Han pasado 7 meses, desde que llegamos aquí. No he sabido nada de Akira desde entonces, ni siquiera me ha dado una llamada. Estoy segura que se comunica todo el tiempo con sus empleados, pero a nosotras ni una llamada. Kaori ha estado llamando a su padre y llora casi toda las noches. Duermo junto a ella, en la misma cama, nadie sabe el dolor que siento cuando la escucho llamar a su papá y saber que no está, me duele aún más. Nos hemos sentido muy solas, despierto muchas veces en la madrugada esperando que al despertar, esté Akira junto a mi, pero ya supongo que eso no va a ser así. No aguanto esta soledad y no saber de él me desespera.
He estado concentrada en las prácticas de defensa personal, el Sr. Rick me ha a ayudado mucho. He mejorado bastante, según él. Nos extendemos con más clases porque quería aprender más cosas, añadí una rutina de ejercicios y clases de boxeo, intentando verme más linda para cuando me toque ver a Akira. Solo espero aguantar una semana más.
Buscaré la forma de saber si Akira aún está en el mismo estado y lugar. Me escaparé con Kaori para ir a buscarlo. Si él no me quiere buscar, seré yo quien lo busque, pero no se va a escapar de mi tan fácilmente. Por teléfono no me da la cara, pues buscaré la forma de que en persona lo haga. No voy aguantar más tiempo sin saber nada de él, ¡es un cobarde!
Hoy me toca ir a las prácticas, ya me debe estar esperando Rick. Me despedí de Kaori y la besé antes de irme. La dejé con la niñera como de costumbre.
Akira
—Tu hermana es una cantante de ópera muy reconocida en España, Akira. Podemos invitarla al Hotel; además leí que está casada y con dos hijos.
—Si, entre más la tenga cerca mejor. Ella me ayudará a dar con mis adorados hermanos. ¿Dónde estará de visita?
—En Colorado— respondió Jefferson.
—Busca contactar a su manager y hazle la invitación, así podemos avanzar algo. Si acepta, hay que hacer los preparativos de la fiesta.
—Si, me encargaré de eso.
Llamada telefónica
—¿Cómo está todo por allá?— le pregunté al chófer.
—Bien, Señor. La señora ha estado muy concentrada en sus clases y su hija. Cada vez tiene una actitud más hostil hacia nosotros.
—La entiendo, debe estar odiándome.
—Su hija está más grande y hermosa, Sr. Akira. No deja de llamarlo todos los días.
—Bésala de mi parte y dile que la amo, le enviaré un vídeo para que se lo pongas.
—Si, señor.— colgué la llamada.
—¿Está todo bien Akira? Luces afligido— preguntó Jefferson.
—Todo bien.
Lisa
—Hoy estás muy concentrada, lisa. Sigue como vas— mi única concentración es Akira. Me siento tan irritada con la situación, solo quiero golpearlo y reclamarle. Ver a Akira en mis pensamientos me altera.
—¿Por qué mierdas nos dejaste a un lado? ¡Maldita sea! ¿Por qué tienes que ser tan impulsivo y hacer todo por tu maldita cuenta? ¡Quisiera matarte! —le daba golpes a Rick y él retrocedía—. Si supieras todo lo que he sufrido al ver a Kaori llorando por abandonarnos. ¿Cómo pudiste? Voy a encontrarte y vas a rendirme cuentas por tu estupidez—pateaba con fuerza—. ¡Te mataré!— sin darme cuenta estaba diciendo toda estas cosas en el entrenamiento, ni siquiera podía concentrarme en nada más que la frustración, de no poder hacer nada para cambiar las cosas. Me detuve mientras que Rick se quedó mirándome fijamente.
—No sé lo que te sucede, pero descarga todo eso que sientes aquí y ahora. Que eso te ayude de motivación para seguir mejorando más y más. ¡Ánimos!—dijo Rick con una sonrisa. Me hace sentir motivada y relajada al sentir su apoyo. Ha sido mi paño de lágrimas y mi apoyo durante estos largos meses.
—Siempre me motivas, eres el mejor— seguimos entrenando hasta cansarme. Siempre se toma el tiempo de entrenarme, aunque siempre le tome mucho más de lo que se supone. Al salir me despedí y me dirigí al auto.
—¿Cómo está Akira?— le pregunté al chófer.
—Bien, señora.
—¿Cómo le va en el negocio?— pregunté para confirmar si aún estaba trabajando en el Hotel.
—Si, le va muy bien, señora.
—No se ha dignado a llamarme, ¿eh?— dijo, dejando escapar un suspiro.
—Lo siento, señora— el chófer me llevó a la casa.
Tengo que planificar qué voy a hacer, para cuando me toque ir a enfrentar a Akira. Tengo que comprar los pasajes en línea y pensar en un plan de escape. Estos hombres no me dejaran a ir a un lado sin seguirme. Tengo una semana para pensar y analizar con detenimiento lo que voy hacer.
Me tendrás que dar la cara si o si, Akira, quieras o no quieras.