoso.
—¿Quiénes sois? ¿De dónde venís? Y por último, ¿Cómo llegó al continente demoníaco? Exactamente con la familia real o imperial.— preguntó directamente el demonio. No contaba con mucho tiempo.
Por los ojos de la joven, una expresión de pánico surgió, —Espera, no has respondido mi pregunta. No he preguntado tu nombre, sino ¿Quién eres? ¿Por qué hiciste que nos capturaran? Y ¿Por qué quieres llegar al continente demoníaco y que planeas con la familia imperial?—
Varasloth se llevó las manos al rostro frustrado, estos eran los aristas negativos de permitir mantener a sus fuentes de información la conciencia y cordura.
—Manifestación del Concepto de Antaño.—
Una sensación indescriptiblemente horrible llena de odio, desesperación, soledad y locura inundó la habitación, los tres demonios masculinos cayeron inmediatamente al suelo, sus ojos desgarradoramente intentaban girar en sus propias cuencas oculares ante la demencial emoción que sentían recorrer sus cuerpos.
Solo la joven pudo resistir el abismal asalto y fue únicamente dado que Varasloth la había excluido como objetivo de ataque. Más pese a que la dirección de la manifestación del concepto no la tenía como blanco, igualmente se veía afectada en gran medida.
—¡PARA! ¡DETENTE POR FAVOR! ¡NO LOS MATES, HABLARÉ!— gritó desesperada la joven.
Varasloth asintió satisfecho.
—Mi nombre es Zarintial ap Rhodri, estos hombres son mis amigos y camaradas de armas, fuimos enviados con la misión de asesinar a las cabezas de las grandes familias y clanes del Reino de Rantoria, con la finalidad de causar pánico y caos que faciliten el desembarco de nuestras tropas en las costas este y oeste de las playas del reino, fuimos enviados por la familia Imperial de Aurovia. El continente demoníaco se encuentra a gran distancia, imposible de cruzar con magia, solo manualmente mediante barcos. Sobre la familia imperial, con sus habilidades y poder, en el continente demoníaco no será problema que pueda concertar una cita con su majestad, estaríamos encantados de poder recibirlo como un invitado especial, dentro de seis meses diferentes embarcaciones con nuevos rastreadores y espías desembarcarán en la costa este del reino, si desea podemos llevarlo al continente demoníaco.— dijo velozmente Zarintial, casi asfixiándose de la presión terrorífica que empezaba a caer sobre sus hombros.
Varasloth la miró con detalle, la mujer por lo visto no mostraba signos de mentir, su pulso y respiración dentro de lo entendible dada su situación, parecían brindar credibilidad a sus palabras. Sin embargo, instintivamente el demonio presintió que algo se le estaba escapando, más no era el momento de ahondar en interrogantes.
Velozmente su ojo izquierdo junto a sus tres pupilas doradas empezaron a brillar rápidamente calmando y restaurando parcialmente la cordura y racionalidad de los subordinados de Zarintial. Luego con su mano extrajo los recuerdos recientes del carcelero y dado que este había permanecido congelado dentro del dominio espacio temporal, la tarea fue sencilla.
Más cuando Varasloth se estaba por retirar, Zarintial rogó —S-señor, por favor no nos deje aquí, ayúdanos a escapar, si llega solo a las embarcaciones, probablemente no lo recibirán, en cambio si va con nosotros, su pase y seguridad están garantizadas.—
Varasloth sonrió maliciosamente, —Insinúas que no puedo hacerme con uno de vuestros barcos, ¿Es un reto?—
—No no no no no no, no pongo en duda sus capacidades señoría, pero ¿No sería más práctico viajar como invitado que tener que remar usted solo hasta el otro continente? Sin contar, que necesita un experto navegante para evitar los remolinos, zonas de peligro y monstruos marinos. Le podemos ser de utilidad, por favor sáquenos de aquí.— rogó nuevamente Zarintial, quien para sorpresa de Varasloth, parecía haberse calmado y empezado a pensar racionalmente.
—"La niña no es normal, algo se me está escapando."— se dijo asimismo Varasloth, intentando averiguar que era, cuando sus agudos oídos escucharon pasos recorrer los pasillos en dirección de su celda.
El demonio suspiró, lanzando una gema hacía la muchacha demonio exclamó, —Utilízala en tres o cuatro días, invéntate la historia que necesites para no morir pero no me incluyas. La gema les permitirá teletransportarte a varios kilómetros de donde podrán escapar y esconderse. Si te vuelve a atrapar, morirás.—
La gema en cuestión era una de los artilugios que Emerson había dejado caer al explotar como un globo en la prueba de La Primera Sombra, para cualquier otra persona significaría un importante tesoro mágico espacial, dado lo raro que se consideraba dicha afinidad, más para Varasloth solo significaba peso muerto.
Zarintial miró con los ojos abiertos como platos la gema, en su mente el obsequio casual de un tesoro de dicho nivel era incomprensible. Varasloth rápidamente activó su invisibilidad y desapareció de la habitación.
El dominio espacio temporal se extinguió y el carcelero anonadado recupero la conciencia confuso, más al ver a los tres demonios masculinos en el suelo con signos de extrema tortura y a la joven empapada de sudor helado, empezó inconscientemente a darle sentido a la situación, no era la primera vez que había ocasionado dicho escenario en sus presas y una ligera pizca de orgulloso nació en su corazón.
De repente, la puerta se abrió violentamente y diferentes elementales de acero entraron velozmente, más al no advertir nada extraño, uno de ellos miró al carcelero y preguntó,— Tomrs, ¿Todo está bien?—
El carcelero ahora más confuso asintió para preguntar, —¿Paso algo?—
El guardia de élite meditó la respuesta tras examinar la habitación y negó con la cabeza, —Nada, olvidalo. Simplemente nos pareció repetitivo y monótono el sonido que provenía de la habitación, supongo que tienes tus técnicas y protocolos, pero deberías ser más imaginativo, incluso los prisioneros se aburrirán si sigues haciendo lo mismo una y otra vez.— Luego junto con los demás guardias procedió a retirarse.
Tomrs, el carcelero, miró al suelo amargamente mientras una lágrima recorrió su mejilla, —"Es justo lo que ella dijo antes de dejarme."— Decidiendo retirarse a sus aposentos a llorar en silencio, dado que ya no sentía ganas de continuar torturando.
Con respecto a las respuestas que no había logrado conseguir, ya mañana respondería ante la anciana Livinia, en cualquiera de los casos, su trabajo había sido impecable, la expresión demencial y de tortura en los prisioneros era evidente, nadie podría decir que no se había esforzado en su trabajo. Solo tomaría unos días más conseguir las respuestas.
—
Por otro lado, mientras Varasloth continuaba trepando por el techo de la prisión para regresar a sus aposentos, sorprendentemente advirtió algo muy interesante.
De una de las celdas de la sección común, un niño en aspecto totalmente deplorable se encontraba recostado en la esquina de su habitación.
Su piel se encontraba pegada a sus huesos mostrando una evidente malnutrición y avanzada anemia, no obstante, lo sorprendente era que no pertenecía a la raza elemental y aparentaba más bien ser un elfo.
—"¿Existen elfos en este plano? Que interesante." — se dijo asimismo el demonio. Era obvio que por la falta de hostilidad hacia su persona, no perteneciendo obviamente a la raza elemental, luego de haber descartado su conexión con la raza demoníaca, los elementales no poseía una política discriminatoria o racista para con otras razas, más si el niño yacía aquí en aquel estado lamentable, debía ser por algún motivo.
El muchacho a las justas podía moverse, la comida que se le había sido entregada, si es que así se le pudiese llamar a la bola mezclada de diferentes restos y basura, continuaba extendida en el suelo, mientras que el niño carecía de la fuerza necesaria para poder siquiera acercarse a comerla.
Varasloth ingresó sutilmente a la habitación y observó con detalle al muchacho.
Su vida se extinguía poco a poco, su muerte era inminente. Varasloth movió de un lado para otro la cabeza, no interferiría, el orden natural estaba fijado y su curiosidad había sido saciada.
Más cuando la llama de la vida del muchacho estuvo por perecer, la poca sangre que aún recorría los débiles brazos del niño se alborotó burbujeantemente como si hirviera a grandes temperaturas, produciendo en el niño la suficiente energía para para poder arrastrarse con dificultad hacia la comida en el suelo y empezar a devorarla sin demora, para finalmente caer desmayado de cansancio.
En el rostro de Varasloth una inmensa sonrisa rebosante de intriga y curiosidad se formó, era simplemente escalofriante, —¿Sangre draconiana?—
—¿Un mitad elfo mitad dragón?— Eso sí era interesante. El niño poseía un linaje aún sin despertar, pero latente. Esa era la explicación de que pese a la terrible desnutrición y estado deplorable que mantenía, hasta ahora no había muerto.
El ojo izquierdo de Varasloth empezó a rotar constantemente y una luz divina recorrió el cuerpo del elfo draconiano sin que este lo supiera, reforzando su cuerpo y sanando las heridas infectadas y huesos quebrados.
Aún no era el momento, pero Varasloth había encontrado un nuevo juguete.
El demonio abandonó la celda y continuó su recorrido hasta llegar a sus aposentos, pronto amanecería.
Antes de que el astro rey empezará su recorrido por el pronto claro firmamento, tenía una última tarea que ejecutar, de El Plano Púrpura extrajo dos artilugios, los ojos de Emerson y los pedazos de la espada de Elmoth que había conseguido en el pequeño mundo de la primera prueba, era tiempo de actualizar sus habilidades, el camino que su ambición le presentaba era básicamente infinito e imposible, y quizás lo abstracto y complejo de su objetivo provocaría en cualquier otro ser una profunda y demencial desesperación, más para Varasloth, cada paso que daba en su camino, no manifestaba otra cosa que un profundo deleite.
Algún día alcanzaría las estrellas y lo que se háyase detrás de ellas, estaba seguro de ello. Más por ahora, debía moverse con un paso a la vez.
Miro los artículos frente suyo y empezó sonriente la asimilación.
Estimados camaradas, para los que se acordaran les tenía una pequeña sorpresa, que se está retrasando debido a los artistas comisionados XD. Sí, ya lo revele, la sorpresa es que contraté a algunos artistas para que me hagan dos fan arts modo wallpaper para celular de Varasloth en sus dos formas, una ya esta lista y la otra estará lista para esta semana. Sin embargo, vengo aquí humildemente a solicitar vuestra ayuda, los artistas que seleccione para los fan arts, hicieron y están haciendo un trabajo impresionante, pero con respecto a la portada oficial de libro, quería algo más acorde al estilo original con el que ideé a Varasloth y con el que me sintiera contento.
Para los que leen mis notitas debajo de cada capitulo (gracias por cierto, a veces escribir estas notas me es más complicado que escribir el mismo capitulo) sabrán que mi situación económica no es la mejor en este momento, mi trabajo formal (abogado, está iniciando un proyecto y como cualquier inversión amerita primero un sacrificio para luego obtener ganancias T_T) y luego mis amadas hijas han presentado ciertos problemas (la gata que adopté bajo la condición de que viniera con vacunas, desparasitada y en buen estado, DADO QUE LE DIJE A MI AMIGA QUE NO TENÍA PLATA, resultó tener Porfiria congénita, sumado a una gran desnutrición y anemia, y COMO YA SE VOLVIÓ MI HIJA, ME TUVE QUE COMER LA COLERA CONTRA MI AMIGA Y PAGAR TODO NOMÁS :'( ahora resulta que la niña debe comer una comida cara porque si come de la comida normal se vuelve una maquia de hacer popo que por cierto hizo que tuviese que lavar mis sábanas y limpiar mi piso casi todos los días ptm, la otra fue esterilizada convirtiéndose en un lagarto con su faja y la otra se cayó del tercer piso aún no sabemos como...), en fin, gracias a la generosa donación de una persona de cultura y amante al igual que yo en la lectura de novelas asiáticas (wuxia y xianxia, para los que no conozcan el genero 10000% recomendado) logre afrontar esos gastos sin tener que básicamente prostituirme :D, más ahora tras desenfundar de los pocos ahorros que tenía para los fanarts, me veo en la humilde obligación de solicitar a quienes tengan en sus posibilidades (porque entiendo que al igual que yo, muchos la estamos pasando verdes) el apoyo que pueda salir de vuestros corazones para poder sustentar y obtener una portada decente (porque la que tengo la saque de pinterest y la edité, pero sin ser original sigue sin ser leal a la obra u_u)
La forma de apoyarme es a través de mi Kofi y esde ahora un agradecimiento desde lo más profundo de mi frío y oscuro corazón a las personas que puedan tirarme café en la cara para poder motivarme a seguir escribiendo y poder apoyar para la portada, de verdad gracias. Un abrazo gente.
Ko-fi: https://ko-fi.com/nexion
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