Chương 821: La batalla había iniciado.
Aurora alimentó su concepto de luchadora para fortalecer su cuerpo y al caer creó un cráter en el suelo.
Al frente de ella estaba la plaza y en el centro estaban todos los cuerpos que estaban arriba del mural que robaron de la torre mágica y en los alrededores los edificios rodeaban la plaza.
En cada edificio había demonios corruptos o sectarios y todos ellos se revelaron.
Magos, arqueros, espadachines, luchadores y asesinos.
La fuerza mínima de todos era de rango A y entre ellos se encontraban varios rangos S y todo ese grupo la estaba mirando, algunos mostrando una mayor intención asesina que otros.
"¡¿Quién se atreve a molestar a mi gran señor?!"
La voz de un demonio puro provino cuando cayó desde el edificio acompañado de dos espadachines de rangos S.
El demonio puro también era un espadachín y los tres la miraron y se abalanzaron hacia ella con rapidez.
Aurora también se adelantó con su espada en la mano y al utilizar su aura roja aceleró con todas sus fuerzas.
Desviando la espada del primer demonio le cortó el estómago y al continuar, repelió la espada del segundo y le cortó el cuello antes de saltar en el aire esquivando al tercero y en medio de su salto giró su cuerpo balanceando su espada para lanzar un corte incoloro.
Al caer al suelo, Aurora balanceó su espada lanzando la sangre de la hoja de la espada y al girarse su expresión no cambio al ver a los tres rangos S muertos.
Su velocidad estaba al nivel de un rango SS y sus auras eran cada vez más potentes, convirtiéndola en alguien letal.
Fue fácil matar incluso rangos S y ella no se sintió mal por asesinar o por darse cuenta de la facilidad con la cual podía matar.
Su arte de la espada y su destreza que había pulido durante años junto a su velocidad le permitía eliminar a rangos S poco cautelosos como estos y ahora, al sentir como las presencias aumentaban, ella sonrió.
No era una sonrisa de disfrute de matar y si bien estaba expectante y emocionada por el combate, la sonrisa era causada por querer mostrar su destreza y su arte.
Y era difícil no sonreír en este momento cuando ella sentía la malicia, la sed de sangre y la intención asesina que apuntaba a ella.
¿Cuántas personas la rodeaban? Si sus sentidos eran correctos se encontraban cerca de doscientas personas distribuidas en los edificios y cada uno de ellos ahora se mostraban preparados para atacarla.
Es más, algunos rangos S se lanzaron de los edificios o salieron revelándose mientras la observaban y Aurora esta vez pudo sentir la cautela y la amenaza.
Percibió doce auras de rango S rodeándola entre la multitud de rangos A y también en los edificios en donde los magos y los arqueros la miraban.
Algunos usaban capuchas, otros tenían máscaras ocultando sus cuerpos deformes y entre ellos había un par de demonios menores.
"¿No es demasiado para detener a una sola persona?" Preguntó Aurora cambiando sus auras de manera amenazante.
El aura roja rodeó su espada para luego transformarse en aura verde y al instante siguiente en el aura celeste para al final combinarse y convertirse en aura blanca.
Su concepto de luchadora estaba siendo alimentado, ya no solo por el odio a esos bastardos que mataron tantos inocentes, sino que también por la emoción de la batalla.
A pesar de que ella tenía un cuerpo delgado y que no provocaría temor, su presencia crecía cada vez más y no era suprimida por la presencia de quienes la rodeaban. Revelando una profundidad que hizo dudar a los más feroces.
"La Protectora de Zerzura nos visita."
Desde el frente los sectarios se hicieron a un lado y quien había hablado se reveló.
Era una extraña criatura cubierta de escamas de color gris y cuatro brazos grandes y musculosos. Las orejas largas y la lengua bípeda no era lo único extraño, sino que también los ojos de reptil que daba la impresión de un cazador feroz.
Su tamaño de dos metros no intimidaba tanto como su fuerte presencia y la amenaza que emanaba.
Aurora supo de inmediato que esa criatura era difícil de vencer y era la mayor amenaza en esta área, más que la multitud que la rodeaba.
A pesar de que la criatura era un rango S, Aurora sintió que estaba en el límite y que podría ejercer una fuerza de rango SS.
"Me sorprende ser reconocida. No imaginaba que mi reputación llegara tan lejos." Respondió Aurora con una sonrisa confiada y estudiando a su oponente, agregó. "Tampoco esperaba esta bienvenida."
La gente de los alrededores se estaba moviendo, los magos preparaban los ataques y los arqueros saltaban entre los edificios buscando una posición en la que pudieran asesinarla.
"La bienvenida es porque sabía que vendrías." Respondió la criatura.
Aurora había trabajado para Urfin y se había involucrado con sectas o demonios e incluso en su tiempo de África había asesinado sectarios, pero jamás había conocido al Señor Demoniaco Quetzal.
"¿Nos conocemos de alguna parte?" Preguntó ella moviéndose en calma mientras la gente que la rodeaba también se movían a su alrededor.
Ella no les iba a dejar fácil ser rodeada y atacada, así que mantuvo su guardia en alto y su sonrisa en su rostro, dando la impresión de que esto era un juego de niños para ella.
Su hermana probablemente estaba extendiéndose por toda el área y una vez que estuviera lista, causaría una conmoción.
Sin embargo, hasta ese momento Aurora necesitaba hacer tiempo o sobrevivir en una lucha a muerte y como ese demonio parecía querer hablar, ella se mantuvo 'amigable'
"¿Quién no conocería a la Protectora de Zerzura, la Elegida del Dios del Tiempo y el Espacio?" Cuestionó Quetzal en voz alta.
Su mirada era fría, seria y decidida.
Las almas arriba seguían moviéndose por el cielo y la tormenta continuaba con intensidad, mientras que los demonios preparaban hechizos de guerra para atacarla de inmediato.
Aurora tuvo un cambio de expresión al escuchar a esa criatura hablar.
"¿Elegida?" Murmuró Aurora y mirando al demonio de manera extraña, agregó. "Si fuera la elegida debería haber tenido una buena vida."
La acababan de llamar 'Elegida' del Dios del Tiempo y el Espacio, un título que ella escuchaba por primera vez, pero por la mirada del demonio, era probable que otros supieran del título e incluso lo usaran.
"Eres el centro de las profecías. Cada una de las profecías te tienen a ti como centro y aunque las profecías no sean exactas, tú siempre estás presente." Respondió el demonio y encogiéndose de hombros, preguntó. "¿Cómo se llamaría eso?"
Dos hechizos del edificio a su lado fueron terminados… Aurora pudo sentir la energía mágica a pesar de que los magos lo trataban de ocultar.
Ella miró a la gente que lo rodeaba pareciendo vigilante, pero sus ojos siempre se mantuvieron en los rehenes, ya fueran bestias mágicas o elementales.
Era probable que ese demonio también estuviera haciendo tiempo no solamente por aquellos que la rodeaban, sino que también dejando que su grupo se preparara si es que no tenía algo más oculto.
Las almas y los no-muertos todavía no aparecían, así que el demonio todavía no había mostrado todo lo que ocultaba y todos sus preparativos.
Sin embargo, Aurora no atacó.
Su hermana en este tiempo probablemente estaba lista, pero si le daba más tiempo podía prepararse aún más y esta vez no rescatar a los rehenes, sino que atacar.
"Lo llamaría delirios. Un profeta que acierta a la mitad de lo que profetiza no debería ser tan confiable." Dijo Aurora y volviendo a moverse a diez metros del señor demonio, preguntó. "¿Qué tratas de hacer con las almas?"
El Señor Demoniaco Quetzal parecía en calma y sereno observándola atentamente y en este punto Aurora tuvo dificultades si decir si el demonio que quería hacer tiempo o quería conversar con ella.
Ella sintió que el demonio estaba conociendo a un enemigo y le dio la impresión de que se estaba tomando un tiempo para verificar rumores.
Queriendo ver que era lo que ella pensaba o que opinaba sobre ser la supuesta 'Elegida' y ella no ocultó el desprecio a la estupidez que estaba diciendo.
"Ese dios actúa de maneras misteriosas. Tan misteriosas que podrías no darte cuenta." Dijo Quetzal al sentir su rechazo a la idea de Elegida.
Aurora simplemente se rio pareciéndole gracioso tal afirmación.
"Claro, claro. El Gran y Poderoso Aión que se mueve de maneras misteriosas ha logrado que un adorador de otro dios lo respete." Respondió Aurora en un tono despectivo.
Tenía muchas rarezas en su vida, pero estaba lejos de que alguien la llamara 'Elegida' o alguna estupidez de esa clase.
Ella en este punto de su vida no podía negar que era cercana a los dioses… No lo podía negar cuando su cuñada era una Primordial cuyo poder era abrumador.
A pesar de que entendía que Jezabel pudo haber estado observando su vida mientras se ocultaba, Aurora sintió que no fue ayudada.
Su deseo de independencia, de vivir su propia vida sin la protección excesiva de su padre o de cualquier otra entidad, siempre permaneció de ese modo.
Su sistema le brindó muchas herramientas, no obstante, nunca le quito las dificultades de vivir.
Vivió como una heroína y sufrió como tal, perdió conocidos y amigos, hubo veces que no logró salvar a aquellos que deseaba salvar y otras veces que fracaso en sus objetivos o cayó en lo profundo del abismo.
En este punto de su vida en el que había conocido a Zabathza en el portal de los Zarquianos, habló con la Diosa del Conocimiento e incluso recibió el saludo respetuoso de Pereza, la Muerte Pacifica, Aurora sabía que esta no era la vida de una 'Elegida'.
No era la vida de alguien que podría haber tenido todo y haber resuelto todo con la ayuda de dioses… Y para Aurora estuvo bien.
Esta clase de vida había elegido y seguía eligiendo, por tal razón no pedía apoyo a los dioses o a su cuñada, incluso cuando estaba rodeada de enemigos.
"¿Entonces no responderás mi pregunta?" Preguntó Aurora lentamente rodeando su espada con su aura.
Estaban a diez metros de distancia y a pesar de que ella estaba rodeada, pudo sentir que podía acercarse a él.
Probablemente, no lo mataría, pero si lograba herir a la persona que lideraba todo sería algo bueno.
El demonio sintió que iba a atacar y sonrió.
"No lo entenderías. Se trata de una historia antigua." Respondió Quetzal y…
"¿Te refieres al faraón que reencarnó en este mundo y creó una civilización hace muchos años?" Preguntó Aurora y ella notó que el demonio primero levantó la ceja sorprendido y luego sonrió.
La sonrisa dio la impresión de que confirmaba que ella era 'importante' y probablemente era la 'Elegida', algo bastante estúpido para Aurora.
Ella no se lamentó de hablar, el demonio parecía seguro que ella era la supuesta 'Elegida' y tal idea no cambiaría, no importa lo que ella dijera o hiciera y como el demonio parecía hablador era bueno atraerlo.
Hasta ahora Aurora no tenía ni la menor idea de porque el Señor Demonio Quetzal estaba aquí con su secta.
"Sí. El faraón. Adorador de Ketzula el Dios de las Abominaciones, el Deseo y los Ambiciosos." Dijo Quetzal y mostrando emoción por hablar de su dios, anunció. "Hoy será el día en el que el Mesías vuelva a la vida y con él extenderemos las palabras de mi señor."
Aurora no mostró ninguna expresión en su rostro, pero estaba sorprendida.
Su cuñada no le había contado que el faraón adoraba un dios extranjero y era probable que ella no lo supiera.
¿Fueron los Dioses de la Tierra quienes le contaron la historia a su hermano y a su vez a su cuñada? Existía una probabilidad de que esos Dioses milenarios contaran la historia desde su punto de vista sin saber todo lo que ocurrió con exactitud.
Sin embargo, si el faraón era adorador de Ketzula, entonces Quetzal tenía otra versión de la historia.
Ketzula era uno de los primeros dioses en aparecer en la tierra y ahora que ella escuchaba que antes hubo un adorador de él, ella sintió que ese dios estuvo mirando la tierra durante muchos años.
Esperando hasta que ahora su influencia podía descender entre los mortales.
"Has llegado tarde." Dijo Quetzal y dándole la espalda, murmuró. "Terminaré el trabajo que los otros no han podido terminar."
Aurora en vez de atacar se giró de inmediato y osciló su espada en un corte vertical en un instante.
La bala que había aparecido a su espalda fue cortada por la mitad por su espada rodeada de el aura roja y los dos lados de la bala golpearon el suelo creando un agujero.
Ella levantó la mirada y miró el edificio a más de quinientos metros de donde provino el disparo y el tirador que estaba oculto ahí.
"…"
Entre los demonios no hubo sorpresa de que el disparo fallara y ellos atacaron con todo.
Los luchadores lanzaron puñetazos creando ondas sónicas y los espadachines lanzaron cortes a distancia, pero quienes fueron más peligrosos fueron los magos y arqueros.
Los arqueros dispararon sus flechas que volaron antes que los hechizos y los magos lanzaron poderosos hechizos.
Aurora al sentir el peligro clavó su espada en la tierra dando vida a su aura celeste que brotó cubriéndola por completo.
*Boom*
Las explosiones de los puñetazos de luchadores y los cortes golpearon la barrera haciéndola temblar y luego vinieron las flechas clavándose y atravesando la barrera a la mitad.
Aurora apretó el agarre de su espada con mayor fuerza y el aura celeste brotó con mayor intensidad pulsando al exterior, creando varias capas exteriores para protegerse.
Sin embargo, por medio de la barrera celeste ligeramente traslúcida, ella pudo sentir la fuerza de los hechizos.
Enormes bolas de fuego y cañones de agua, relámpagos, viento, tierra y magia demoniaca.
Su barrera no iba a ser suficiente… Tal idea la llevó a sacar su espada del suelo y levantarla en lo alto mientras presionaba para que su aura celeste saliera.
Ella era una artista y su aura celeste era su deseo de proteger y ahora como una artista imaginó este domo como una defensa impenetrable y su aura respondió a sus deseos y a sus emociones formando capas extras en el exterior y luego llenando esas capas con un aura celeste.
*BOOM*
El estallido de los hechizos fue estruendoso, pero Aurora abrió sus ojos al ver que el domo celeste que la rodeaba se había manifestado en la realidad tomando forma física.
El domo resistió las explosiones y los golpes sin temblar ni quebrarse, permaneciendo firme y justo en ese momento, Aurora vio como otra grieta se extendía por su espada.
Ella redujo la potencia de su aura y cuando su barrera volvió a convertirse en una barrera traslúcida, Aurora vio la oscuridad de su hermana.
Salió del suelo, atravesando a los demonios, tragando a todo lo que se encontraba a su paso y también cayó de los edificios.
La batalla había iniciado.
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