Cuando Julius tosió dolorosamente y pasó a estar a salvo de la muerte, Ricardo se sintió aliviado por un instante y enérgicamente enfrentó la situación actual, agarrando su enorme machete.
_Roy: ¡Bienvenido de nuevo! ¿Quieres comer? ¿Quieres que te invite a comer ¿O tal vez, ce-n-ar?
_Ricardo: Vuerve a meter tu lengua en tu mardita boca, mardito mocoso. Te enseñaré lo que pasa cuando te burlas de los a'urtos como los mocosos de nuestra casa.
_Roy: Bue~no, bueno, no vayamos más lejos. Nosotros… no deseamos alguien con cara de perro como comida, de todos modos. Si no quieres jugar con espadas o puños… ¿te parece bien esto?
Alphard, con una sonrisa, extendió sus manos, e inmediatamente Ricardo se puso más alerta.
Sin dejar de mirar cierta cosa, Ricardo apretó los dientes con fiereza.
— En el canal de agua detrás de Alphard, una columna de agua se elevaba en un remolino; parecía el cuello de un dragón de agua.
_Ricardo: Habili'ad con la espa'a, artes marciales, y esta vez, magia. ¿Qué demonios eres?
_Roy: Somos magos anónimos no practicantes, que ni siquiera podían ser mirados con orgullo por nuestra familia. ¡Es broma—!
Inmediatamente después de que Alphard sacara la lengua, la punta de la columna se dirigió hacia Ricardo.
Aunque era sólo agua, su impulso y masa eran suficientes para aplastar el cuerpo de un ser vivo. Además, Julius estaba detrás de él, así que tampoco podía elegir esquivarlo.
_Ricardo: Ahora verás. WA, ¡¡HAAAAAHHH—!!
Clavando su machete en el suelo para que su cuerpo no se moviera del sitio y abriendo su gran boca, Ricardo lanzó una Onda Rugido.
De los tres subcomandantes de Colmillo de Hierro, dos de ellos ya habían demostrado su capacidad de cooperar en el ataque de Onda Rugido. Sin embargo, Mimi había desarrollado esta técnica imitando a Ricardo, y Ricardo dijo que era originalmente suya.
Sin embargo, en comparación con Mimi, que reduce la carga de lanzar la Onda Rugido dividiéndola con sus hermanos, para el cuerpo de una sola persona era una enorme carga.
Cuando sintió que el agua turbia caía sobre su cuerpo que estaba aferrado al machete clavado, el rugido destructivo salió de la garganta de Ricardo.
_Roy: Vaya, increíble—.
Incapaz de escuchar esa voz de admiración, la Onda Rugido de Ricardo se estrelló contra la masa de agua turbia.
La ola chocó de frente, y el agua con una masa de varias toneladas se dispersaba y se evaporaba en la niebla. Después de unos segundos, la destruida corriente de agua fangosa golpeó la plaza como la lluvia, inundando el pavimento de piedra.
Ricardo apoyó todo su peso sobre su machete y colapsó.
_Ricardo: Eso… sí que fue intenso. Incluso er borde de mi boca, se cortó un poco, ¿eh?
El daño residual en sí mismo dejó a Ricardo en blanco durante mucho tiempo, lo que lo agobió aún más después de la Onda Rugido. Sin embargo, respirando irregularmente, logró levantarse a fuerza de voluntad.
Alphard no se vio afectado en absoluto, sin mostrar ningún signo de agotamiento. Él sólo estaba bailando.
_Roy: ¡Impresionante impresionante—! ¡Hacía tiempo que no veíamos a nadie soportar eso! ¡Tanto tiempo que no hay ni un rastro de ella ni siquiera en nuestros, nuestros recuerdos! ¡Qué bien, bien eh, muy bien, creo que bien, tal vez bien, bien ¿no?, bien ¿verdad?, bien ¿no crees?, creo que parece bien, precisamente porque parece bien—!
_???: — Tu discurso repetitivo termina aquí.
_Roy: Vaya, es el gran retorno de nii-sama. Aterrador, tierno, envidiable.
Delante de Alphard, quien negó con la cabeza, Julius estaba de pie junto a Ricardo.
Su cara estaba pálida, y su uniforme de caballero estaba teñido de sangre. Su aliento era incluso ligeramente irregular, y era completamente imposible decir que estaba en su mejor forma. Aun así,
_Julius: Gracias por la ayuda, Ricardo.
_Ricardo: Sí, te ayu'é. Y haré que le informes mis esfuerzos apropia'amente a la Señorita para que me den una bonificación temporar.
_Julius: Sobre eso, te aseguro que hablaré muy bien de ti.
Agarrando su espada de caballero, Julius tocó el hombro de Ricardo y posteriormente miró a Alphard. Sintiendo esa mirada, el blasfemo sonrió, se ruborizó y retorció sus labios irritantemente.
Sus expresiones faciales, acciones e incluso su forma de luchar estaban espeluznantemente llenos de parches discordantes.
O tal vez, eso mismo estaba relacionado con su Autoridad de Glotonería.
_Julius: Con tal destreza en el uso de espadas, artes marciales e incluso magia, ¿por qué te alineaste con el mal? Ese poder podría haber sido utilizado para otra cosa, algo mejor.
_Roy: Otra cosa, ¿eh? Por ejemplo, ¿qué otras cosas considerarías, nii-sama?
"Nii-sama"; incluso su forma de dirigirse a él era inquietante.
Cada vez que la lengua de Alphard la decía—cada vez que pronunciaba eso con un tono extravagante y una actitud engreída, esa palabra perdía su valor para Julius.
— Aunque Julius no tiene familiares que le llamen así.
_Julius: Por ejemplo, un caballero. Por ejemplo, un mercenario. Por ejemplo, un héroe. El poder descuidado cae fácilmente en las manos del mal, y la fuerza se convierte en violencia contundente. Por eso…
_Roy: ¡Pensamos que lo dirías—! ¡Pensamos que dirías eso, nii-sama! Pensamos que el nii-sama que nosotros conocemos, el nii-sama en el que nosotros confiamos, diría eso. ¡Lo pensamos—!
Deteniendo abruptamente la conversación, Alphard saltó y se acercó a Julius.
Julius sostuvo su espada de caballero en posición vertical y atacó la patada que se acercaba. Como si tuviera placas de hierro pegadas a sus talones, el corte de espada no causó ningún daño.
Alphard giró bruscamente y continuó su aluvión de patadas desde un ángulo bajo, mientras se contorsionaba, haciendo retroceder a Julius.
Ante sus intensos y fuertes movimientos, incluso Ricardo perdió de vista el ritmo de sus ataques y ahora era incapaz de interrumpir.
_Roy: ¡¿Te acuerdas de cuando éramos niños?! ¡Cuando nos enfermamos y caímos en cama, le preguntamos a nii-sama si podía traernos una monzana del árbol del jardín—!
_Julius: ¡Diciendo lo que te da la gana...! No recuerdo tal cosa. ¡Deja de imponer tus propios delirios aleatorios a los demás!
_Roy: ¡Nosotros y nii-sama todavía éramos pequeños, y nii-sama primero dijo que era imposible y que renunciáramos—! ¿Te acuerdas? ¿No te acuerdas? ¡Pero nosotros, sólo porque nii-sama trató de detenernos, terminamos queriendo esa monzana aún más—! ¡Si hubiéramos hecho lo que nii-sama dijo que era imposible, nosotros seríamos increíbles! ¡Nuestra confianza aumentaría! ¡Realmente pensamos eso, e~h!
_Julius: ¡¿Qué estás… qué estás diciendo?! No sé lo que dices; ¡no lo sé!
Julius bloqueaba con la espada de caballero sus patadas, su talón, su patada giratoria, su patada recta, su patada de salto alto, su salto mortal, su patada giratoria hacia atrás,…
Ya sus brazos estaban entumecidos, sus órganos internos estaban marcados por el dolor, y podía sentir el sabor de la sangre en su boca. No, era diferente del sabor de la sangre pura, ya que ésta era su sangre mezclada con vómito. Justo ahora, se mordió los labios. Él se lo preguntaba, justo ahora.
Julius no podía evitar escuchar atentamente los delirios de Alphard.
_Roy: ¡Por lo que pasó después, nosotros—! ¡Nosotros—! ¡Nii-sama—!
_Julius: ¡hk!
_Roy: ¡Siempre, siempre pensamos en eso—! ¡Siempre, siempre lo sentimos—! ¡Que éramos diferente! ¡Que éramos sólo una carga—! ¡Cómo solía ser eso! ¡Y cómo es ahora! ¡Qué sensación tan buena! ¡Así que era esa sensación! ¡A~h, esto se siente tan bien, e~h! ¡Finalmente lo entendemos!
_Julius: ¡¡No sé nada, NADA DE TI, BASTARDO!!
Habiendo sido forzado a decir lo que pensaba, Julius estalló de rabia.
Sosteniendo su espada de caballero con inmensa fuerza, intentaba atacar siempre que encontraba una brecha en la posición de Alphard. Golpeando, perforando, pateando, aporreando, enredando, esquivando.
Un corte teñido de furia y hostilidad. El pelo de Alphard, demasiado tarde para evitarlo, fue cortado y cayó al suelo. Aún así, no era sólo al corte a lo que había que prestar atención.
_Julius: ¡Ia! ¡Kua! ¡Aro! ¡Ik! ¡Mea! ¡In!
Al ser llamados, los cuasiespíritus, los espíritus contratados con el Caballero Espiritual, comenzaron a girar a su alrededor.
Al pronunciar sus nombres, los seis cuasiespíritus de colores aumentaron su brillo, convirtiendo la mera afirmación de su existencia en una fuerza poderosa y vertiéndolo todo sobre el oponente de su caballero.
—Las seis luces de colores rodearon a Alphard desde las seis direcciones, bloqueando cualquier camino para escapar.
_Julius: ¡Con esto, se acaba!
Julius creía firmemente en su victoria, dado que Alphard ya no podía escapar.
Una estocada de su espada directamente al pecho de Alphard—
_Roy: —Palma Exterminadora.
La palma oscura frente a su pecho chocó con la espada de caballero en el medio y la aplastó en pedazos.
Los escombros se dispersaron, y la estocada mortal perdió su efectividad.
Sin embargo, todavía quedaba la magia que se le aproximaba desde seis ángulos muertos—
_Roy: —Encontronazo del Mago.
Un inesperado y confuso poder mágico surgió detrás de Alphard y acabó con las seis luces que se acercaban.
La magia de un color chocó con la magia de ese mismo color, y toda la magia fue anulada.
Y finalmente, los ojos de Julius, quien supuestamente había asegurado la victoria con este ataque, se abrieron con sorpresa.
_Roy: —Serpiente de las Espadas Gemelas.
Los dedos de los pies de Alphard levantaron las dagas que se suponía que había arrojado antes.
Cuando descendió su cuerpo ante el ataque de Julius, Alphard llegó a donde estaban las dagas. Al atrapar las dagas que rotaban en el aire con ambas manos, el cuerpo de Alphard empezó a rotar.
Una tormenta de cuchilladas estalló, y Julius usó sólo su espada de caballero rota.
_Julius: …
_Roy: Nii-sama tomó esa monzana. Por eso nosotros odiábamos a nii-sama.
Un brazo cortado bruscamente desde el codo rotó en el aire e hizo un sonido al caer sobre el adoquinado.