Chương 264: 227
La reunión no duró demasiado, Amaterasu, o mejor dicho, Omika-chan... para bien o para mal, era una Chica-Diosa que no quería tener que ver tanto con los Dioses en sí.
Ella ciertamente cumplía ciertos deberes como todo Dios debería hacer, al menos en este mundo derivado de DxD, pero fuera de eso, se concentraba únicamente en su vida humana por el momento.
Era una chica bastante simpática, como si fuera esa chica que había venido del campo a la ciudad hace unos años, denotándose principalmente su simplicidad, y debido a que el Gran Héroe Alexander era bastante similar, mantuvieron una conversación agradable.
Ella le hizo muchas preguntas a Alexander e incluso algunas le sacaron no una, sino varias gotas de sudor de la frente. Yasaka hablaba también y Alexander podía notar que ella también lo disfrutaba, aunque como tal, en cierto punto de la conversación, se volvió algo extraño donde Omika-chan y Yasaka "parecían" hablar normalmente pero Alexander de algún modo sentían que se burlaban de él...
"Hoh... así que un Harem..."
"Hai, es como si de pronto mi familia se hubiera multiplicado, realmente le agradezco a querido por ser un hombre como es, nunca había imaginado que el futuro me reservaría algo así."
"Hoh, ho ho, ya veo, ya veo."
Yasaka parecía feliz al explicar, pero, ¿por qué las reacciones de Ama-... Omika-chan, eran tan burlonas al escucharla, mientras miraba en dirección al único hombre en la mesa?
Alexander: "..."
...
El objetivo principal de la reunión, era que Amaterasu conociera a Alexander, ya que antes le había preguntado "bastante" a Yasaka sobre este mago humano que tenía un historial sorprendente, por decir lo mínimo, desde que apareció en Japón.
Aunque, sin embargo, otra cosa importante para hablar aquí era lo siguiente. Cosa que hizo que la ceja de Omika-chan se frunciera.
"Entonces, la reunión del Sintoísmo está cerca, ¿eh?"
Alexander dijo, viendo que Omika-chan y Yasaka aparentemente no habían tenido la "oportunidad" de sacar el tema.
Alexander ignoró la inusual reacción de Omika-chan, mientras decía, "La verdad Yasaka ya me había hablado de eso, pero todavía no lo entiendo completamente. ¿Podría explicarme mejor, Omika-san?"
Yasaka solo hizo silencio con una cara preocupada, tal vez rememorando el pasado y los diferentes problemas que tuvo en dicho suceso.
"Ah, eso, eh... es solo algo complicado de los Dioses, no es importante, entonces, ¡Yasaka, eres bastante pervertida, ¿eh?!"
Omika-chan, o Amaterasu, de la forma más descarada que había, trató de cambiar el tema, con la cara sudorosa y sus ojos vagando por todo el lugar.
"Amaterasu-sama..."
La reacción de Yasaka era solo complicada.
Hmm...
Alexander entrecerró sus cejas.
¿Qué está pasando aquí?
"Eh, Omika-san, en realidad tengo bastante curiosidad en-..."
"¡Ahhh, ahhh, que casualidad, me está llamando mi amiga, tenemos historia general de sopresa, lo siento, Yasa-chan, Alex-sama!"
Justo en el momento en que Amaterasu se paró, con expectativas de huir para no hablar de un tema que quería evitar por sus sentimientos complicados sobre el mismo...
Aura Normal.
Área del Humano.
"Amaterasu, por favor, siéntate de nuevo."
"¡...!"
Nadie más sintió lo mismo, ya que parecía haber una especie de barrera que apartaba las dimensiones en este lugar, sin siquiera saber de dónde salió, y menos, cómo era que podía mantener a una persona como ella, total y llanamente quieta...
Amaterasu se sorprendió hasta más no poder cuando descubrió que estaba completamente inamovible en el mismo lugar. No solo no podía mover su cuerpo físico, ¡sino que tampoco podía usar su divinidad!"
¡¿Qué?!
Amaterasu miró a Alexander, que se encontraba extrañamente inexpresivo, con la mente funcionando a todo motor.
¡¿Cómo?!
¡¿Cómo puede desplegar su poder sin que yo lo note?!
¡Esto es absurdo!
Pasaron no menos de 10 milésimas de segundo, cuando la tez ya blanca de Amaterasu se volvió todavía más pálida, pálida hasta un punto que parecía que había perdido toda la "razón" que le quedaba.
"Querido..."
A Yasaka le dolió ver la expresión desesperada de Amaterasu, casi como si hubiese visto el fin del mundo delante de ella, por lo que suavemente y con lástima llamó a Alexander sujetándolo por el dobladillo de su camisa.
Alexander asintió con paciencia, y desactivó activamente sus Habilidades, para luego hablar calmadamente, mientras Amaterasu respiraba y lo miraba como si fuera el mismo Trihexa, "Perdóname, Amaterasu-sama, pero..."
Él siguió, con una sonrisa, "Cuando veo la cara de mi mujer en ese estado, y que una Diosa ignora mi amable pregunta de esa forma, simplemente no me puedo aguantar. Sé que usted es una buena persona por lo que me ha contado Yasaka, y de corazón le agradezco que la haya ayudado en estas tales "Reuniones del Sintoísmo", al parecer, defendiéndola de ese supuesto Dios Susanoo, pero..."
La cara de Alexander mostró seriedad, y una pizca de inexpresividad mientras hablaba, como si lo que decía fuese simplemente algo normal que se diera por hecho.
"No es de importancia para mí este tipo de cosas, solo me importa lo que pasará en dos días cuando llegue el tiempo de la reunión nuevamente, y por ello trato de investigar lo que más pueda sobre la reunión en sí. Amaterasu, por favor, no me desprecie simplemente por ser un mago humano, ya que como se puede dar cuenta, un "Dios" no puede detenerme cuando decido algo."
"..."
Amaterasu se tomó un par de segundos para relajar su exagerada expresión anterior, y luego le preguntó a Alexander con un tono serio que no tenía nada que ver con el personaje "Omika-chan" que esta poderosa Diosa había creado solo para relajarse en el mundo humano...
"... Muy bien, Alexander Smith, todavía quiero hacerte más preguntas, y hablar sobre el por qué no solo no puedo detectar tu "Magia"... si es que es eso, sino también sobre cómo es posible que puedas restringirme de esa manera... pero, supongo que antes debo responder tus preguntas, ¿verdad?"
"Por favor, eso espero."
La respuesta de Alexander dió a entender que a partir de ahora, trataría a Amaterasu por lo que ella era, una semi-invencible Diosa milenaria, que era la cabeza de la Facción Sintoísta de Japón, por muy... irónico que pudiese sonar, luego de que se presenció lo que sucedió hace nada más, segundos...
"Cielos, Yasa-chan... ¿cómo sucedió todo esto?"
La sonrisa algo amarga de Yasaka le respondió a Amaterasu lo que pensaba.
Amaterasu de alguna manera sintió que había pisado una enorme, llamativa, nuclear, y bueno, celestialmente apuesta mina...
Para bien, o para mal.
....
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