Chương 561: Incluso…
Melgar estaba corriendo entre los pastizales, que eran para él tentáculos extraños de color morado que prácticamente imposibilitaban su vista.
A la vez que corría, él estaba jugando con su daga en el límite de los pastizales que fue creado por Alice.
Estaba en dos lados y en dos lugares, sintiendo y viendo dos lugares al mismo tiempo y eso fue gracias a su sombra.
Era un Demonio de las Sombras y su sombra para él era su otro cuerpo… Un cuerpo que a veces podía tratar de tomar el control, pero al final era parte de un mismo ser, él.
Ahora el verdadero estaba corriendo por los pastizales y la sombra que había tomado su verdadera apariencia con un artefacto, estaba esperando con una sonrisa.
A espalda del verdadero los gruñidos bestiales se sentían y tras un segundo, cuando el cuerpo verdadero salió de los pastizales viendo la caravana marchando, saltó y tras rodar, se giró sacando sus dagas.
Varios 'Seis patas' que eran prácticamente serpientes con patas, saltaron detrás de él mientras habría su boca para tragarlo.
"Ggg…"
Sus dos formas se difuminaron y se movieron, cortando una criatura cada una, logrando que, de las seis serpientes, cuatro fueran las únicas que cayeron de pie.
Esas serpientes con patas, soltaron un extraño siseo y antes de que pudieran atacar, su sombra se dividió en múltiples formas y Melgar dio un paso hacia atrás.
Imágenes múltiples de la cual solo una era la verdadera… Una difícil elección para esas bestias, pero para ellos era más carne para comer y atacaron.
"Mala elección." Murmuró Melgar cuando una bestia mordió el aire en donde había estado una sombra falsa y él sin piedad, clavó su daga en el ojo de la bestia cortando la carne profundamente.
Al instante siguiente, su figura desapareció y otra de esas serpientes saltó en donde había estado, mordiendo a su compañero al fallar y Melgar, esta vez apuñaló la espalda de la bestia, una y otra vez, hasta que dejo de moverse.
La sombra también se había encargado con el mismo método de las otras dos criaturas y él solo guardó los cadáveres en su anillo espacial antes de limpiar sus dagas.
Su mirada se dirigió a la parte delantera de la caravana en donde estaba la forma de guerrero de Alice dirigiendo el camino mientras que a sus pies la oscuridad se extendía a trescientos metros como un semicírculo desde su posición.
Esa forma tragaba la naturaleza, abriendo un gran espacio a cada lado para que la defensa pudiera atacar si lo deseaba y a la vez pudieran captar a los enemigos.
"Es lento…" Murmuró Melgar con seriedad.
El viaje era demasiado lento y a pesar de que parte del día duraba veinte horas, gran parte de esas horas la ocuparon viajando hasta este lugar, pero todavía faltaba.
Su objetivo era llegar a los acantilados montañosos al fin del día, pero Melgar le estaba viendo bastante dificultad.
A diferencia de la parte anterior, en donde los engullidores atacaban, aquí las bestias eran más inteligentes, pero el viaje de por sí era largo.
Que tuvieran que descansar para que los Zarquianos recuperaran su resistencia y los guardias pudieran dar un respiro o realizar sus necesidades, solo añadía más tiempo a su viaje.
Era necesario, cierto, pero no quitaba que ahora era posible que no alcanzarán su destino inicial.
—¿Tienes algo para mí? —Preguntó Melgar por el comunicador personal a Minerva.
Su misión era eliminar posibles enemigos para evitar que algunas bestias llegaran a este lugar atraído por la caravana y si fuera sincero, no le molestaba hacer esa tarea.
A diferencia de la tierra en donde había estado encargándose de dirigir el crimen, controlando el bajo mundo de Zerzura, aquí había más batalla y era libre sin tener que disfrazar su apariencia demoniaca.
Era imposible que no quisiera soltarse un poco más.
—Algunas bestias parecen haber evadido a Amnestria, si eres capaz de cazarlas antes de que lleguen a la caravana, sería bueno. —Dijo Minerva con su voz robótica.
Melgar viendo como los drones volaban por el cielo junto a una armadura de poder vacía, él la siguió moviéndose entre los pastizales.
Sus oídos captaban cualquier sonido y si bien se guiaba por el mapa, le gustaba la idea de que estaba en las mismas condiciones con su presa.
Tras avanzar unos trescientos metros, sin captar a sus enemigos, dejo que su sombra siguiera buscando a ciegas y él voló en el cielo.
"¡GRAAAAAA!"
Un poderoso rugido que logró que la naturaleza se agitara vino desde más de quinientos metros de distancia y Melgar pudo ver la enorme criatura.
Midiendo más de ocho metros de alto y superando los diez metros de longitud, Amnestria estaba en su verdadera forma, pisando a todos sus enemigos, extendiendo una poderosa presencia que consiguió que él temblara de forma inconsciente.
Extremadamente poderosa, comparada la presencia de Alba que estaba en la caravana, esa presencia era dominante.
Al principio tuvieron que contenerse ligeramente debido a que necesitaban que los engullidores no fueran atraídos, pero también buscaban no dejar rastros para los Kaniatha que según los Zarquianos eran cazadores insistentes.
Había bastante 'presas' marcadas por los Kaniatha, a los cuales memorizaron su olor y eran capaces de seguir para cazarlo y si bien Minerva utilizó los olores en drones para alejarlos en otras direcciones, ahora que estaban tan lejos no tenía sentido ser cauteloso.
Llevando a que la Gobernante del Bosque demostrara su presencia de rango SSS, advirtiendo a cualquier bestia inteligente que se mantuviera alejada de este lugar.
De cierta forma, Alba estaba haciendo lo mismo, solo que en la caravana y a la vez su presencia daba calma a los 'Escuderos' que tiraban los carruajes.
"¡GRAAAAA!"
El poderoso rugido indomable y feroz mientras la gran pantera saltaba aplastando aquellos que buscaban problemas y alejando a los demás, era sin duda impresionante.
Y Melgar entendía que solo era una pequeña parte de lo que esa bestia de rango SSS era capaz de hacer.
"¿Mm?" Dudando cuando vio que su sombra eliminó a las criaturas designadas, Melgar levantó su cabeza sintiendo una gran distorsión espacial a lo lejos.
Utilizando un binocular mágico, pudo ver que a más de tres kilómetros una grieta gigantesca apareció, pero que lo que trajo fue una maldita tormenta mágica.
Al llegar a este lugar, el clima empezó a cambiar y las nubes oscuras empezaron a moverse, dando la impresión de que una tormenta se acercaba.
"¿Es una maldita broma?" Dudó Melgar quedando boca abierta.
Había visto como la grieta se formaba tragando grandes porciones de tierra y también había visto como enormes masas de tierra o rocas cortadas caían del cielo, pero esto estaba a otro nivel.
Esa grieta dejo 'caer' un maldito fenómeno mágico que de inmediato cambio todo.
******
*BOOM*
Un relámpago cayó del cielo golpeando un dron a cien metros en el cielo, haciéndolo explotar.
La lluvia cayó con fuerza logrando que la tierra se convirtiera en barro y llevando a que Rupert, prácticamente se bañara con la intensa lluvia.
El viento tampoco fue agradable y que las gotas fueran grandes, solo fue peor, ya que fue molesto.
"¡El carruaje se ha roto!" Gritó un Zarquiano y Yaoshe que estaba encargada de esta sección, vino rápidamente.
Los Zarquianos estaban caminando por el barro, pero todos de ellos eran adultos con fuerza y resistencia, pero quienes estaban en el carruaje la pasaban mal.
Incluso cuando los drones creaban barreras a su alrededor, para evitar que los niños, los jóvenes y los enfermos estuvieran expuestos a la intensa lluvia, los malditos carruajes todavía tenían que moverse por el barro.
Los Escuderos ayudaban a fortalecer el suelo con su magia natural de tierra, pero la lluvia de por sí era muy intensa.
"Súbanlo, necesitamos volver a utilizar la magia." Ordenó Yaoshe con un grito.
Los truenos y los relámpagos complicaban la comunicación de toda clase y dificultaba demasiado la situación, por eso tuvieron que gritar.
Rupert que estaba mojado se acercó y viendo a los niños en el carruaje, lo levantó para apartarlo del camino, permitiendo que la caravana continuara.
"No se quedarán atrás, no se preocupen." Dijo Rupert revelando una sonrisa a los pequeños Zarquianos, quienes, en vez de asustarse por su expresión, mostraron expresiones aliviadas.
Ayudando a levantar el carruaje, para que un zarquiano de la casta sacerdotal lograra reponer la rueda y fortalecer todo el carruaje, Rupert lo dejo en el suelo.
"¡Gracias por su ayuda!" Grito Yaoshe mientras el carruaje volvía a ingresar en la fila sin detener la caravana.
*Boom*
Otro relámpago volvió a golpear a un dron haciendo que explotara y Rupert se volvió a mover mientras sentía su cuerpo húmedo.
Que estuviera anocheciendo y las nubes negras cubrieran todo el cielo, logró que los relámpagos fueran intimidantes debido a que todo estaba oscuro.
Los drones que eran golpeados estaban siendo utilizados para atraer relámpagos y eran drones eléctricos diseñados para resistir grandes cargas de energía, pero tras varios relámpagos explotaban de forma inevitable.
Volviendo a caminar de vuelta, encontrando este ambiente tormentoso difícil, Rupert solo mantuvo su guardia.
Esta maldita tormenta complicaba este viaje, pero él no olvidaba que ahora estaba de guardia, protegiendo esta zona de la caravana.
Aunque era difícil no distraerse y la razón vino de repente.
Desde el frente de la caravana a la distancia, salió flotando un sol tan poderoso que iluminó la noche, deshaciéndose de la lluvia y las nubes, trayendo un amanecer.
"El Amanecer Furioso." Murmuró Rupert recordando el título de Alba que había lanzado ese hechizo.
Un sol que era capaz de iluminar las noches más oscuras como un amanecer repentino y ahora ese sol, trataba de evitar que las nubes se formaran con más fuerza y a la vez ayudaba a secar el suelo.
Duro un par de minutos y luego vino de repente un gigantesco agujero negro de cinco metros, que tragó las nubes negras, los relámpagos y logrando reducir la tormenta en esta zona de forma ligera.
Un agujero negro creado por la Reina del Bosque.
"No podemos seguir de esta forma." Murmuró Rupert al darse cuenta de que el hechizo desaparecía.
La lluvia vino de forma ligera, pero en unos minutos volvería con todas sus fuerzas y si bien este corto tiempo ayudaba a que las bestias pudieran moverse mejor y ayudaba a que los drones repusieran la energía, no era posible mantenerlo durante tanto tiempo.
Alba era capaz de extender su dominio de fuego como un rango SS, pero si lo hacía sin cuidado no solo los escuderos se asustarían, sino que era posible lastimar a la gente.
Lo que la llevaba a que tuviera que lanzar hechizos controlados.
Por su parte, Amnestria utilizaba la magia de oscuridad y si bien era mortal, no iba a ser de ayuda para evitar esta maldita tormenta.
Utilizando un artefacto de limpieza y sacando un bollo caliente de pan de su anillo espacial, Rupert lo comió rápidamente mientras avanzaba.
*Boom*
*BOOM*
Los relámpagos volvieron aparecer y la lluvia cayó con mayor fuerza, pero en medio de la explosión de un dron, Rupert escuchó una explosión a su espalda.
Al girarse se dio cuenta de que, a unos cien metros, una armadura de poder fue destruida por varias bestias que avanzaron, rompiendo la formación.
El corazón de Rupert latió con fuerza y empezó a correr en esa dirección.
"¡Quédense aquí!" Rugió Rupert al rango S de los Zarquianos que estaba cubriendo la zona.
Pisando las tierras, salpicando el barro él corrió con fuerza hacia las bestias que habían hecho que un carruaje fuera golpeado y al cual estaban atacando de forma descontrolada.
Monstruos… Los Acechadores Nocturnos estaban corrompidas por el 'Caos', lo suficiente enloquecidas para ignorar la presencia de Alba y de Amnestria que estaban liberando para evitar que las bestias más débiles se acercaran.
Esas bestias tenían cuatro patas musculosas y garras negras, parecían felinos con la cabeza de un pez con largos bigotes y ahora que habían destruido a una armadura de poder y estaban luchando con los guardias, otros estaban destruyendo la barrera de drones de un carruaje.
*Boom*
Rupert que alcanzó cuando la barrera se rompió soltó un puñetazo a esa bestia y lo envió volando al otro lado, pero vio que otra bestia trató de atacar el carruaje en donde estaban unos pequeños Zarquianos y él atrapó la cola antes de tirarlo hacia atrás.
Sin embargo, su intervención permitió que su espalda estuviera indefensa y un Acechador Nocturno saltó, mordiéndole parte del hombre, desgarrando la carne.
"¡GRAAAA!"
Rupert soltó un rugido feroz y tomándolo de la cabeza, lo tiró al suelo y piso su cabeza liberando una onda de relámpagos bajos sus pies.
Protegiéndose de otro ataque, utilizando su hombro, él pudo ver que una zarquiana del carruaje destruido se arrastraba con su hijo en sus brazos, alejándose de una bestia.
Su corazón latía con más y más fuerza, apartando al acechador que mordió su brazo y mientras otro mordía su hombro, él lanzó un puñetazo atronador que extendió relámpagos y golpeó a la bestia.
Esperando haber atraído la atención de esa bestia, su expresión se volvió terrible cuando vio que la bestia continúo mirando a la madre y…
"¡GRAAA!"
El gruñido de César vino de repente y ese gran gorila saltó atrapando a la bestia del cuello y con su gran tamaño, aplastó el cuello de la bestia y lo quemo por completo.
"…"
Al segundo siguiente, las bestias que estaban cubriéndolo a él, fueron atravesadas por varios láseres que vino de una armadura de poder en el cielo.
Era fina, diferente a otras, pero a la vez era imponente y el brazo se convirtió en un cañón láser con pequeños tubos y...
"GRra…"
"Grahh…"
"GRaa…"
Liberando láseres concentrados, esa armadura de poder eliminó a todos los enemigos en un instante, al atravesarlos a todos.
"La señal de comunicación está fallando, los refuerzos están viniendo. Saquen los cadáveres de aquí y reúnan a los heridos." Ordenó una voz masculina y fría que vino de la armadura.
Rupert sintiendo que sus heridas dolían, se dio vuelta para confirmar si los Zarquianos este carruaje estaban bien y luego se giró, para acercarse a la madre zarquiana con que estaba en el suelo.
"Wa…"
La pequeña criatura lloraba, pero la madre tenía una gruesa herida en su espalda y su cuerpo estaba inmóvil… No lo había logrado.
Sacando al bebe zarquiano que lloraba mientras estaba mojado, Rupert lo puso en su gran mano y lo llevo a un anciano del carruaje.
"Mantenlo." Ordenó Rupert y sacando un artefacto de limpieza lo utilizo en él bebe y al ver que su ropa se secaba, utilizó un artefacto de curación, que a la vez revitalizaba el cuerpo.
No sabía que más hacer que esto, ya que la mayoría de los artefactos que tenía eran para curar heridas graves.
El único alivio fue que este carruaje volvió a ser protegido por barrera y que la temperatura no era tan fría en el interior, permitiendo que el anciano del carruaje se encargara con un suspiro de alivio.
"Reúnan los cuerpos. Todavía hay tiempo." Ordenó la voz que venía de la armadura de poder mientras cargaba al cadáver de la madre.
César y Rupert se miraron entre ellos y ambos fueron a buscar aquellos que ya habían muerto.
Un carruaje fue destruido, pero el asalto de la bestia fue aterrador y cuatro terminaron muriendo debido al caos, cinco con la madre.
Había bastante heridos que estaba siendo tratados por los drones y la casta sacerdotal, siendo algunas heridas feroces mordeduras.
Eran los hombres y mujeres adultos que habían estado en los costados del carruaje y no arriba, quienes fueron atacados por las bestias.
Dejando los cuerpos en una plataforma en el suelo creada por los drones que también evitaban la lluvia, la armadura de poder al ver una herida con una sustancia negra en el brazo de un zarquiano, formó un láser con su mano y le cortó el brazo.
"El Caos y el Tiempo son primordiales. Ambos chocan y si bien aquí la corrupción del 'Caos' es ligera y superficial, es mejor evitar contratiempos para la sacerdotisa." Explicó la voz llena de calma.
Lo hizo porque pudo ver que los Zarquianos y tanto él como César dieron miradas frías al verlo mutilar el cuerpo.
Sin embargo, Rupert se controló sabiendo lo que deseaba hacer y viendo un cuerpo de un zarquiano que ya no tenía nada de la cintura hacia abajo, él respiró hondo mientras veía esa armadura deshacerse de las partes corrompidas.
"Deberías preocuparte por ti mismo ahora." Gruñó César mientras utilizaba un pergamino de curación en él.
Esas malditas bestias estaban corrompidas lo suficiente para extender corrupción con sus mordeduras y garras, Rupert que estaba herido también tenía rastros en él, pero a diferencia de esos Zarquianos caídos, era un rango S.
"Estoy bien, solo pequeños cortes." Respondió Rupert con un gruñido que liberaba ondas de relámpagos que recorrían su cuerpo, quemando los rastros de corrupción y las heridas, tan solo para que se volviera a curar con el pergamino.
Como cualquier ser vivo era susceptible a la corrupción, pero los altos rangos tenían una mayor resistencia y él no era diferente.
Mientras no fuera corrompido en su totalidad, podría librarse.
Viendo que la armadura de poder terminaba con su trabajo y se distanciaba mirando al frente de la caravana, pudo ver que Aurora llegaba.
Su cuerpo estaba mojado y su armadura de batalla estaba sucio con sangre, dejando ver que había estado luchando en otra parte.
"Cinco fallecidos." Murmuró Aurora con una expresión fría que nadie podía leer.
Cinco Zarquianos acaban de morir por este ataque y el llanto de los carruajes cercanos, mostraba el dolor de sus conocidos.
Los drones crearon una barrera para evitar la lluvia cayera en sus alrededores, pero los relámpagos y truenos siguieron sonando.
"La vuelta de la tormenta interrumpió la comunicación de Minerva, impidiendo que los patrulleros Zarquianos avisaran y solo quedo la comunicación dimensional." Informó la armadura de poder.
Era una persona que conocía a su 'jefa' y que estaba en la tierra… Rupert había escuchado que Aurora comentó algo del tema, pero no lo recordó, ya que no cambiaba demasiado la situación.
Ahora se dio cuenta de que si cambio, debido a que mientras la comunicación local estaba afectada por la tormenta, la comunicación dimensional estaba presente y él pudo venir rápido.
Aurora dio un asentimiento y mirando hacia atrás, notó como la Sumo Sacerdotisa Xaali aparecía.
"¿Puedes?" Preguntó Aurora y lo único que recibió fue un asentimiento de esa sacerdotisa, que la ayudó a mejorar su expresión.
La Sumo Sacerdotisa Xaali camino por la lluvia sin que las gotas de agua tocaran su cuerpo y al acercarse a la barrera en donde estaban los cinco cuerpos, se arrodilló en el barro.
Primero el espacio se estancó alrededor de los cuerpos, difuminando la realidad y sus figuras, dando la impresión de que ni siquiera estaban en el mismo espacio e incluso tiempo.
Entonces las figuras empezaron a mostrar cambios notables.
Aquel cuya parte inferior no estaba, apareció de repente al igual con aquel cuyo brazo había sido cortado por estar corrompido.
Los cuerpos se reintegraron de inmediato e incluso las ropas y lo siguiente fue una distorsión ligera cuando una presencia apareció sutilmente y…
"¡Mi bebe!"
Una zarquiana se levantó asustada cuando el espacio volvió a la calma y la Sumo Sacerdotisa Xaali daba una expresión de ligero agotamiento.
Literalmente había vuelto el tiempo hacia atrás, reviviendo a cinco personas… Y era obvio que estaba cansada.
Había regresado el tiempo, ya que incluso la ropa que llevaban volvió a su estado original.
"¿Pueden ayudarlos?" Preguntó Aurora a un rango S zarquiano que estaba con los ojos abiertos, lleno de sorpresa.
El zarquiano reaccionó y ayudó a los que acababan de despertar, diciéndole a la madre que su hijo estaba bien.
Llevándolos a un carruaje, que estaba cubierto por la barrera de los drones que evitaba la lluvia.
"Gracias por tu duro esfuerzo." Dijo Aurora mirando a la Sumo Sacerdotisa Xaali.
No era una curandera completa, pero el poder que era capaz de ejercer, resultaba ser más que aterrador.
Rupert estaba bastante sorprendido a pesar de que lo había visto antes.
"No estoy a la altura de la Cardenal Najjar y no puedo ejercer el poder que ella ejerce." Respondió la Sumo Sacerdotisa Xaali y con un suspiro algo agotada, añadió. "También tuvimos suerte. Hay algunos factores que pueden ser decisivos a la hora de revivir. Una cosa es traer un cuerpo y la otra es devolver un alma corrompida a su estado original."
El 'Caos' en su forma más pura era capaz de corromper las almas de los seres vivos… Rupert había estudiado sobre el tema y si bien no entendía la complejidad, comprendía el peligro.
También dio una mirada de reojo a la armadura de poder, que fue quien actuó más rápido que todos.
"Entiendo. De igual forma, absolutamente nadie debe confiar en ser revivido. Estas son excepciones, que puede que ustedes no se vean beneficiados." Dijo Aurora mirando principalmente a ellos dos y cuando Rupert asintió, declaró. "Vamos a descansar cerca, así que vayan a prepararse."
Le estaba mirando a ellos dos que eran los más 'jóvenes', pero también eran palabras para los Zarquianos que estaban sorprendidos por ver a su gente volver a la vida.
Aurora no deseaba que nadie se confiara en que podía ser revivido y fuera imprudente pensando que volvería a la vida.
Estas situaciones eran excepcionales y había muchos factores que limitaban volver que fueran revividos, lo que significaba que debían actuar pensando en que morirían… Tomando decisiones de forma inteligente.
La caravana volvió a prepararse y lo que acababa de suceder con el ataque, dejo una atmosfera sombría.
Los errores sucedían y siempre había situaciones inesperadas, como que la comunicación no funcionara y Minerva no pudiera avisar o que la patrulla fuera tomada por sorpresa y el carruaje asaltado.
Pero cada error significaba que debían prestar más atención y no bajar su guardia en ningún momento.
Después de todo, había demasiadas vidas sobre sus espaldas.
******
Sentado en una pequeña plataforma observando la barrera creada por los drones, Zrag mantuvo su expresión en control.
La humanidad, básicamente los terrícolas tenían tecnología más avanzada que en su mundo y era lo mismo con la magia.
Había escuchado del lugar llamado Terra nova y había visto algunas razas de ese lugar, pero siempre le sorprendía las capacidades.
Ya sea cuando la Sumo Sacerdotisa Xaali utilizó su poder para revivir a la gente o ahora que los drones crearon una gigantesca barrera.
Si bien el primero era el poder del Dios al cual servía, era un poder… Demasiado impactante.
¿Qué hubiera pasado si él hubiera podido revivir a las buenas personas que perdió en su camino? Una parte de él, sintió que ese supuesto Primordial, era parcial.
Si ellos hubieran tenido solo un sacerdote de su clase… Ese pensamiento se detuvo y fue eliminado de su mente.
Zrag no se iba a poner a pensar en el pasado o iba a creer que era injusto, ya que él mismo fue favorecido por la 'voz' que lo había guiado a la salvación.
Todo lo demás lo hizo utilizando su fuerza y por medio de su inteligencia y ahora su gente estaba en la tierra a salvo y él estaba aquí, mostrando que era parte de la tierra, no como un 'invitado' o extranjero, sino que como un 'terrícola'.
Sintiendo unos pasos, Zrag giró su cabeza hacia atrás, viendo que, desde unas raíces, una persona salía.
El campamento no solo fue protegido por una gigantesca barrera, sino que el Gran Sacerdote Yulong con la ayuda de su Guardiana, crearon un gigantesco domo de raíces, que ocultaba sus presencias y los mantenía protegido de la lluvia.
Y esa lluvia continuaba a pesar de que no con la intensidad de antes.
"No creo que sea hora del cambio de guardia." Dijo Zrag mirando a la joven, que se acercaba a su posición.
"No, no lo es. No podía dormir, así que quise tomar aire." Respondió la jefa de la expedición, la joven que llamaban Aurora.
Era joven… Zrag había visto bastante humanos, pero ella era una de las jóvenes más fuertes que había visto y la hermana, era la más poderosa.
Aurora al acercarse sacó su espada y la clavó en el suelo, creando un banco de aura celeste en el cual se sentó.
La forma que controlaba el aura para ser capaz de hacer eso dejo en claro, que su control estaba en lo más alto.
Zrag volvió a mirar hacia adelante.
Ellos estaban entre el campamento y la barrera exterior de drones, permitiéndole escapar de la lluvia y dándole la posibilidad de mirar alrededor, que estaba vacío.
Todavía seguían en el campamento, cerca de donde había sido el ataque, pero se decidió acampar aquí debido a que la tormenta dificultaba el viaje.
Solo que alrededor en plena oscuridad no se veían los pastizales y eso era porque Alice tragó cerca de un kilómetro alrededor, dejando este lugar prácticamente desierto.
Manteniendo su vigilancia, él sacó su gran espada y dejándola en su regazo, empezó a limpiarla suavemente.
"Una buena espada merece una buena limpieza, ¿no lo crees?" Preguntó Zrag con curiosidad.
Ella era un espadachín y la había visto moverse de forma natural.
Estaba seguro de que, si se enfrentaba directamente a ella, solo con su experiencia en batalla, era muy seguro que perdería.
No había peor enemigo que uno que fuera capaz de moverse de forma tan natural, atacando, defendiendo y esquivando con agudeza y entendimiento, justo como ella.
A diferencia de otros humanos de su mundo no tenía una 'escuela' o un estilo con movimientos de espadas especiales y solo se centraban en pura destreza de combate, lo que la convertía en una oponente aterradora.
"Oh, sí. La tengo un poco olvidada." Murmuró Aurora levantándose cambio su espada por otra para mantener el asiento y añadió. "Incluso un arma necesita un poco de mantenimiento, ¿no?"
"Cada herramienta necesita ser cuidada con atención, para poder usarla cuando sea necesario." Respondió Zrag limpiando su espada con cuidado.
Ella no había hecho una pregunta y fue como si lo dijera para sí misma, pero Zrag respondió de forma voluntaria.
Ya fuera que lo viera como un arma, una herramienta o un medio para asesinar o lograr su objetivo, era necesario mantener cierto mantenimiento, para cuando lo volviera a utilizar.
Después de todo, a nadie le gustaría que su herramienta fallara cuando fuera necesario, aunque Zrag pensaba que la espada de la joven era impecable.
Sin decoraciones, sin añadidos, era una espada simple y perfecta cuya única utilidad era ser utilizada como arma.
Tras terminar su limpieza Zrag levantó su gran espada con una mano y a pesar de que la apariencia no cambiaba, podía sentir su concepto rodeando y fortaleciendo su espada.
Una espada común, podría no soportar su concepto, pero esta espada si lo hizo y fue de gran ayuda.
Fue una herramienta para salvar a su gente, pero ahora que estaba a salvo era difícil no verla como algo importante.
"Es un aura impresionante." Murmuró la joven cuando termino de limpiar su espada.
"Lo es y me fue muy útil en mi mundo." Respondió Zrag y dando una media sonrisa, añadió. "Aunque solo sirve para algunas situaciones y para la mayoría es insuficiente."
Perfecta para eliminar criaturas corrompidas por el 'Caos' o verdaderos monstruos aterradores, pero insuficiente para eliminar a cualquier otra criatura.
No significaba que fuera débil, ya que incluso sin su aura, su propia fuerza, experiencia y capacidad era mortal, pero luchando en contra los monstruos, esa mortalidad se triplicaba.
"No es tan multifacética como tus auras." Dijo Zrag y recordando el informe personal, murmuró. "¿Una 'artista' era? Es impresionante."
Los informes que leyeron los miembros de la expedición no eran los 'oficiales' y públicos, eran aquellos informes personales que eran creados con toda la información de los miembros, revelando los puntos fuertes y las verdaderas capacidades de los miembros de la expedición.
En ellos estaba revelado la capacidad de esa joven, como una luchadora y a la vez como un espadachín y su concepto que ella llamó 'Artista'.
La única persona que no tenía tantos detalles era Alice, pero la poca información ya era impresionante y mortal, detallando que era una persona a la cual se podía confiar, pero que era obligatorio no enojarla o robarle sus papitas.
Para Zrag era normal… ¿Quién en su sano juicio le robaría la comida a un rango SS?
"Si… Ese es el nombre que le dio mi maestro, suena vergonzoso lo sé." Dijo Aurora en respuesta y dando una sonrisa casual, dudó. "Sé que es impresionante, pero… ¿Me creerías si dijera que deseo más?"
Cuatro auras con sus ventajas y desventajas, no podían detenerla y todavía seguía deseando más y ser más fuerte.
¿Ambiciosa o avariciosa?
¿Quería ser más fuerte y como no podría querer serlo? Tan solo con ver este mundo siendo destruido, llevaría a que cualquiera sintiera que su propia fuerza era insignificante.
Zrag que había visto su mundo siendo corrompido entendía mejor que nadie el deseo de querer más y también entendió, el nombre.
"Mi concepto lo llaman 'Espada de la Salvación'. Es un título vergonzoso, pero vino de mi deseo de salvar a mi gente… De salvarla del 'Caos' que estaba corrompiendo mi mundo y por eso obtuve este concepto al ascender." Respondió Zrag y observando el cielo cuya tormenta, empezaba a calmarse, añadió. "No conozco sobre este mundo, pero sé algo. Nuestra voluntad, nuestro deseo de fuerza y deseos de cambiar nuestros alrededores es respondido."
¿Cuánto tiempo había querido obtener una forma de enfrentarse al 'Caos' que corrompía su mundo? Fue un deseo tan intenso que obtuvo una respuesta, la capacidad de cortar a los monstruos, purificándolo para impedir que se curaran.
Entendía que los terrícolas veían al aura de espada como la experiencia acumulativa de la persona que utilizaba la espada.
Conocimiento, experiencia, sucesos de su vida y Zrag también creía en eso, pero también era la voluntad de la misma persona, que influía en este mundo de una manera única.
"Es esta respuesta que permite que nuestra voluntad cambie nuestros alrededores, como si buscara que llenáramos un vacío. No creo que esta respuesta venga de un 'Dios' o un 'Ser Supremo', siento que viene del mundo… O tal vez del universo." Dijo Zrag y viendo que ella estaba atento a sus palabras filosóficas, dio una sonrisa y anunció. "Creo que todo desafío puede ser superado… Y que toda necesidad puede ser respondida."
"¿Incluso para lo que le sucede a este mundo?" Preguntó Aurora de forma instantánea.
Su expresión solemne y sus ojos serios dejaban ver que tal como él pensaba lo que había visto la afecto… Y era normal que la afectara, igual que él cuando vio que el 'Caos' estaba consumiendo su mundo.
Ahora esa jovencita estaba preguntando si las 'respuestas' de las cual hablaba también podían ser encontradas para desafíos como el que enfrentaba este mundo.
Aquel desafío insuperable que era un mundo siendo tragado por un agujero negro, dando la sensación de que individuos insignificantes como ellos no podían hacer nada.
¿Era posible conseguir una respuesta para enfrentar tal desafío?
"Sí." Respondió Zrag y sin ningún atisbo de duda, añadió. "No sé la respuesta, pero sé que existe, que está presente. Lamentablemente la desconozco."
No estaba mintiendo y tampoco trataba de animarla, para él no tenía sentido hacerlo y ella no parecía necesitar ánimo… Ella había visto el fenómeno de forma directa a diferencia de ellos y había sentido la conmoción con mayor fuerza, pero su respuesta no cambiaba.
Ese desafío podía ser superado, solo que la respuesta de cómo lograrlo no estaba a su alcance y tal vez nunca lo estaría.
No obstante…
"Solo sé que existe." Dijo Zrag y viendo la joven, señaló. "Tal vez tú puedas encontrarla."
¿Por qué esas palabras salieron de repente? No la conocía lo suficiente como para tener la confianza en ella, pero había sentido… Que era lo correcto.
Muy similar al sentimiento que había tenido cuando estaba en su mundo y la voz le hablaba… Ese pensamiento paso desapercibido cuando vio que la lluvia se detenía y los relámpagos empezaban a desaparecer, dejando una noche oscura.
"Tal vez…" Respondió Aurora y levantándose de su asiento, guardando sus espadas, comentó. "Iré a prepararnos. Esta noche será largo."
Con esas palabras la joven volvió al domo de naturaleza y Zrag al verla retirarse soltó su suspiro.
Ignorando ese sentimiento que había sentido.
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