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53.4% EL Mundo del Río / Chapter 149: EL LABERINTO MÁGICO SECCIÓN 5 - Soliloquio de Burton (16)

Chương 149: EL LABERINTO MÁGICO SECCIÓN 5 - Soliloquio de Burton (16)

Soliloquio de Burton (16)

Al principio, Samuel Clemens intentó evitar a Cyrano de Bergerac tanto como le fue posible. El receptivo francés detectó rápidamente eso, pero pareció no sentirse ofendido por ello. Si se sintió, supo ocultar con éxito su reacción. Siempre estaba sonriendo y riendo, siempre educado, jamás frío. Actuaba como si le cayera bien Clemens, y no hubiera ninguna razón para lo contrario.

Tras un cierto tiempo varios años, Sam empezó a cobrarle afecto al hombre que había sido el amante de la esposa terrestre de Sam. Tenían mucho en común: un intenso interés en la gente y en los utensilios mecánicos, un gusto por la literatura, una constante devoción al estudio de la historia, un odio hacia la hipocresía y el fariseísmo, una aversión hacia los aspectos malevolentes de las religiones, y un profundo agnosticismo. Aunque Cyrano no procedía, como Sam, de Missouri, compartía con él una actitud de

«muéstrame».

Además, Cyrano era un adorno en cualquier fiesta, pero nunca intentaba dominar la conversación.

De modo que un día Sam habló con su otro yo, Mark Twain, acerca de sus sentimientos hacia de Bergerac, en la intimidad de su suite. El resultado fue que Sam se dio cuenta entonces aunque muy dentro de sí mismo lo había sabido siempre que había sido muy injusto con Cyrano. No era culpa del hombre el que Livy se hubiera enamorado de él y se hubiera negado a abandonarle por su ex marido cuando volvieron a encontrarse. No, realmente, era culpa de Livy. Ella sólo había podido hacer lo que su temperamento innato y sus circunstancias predeterminadas le habían obligado a hacer. Y Sam había actuado del modo que su carácter innato, «marca de agua», y circunstancias, le habían obligado. Ahora, como resultado de otro aspecto de su carácter surgido de las profundidades, más el inevitable empuje de los acontecimientos, había cambiado su actitud hacia Cyrano. Después de todo, era un buen tipo, y había aprendido a lavarse regularmente, y a mantener sus uñas limpias, y a dejar de orinar en los rincones al final de los pasillos.

Aunque Sam creía realmente que era un autómata cuyos actos estaban programados, no se conocía a sí mismo. A veces, pensaba que esta creencia en el determinismo era tan sólo una excusa para escapar a su culpabilidad con respecto a algunos asuntos. Si esto era cierto, entonces estaba ejerciendo el libre albedrío al edificar la explicación de que él no era responsable de nada, bueno ni malo, de lo que hacía. Por otra parte, un aspecto del determinismo era que proporcionaba a los seres humanos la ilusión de que disponía de libre albedrío.

En cualquier caso, Sam dio la bienvenida a Cyrano a su compañía y le perdonó por algo de lo que realmente no necesitaba ser perdonado.

De modo que ahora, hoy, Cyrano era uno de los miembros del grupo invitado por Sam para hablar acerca de algunos desconcertantes aspectos de lo que Sam llamaba «El Caso de X». Los demás eran Gwenafra (la compañera de cabina de Sam), Joe Miller, de Marbot, y John Johnston. Este último era un hombre enorme, más de metro noventa de estatura y cien kilos de peso, sin un solo gramo de grasa en él. Su cabeza y pecho estaban cubiertos de un pelo rojizo; tenía unos brazos extraordinariamente largos y unas manos que parecían tan grandes como las pezuñas de un oso gris. Sus ojos azul grisáceos eran a menudo fríos o soñadores, pero podían ser lo suficientemente cálidos cuando estaba con amigos de confianza. Nacido aproximadamente en 1828 en Nueva Jersey, descendiente de escoceses, había ido al Oeste para cazar en las montañas en

1843. Allí se había convertido en una leyenda incluso entre los legendarios hombres de las montañas, aunque pasaron varios años antes de que empezara a hacerse famoso. Cuando un grupo errante de descastados guerreros crows mataron a su esposa india y a su hijo aún no nacido, Johnston juró venganza contra todos los crow. Mató a tantos de

ellos que los crows enviaron a veinte jóvenes guerreros a seguirle el rastro y matarlo, y no se les autorizó a volver a su tribu hasta que hubieran realizado su trabajo. Uno tras otro lo localizaron, pero fueron ellos quienes resultaron muertos por Johnston. Este extrajo sus hígados y se los comió crudos, la sangre resbalando por su rojiza barba. Fue esta hazaña lo que le valió el sobrenombre de «Comedor de Hígados» y «Asesino de Crows». Pero los crows eran una gran tribu, digna, honorable, y con valerosos guerreros. De modo que un día Johnston decidió terminar con su venganza y, habiéndoles informado de su decisión, se convirtió en un buen amigo suyo. Fue también un jefe de los shoshoni.

Murió en 1900 en el Hospital de Veteranos de Los Angeles, y fue enterrado en el atestado cementerio de allí. Pero en los años 1970, un grupo que sabía que él nunca podría descansar en paz allí, no el hombre que se sentía injuriado si su vecino más próximo estaba a menos de ochenta kilómetros de distancia, hizo que sus huesos fueran trasladados a la ladera de una montaña en Colorado y enterrado de nuevo allí.

«Comehígados» Johnston había mencionado varias veces en el barco que él nunca se había visto obligado a matar a un hombre blanco (en la Tierra), ni siquiera a un francés. Su observación había inquietado un poco a de Marbot y a Cyrano en un principio, pero más adelante habían empezado a apreciar y a admirar al enorme montañés.

Tras tomar unas cuantas copas y fumar algunos cigarrillos y puros y charlar de temas intrascendentes, Sam planteó el tema del que más deseaba hablar.

He estado pensando en el hombre que se hacía llamar Ulises dijo. ¿Recordáis lo que dije de él? Vino en nuestra ayuda cuando estábamos luchando contra Von Radowitz, y fue su arco el que mató al general y a sus oficiales. Afirmó ser el Ulises histórico, el auténtico hombre al que tantas leyendas e historias increíbles se le adjudicaron luego y cuyas hazañas proporcionaron a Hornero el material para su Odisea.

Nunca llegué a conocerlo dijo Johnston. Pero acepto tu palabra al respecto.

Sí. Bien, él dijo que también había sido contactado por un Etico y enviado Río abajo para ayudarnos. Tras la batalla estuvo por ahí durante un tiempo, pero cuando fue Río arriba acompañando a una expedición comercial desapareció. Se esfumó de la vista como si hubiera caído por una trampilla.

»Lo que lo hace particularmente importante es que su relato de su contacto con el Etico era más bien extraño. El Etico que habló conmigo, X, el Misterioso Extraño, era un hombre. Al menos, su voz era sin lugar a dudas masculina, aunque supongo que podía haber sido alterada. Fuera como fuese, Ulises me dijo que su Etico era ¡una mujer!

Sam exhaló un bocanada de humo verde y miró a los arabescos de cobre del techo como si fueran jeroglíficos que contuvieran la respuesta a sus preguntas.

¿Qué puede significar eso?

O que estaba diciendo la verdad, o que mentía dijo Gwenafra.

¡Correcto! ¡Esa encantadora mujer acaba de ganarse un buen cigarro como premio! O bien hay dos Éticos renegados, o el que decía ser Ulises era un mentiroso. Si era mentiroso, entonces podía ser mi propio Etico, X. Personalmente, creo que era el mío, y el vuestro también, Cyrano. y John, y creo que estaba mintiendo. De otro modo, ¿por qué X no nos dijo que eran dos, y que uno de ellos era una mujer? Eso hubiera sido muy importante. Sé que no tenía mucho tiempo para hablar con nosotros porque los otros Éticos estaban siguiéndole el rastro, echándole el aliento al cuello. Pero a buen seguro ese sería un dato que no dejaría de facilitarnos.

¿Por qué debería mentir? preguntó de Marbot.

Porque... aquí Sam apuntó su cigarro hacia los arabescos él sabía que podíamos ser atrapados por los otros Éticos. Y que podían arrancarnos su falsa información. Eso los confundiría y los alarmaría aún más. ¿Qué? ¿Dos traidores entre ellos? ¡Cielos! Y si nos aplicaban algún tipo de detector de mentiras, verían que no estábamos mintiendo. Después de todo, creíamos lo que Ulises nos había dicho. Lo que

X nos había dicho, debería decir. ¡Esa era precisamente la forma de confundir aún más las cosas! ¡Sin lugar a dudas! ¿Qué es lo que pensáis de eso?

Hubo un corto silencio, luego Cyrano dijo:

Pero si eso es cierto, ¡hemos visto al Etico! ¡Y sabemos cuál es su aspecto!

Eso no es necesariamente cierto dijo Gwenafra. Seguro que debe tener muchas formas de disfrazarse.

Indudablemente dijo Cyrano. ¿Pero puede cambiar su altura y su físico? El pelo y el color de los ojos quizá, y algunas otras cosas. Pero no...

Creo que podemos afirmar que es bajo y que tiene un cuerpo muy musculoso dijo Clemens. Pero hay varios miles de millones de otros hombres con las mismas características. Lo que tenemos que hacer es eliminar la posibilidad de que haya una mujer Etica que sea también una renegada. Al menos, esa es mi opinión.

Es posible dijo Johnston que fuera un agente que descubriera que habíamos sido contactados por X, y que estuviera intentando confundirnos.

No lo creo dijo Sam. Si fuera un agente que supiera tanto como eso, hubiéramos tenido a los Éticos sobre nosotros en menos tiempo del que tardaría un político en vender a su madre para ganarse unos cuantos votos. No. Ese Ulises era el señor X.

Pero dijo Gwenafra eso... eso nos lleva mucho más hondo de lo que parece.

¿Qué hay acerca de la descripción de Gulbirra de Barry Thorn? Se parecía a Ulises en algunos aspectos. ¿Podía tratarse también de X? ¿Y qué hay de ese que se decía alemán, Stern, que intentó matar a Firebrass? ¿Quién era? Si era un agente, no podía ser un colega de Firebrass. Después de todo, creemos que Firebrass era un agente, y fue hecho saltar por los aires por X a fin de que no pudiera penetrar en la Torre antes que él. Firebrass nos mintió cuando nos dijo que era uno de los reclutas de X. El...

No dijo Cyrano. Quiero decir, sí. Parece que era un agente de los otros Éticos. Pero si sabía tanto acerca de nosotros, ¿por qué no informó a los Éticos y los echó inmediatamente sobre nuestras gargantas?

Porque dijo Sam, por alguna razón, no podía comunicarse con los Éticos. Creo que todo fue debido a que empezaron a producirse algunos problemas en la Torre. Cómo o por qué, no lo sé. Pero tengo la impresión de que allá por la época en que Ulises desapareció, mejor dicho, X se desvaneció, todo el proyecto de los Éticos empezó a deteriorarse. No nos dimos cuenta en aquel momento, pero fue poco después cuando cesaron las resurrecciones. No fue hasta que el No Se Alquila llevaba un buen trecho de su recorrido cuando empezaron a llegarnos informes de que las resurrecciones se habían detenido. Cuando estábamos en Parolando observamos algo, pero pensamos que se trataba simplemente de un fenómeno local.

Hum dijo Cyrano. Me pregunto si ese tipo Hermán Goering, el misionero muerto por los hombres de Hacking, fue resucitado. Era un tipo extraño, ése.

Era un buscaproblemas, ése dijo Sam. De todos modos, quizá Firebrass les dijo a los Éticos que había conseguido localizar a alguno de los reclutas de X. Pero los Éticos le contestaron que no podían hacer nada al respecto por un tiempo. Firebrass tenía que descubrir todo lo que le fuera posible de nosotros antes de regresar. También tenía que decirles si veía a alguien que se pareciera a X, de modo que pudieran saltar sobre él en el momento adecuado. ¿Quién sabe? Pero... Me pregunto si Firebrass plantó algún detector en nosotros a fin de saber si X venía a visitarnos de nuevo. Aunque nunca lo hizo.

Creo dijo Cyrano que X quedó varado después de que se alejara de nosotros como Ulises.

Entonces, ¿por qué no volvió a unirse a nosotros como Ulises? Cyrano se alzó de hombros.

Porque no pudo abordar el No Se Alquila restalló de pronto SamPasamos junto a él durante la noche. Pero había oído que Firebrass estaba construyendo un dirigible para ir directamente hasta la Torre. Eso resultaba incluso mejor para él que el No Se

Alquila. Pero como Ulises, un antiguo heleno, no estaba cualificado para obtener un puesto en la aeronave. De modo que se convirtió en Barry Thorn, un aeronauta canadiense con mucha experiencia.

Pero yo dijo Cyrano provenía del siglo xvii, y sin embargo fui piloto del Parseval. Y John de Greystock era de un tiempo mucho más anterior, y sin embargo se convirtió en el capitán del dirigible pequeño.

Pese a lo cual dijo Sam X tendría muchas más posibilidades de ser aceptado en el Parseval si tenía experiencia. Sólo que... Me pregunto dónde obtuvo esa experiencia.

¿Por qué un Etico debería saber algo de dirigibles?

Si vives mucho tiempo o eres inmortal, quizá llegue un momento en que lo aprendas todo acerca de todo, simplemente para pasar el tiempo dijo Gwenafra.


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