_Subaru: —¡¡Comprueba si su corazón está latiendo!!
La intuición fue el impulso que había despertado la consciencia de Subaru.
Él no estaba absolutamente convencido, ni tenía una base para pensar así. Lo único que podía pensar era que ese pensamiento tenía algún significado.
Los Arzobispos del Pecado, los nombres de las estrellas, el país de Kararagi que tenía influencias de su mundo original y aquellas personas —aparte de Subaru— que también fueron convocadas aquí.
Había marcas de eso en el mundo. Si el Culto de la Bruja también tenía una marca de eso, entonces no se debería ignorar los nombres de las estrellas y sus correspondientes mitos en los que había pensado Subaru.
Si el poder de Regulus Corneas no podía ser tratado como una simple "Invencibilidad", entonces Subaru tendría que pensar más allá de lo ordinario; y así surgió una idea en su mente.
Y por eso, Subaru rezó para que no tuviera razón.
Y al momento siguiente,
_Subaru: …
Una nociva sensación de opresión llegó, provocando que a Subaru le pareciera que el sol había desaparecido de repente.
El aire estaba lleno de contaminación. Se le hacía difícil encontrar palabras con las que expresar esta incomodidad, este asco.
El asco de la descamación de una costra, la incomodidad de un hedor exhalado directamente a la cara, la aversión de una lengua pegajosa sobre la piel desnuda.
El origen de este aire turbio, era el villano de cabello blanco que había girado la cabeza para mirar hacia atrás.
En el instante en que sus miradas se cruzaron, el cuerpo de Subaru comenzó a temblar involuntariamente.
Como una maldición, esos ojos sin expresión y vacíos se clavaron profundamente en su alma. Incluso sus pulmones y su corazón estaban congelados por el terror, como si hubieran sido perforados por una aguja oxidada.
Sin embargo, mientras Subaru se encontraba inmóvil y abrumado por tales sentimientos—
_Reinhard: No mires a ningún sitio innecesario. ¡Tu oponente soy yo!
Girar para mirar a Subaru significaba darle la espalda al Santo de la Espada.
Levantando sus manos, Reinhard sujetaba lo que sólo podía describirse como una señal de tránsito convertida en metal retorcido. Tales materiales ahora sólo estaban destinados a ser desechos; pero, en las manos de Reinhard, no eran inferiores a un filo valioso.
Un largo filo moviéndose en el aire golpeó la parte posterior del traje de Regulus.
La onda de choque explosiva se expandió en el aire, dejando a su paso un triste sonido de la atmósfera asaltada, levantando vórtices en los grandes canales donde flotaban finos pedazos de hielo.
Esa fue la consecuencia del golpe de ese filo de metal retorcido. No habría sido una sorpresa si el villano hubiera quedado destrozado.
Sin embargo, tal desenlace aún estaba fuera de sus posibilidades.
_Regulus: No me malinterpretes, Santo de la Espada. Te he estado entreteniendo porque mi corazón es servicial y considerado. Sin embargo, incluso mi amable ser tiene límites.
_Reinhard: …
Regulus palmeó ligeramente el lugar donde había sido golpeado por el filo y ladeó la cabeza.
Reinhard, alertado por este movimiento, tiró a un lado el metal retorcido que tenía en sus manos y se dispuso a saltar hacia atrás en un ángulo abierto— pero entonces, sus pies se quedaron rígidos en su lugar.
La intuición sobrehumana de Reinhard le informaba de amenazas graves e inminentes y también le ofrecía una detección preventiva de los ataques que se avecinaban. Su agudo instinto le dijo que no debía esquivar hacia atrás. Inmediatamente se enderezó y comenzó a buscar rutas alternativas.
_Regulus: El aire de allí… ya ha sido tocado por mí.
Debido a la agudización de sus sentidos que le impedían moverse de ese lugar, Reinhard se había quedado sin preparación en ese momento.
Su oponente lo tenía atrapado en una invisible pero presente envoltura. El juicio de Reinhard le dijo que se deslizara por la fuerza hacia donde se encontraba Regulus; pero, para ello, se vería obligado a hacer un ataque defensivo.
_Reinhard: ¡Haa!
El golpe que dio tenía suficiente fuerza para atravesar piedra maciza.
La empuñadura de la Espada del Dragón golpeó el pecho de Regulus, pero el villano la atrapó fácilmente.
_Regulus: Es un esfuerzo inútil, pero gracias por molestarte. Sólo reza para que no resultes muy herido.
_Reinhard: Como dijo Subaru, tu corazón no parece latir.
_Regulus: ¡——!
La sonrisa relajada de Regulus se endureció, mientras miraba su pecho.
La empuñadura que estaba clavada en su pecho; y Reinhard, quien estaba forzando sus agudos sentidos, captaría cualquier señal de vida, sin importar lo sutil que fuera.
Habiendo recibido ese golpe, Regulus saltó en el aire, agitado.
Hubo un golpe directo que recordaba a una escena anterior: cuando Reinhard bloqueó la patada con la funda de la Espada del Dragón y su cuerpo salió volando debido al impacto.
Sin embargo, lo que ocurrió a continuación fue diferente.
_Subaru: ¡Reinhard!
Como se había mencionado antes, el aire detrás de Reinhard estaba lleno de innumerables trampas de aliento puestas por Regulus.
Siendo lanzado contra ellas en su estado de indefensión, los resultados no fueron difíciles de imaginar.
Todo el cuerpo de Reinhard estaba desgarrado, sus ropas blancas estaban manchadas de sangre. Era difícil saber cuánto podría mitigar sus heridas. Al ser enterrado en escombros de nuevo, Reinhard amplificó el colapso de la ciudad, haciendo imposible estimar su estado.
Pero lo que se podía determinar con certeza era la respuesta de Reinhard.
_Subaru: ¡Buen trabajo, Reinhard!
_Emilia: ¡Subaru!
_Subaru: ¡Está bien! ¡Reinhard probablemente está bien! ¡Así que preocúpate por él más tarde!
_Emilia: ¡Eso ya lo sé! Yo… ¿qué necesitas que haga?
Subaru pensó que Emilia ante todo estaría preocupada por el bienestar de Reinhard, pero su respuesta le sorprendió. La Emilia que veía a Subaru estaba atenta y comprendía perfectamente dónde tenía que estar en este campo de batalla.
Había una gran confianza en Reinhard y tal vez una confianza en Subaru.
_Emilia: Reinhard también pasó por todo eso porque confía en ti. Te has dado cuenta de algo de Regulus, ¿verdad? Dime.
Gran confianza. Grandes expectativas. La realidad de esa creencia era demasiado dura, lo suficiente para despertar el espíritu de lucha de Subaru.
Sin duda, también tendría que dar a Reinhard la gratitud adecuada.
Definitivamente, recuperaría sus huesos más tarde.
_Regulus: Ustedes dos, siempre murmurando; pero, ¿no sería más fácil actuar con sencillez en su desesperación? Su despreciable y malvado comportamiento me ha enfurecido, por lo que deben ser castigados, ¿no es así? ¿Sí? ¿Acaso me equivoco? La mala educación, la infidelidad, no importa cuál, son actos rebeldes dignos de diez mil ejecuciones.
Después de haber mandado a volar a Reinhard con su patada, Regulus se rio.
Al otro lado del canal de agua, la presión que desprendía el villano comenzó a crecer y, en verdad, Subaru casi no podía soportar enfrentarse a él.
Sin embargo, huir ahora mismo no era una opción.
Natsuki Subaru sería incapaz de compensarles por eso a Emilia y Reinhard van Astrea.
_Subaru: Ella es una heroína pura, de las que ya no existen en este siglo. Sospechar que ella es infiel te convierte a ti en la puta, idiota.
_Regulus: ¿¿Eh??
_Subaru: ¿No es grosero enumerar todas las razones por las que deberíamos tener miedo ahora? Intenta, aunque sea un poco, redirigir esa mente vacía tuya.
Al oír la repentina fuerza de su discurso, Regulus abrió los ojos.
Subaru se golpeó la cabeza con los dedos, como si estuviera presumiendo.
_Subaru: No sé cuánto de una vida encantadora y tranquila has tenido hasta ahora, ni quiero saberlo. Pero, ¿te has dado cuenta ya? Ahora estás en jaque, ¿sabes?
_Regulus: ¿En jaque? Eres tan vago que no puedo ni reírme. ¿Qué estás tratando de decir? No, espera,también está la posibilidad de que seas incapaz de explicarte en un lenguaje comprensible. Bueno, no hay necesidad de forzarte a decir cosas irrelevantes, ¿no es así?
_Subaru: Eh, no digas eso; después de todo, tienes derecho a escuchar, es tu derecho favorito.
_Regulus: ¿Mi derecho?
Regulus frunció el ceño, y Subaru, con una ligera y ridícula sonrisa, continuó:
_Subaru: Sí, después de todo… Perder sin saber cómo fue que perdiste sin duda te dejaría con arrepentimiento.
_Regulus: ¡—Suficiente de ti! ¡¡Desaparece!!
El encogimiento de hombros de Subaru se convirtió en una chispa que enfureció a Regulus, quien saltó desde el borde del canal. Al no tener suficiente fuerza de salto, su cuerpo se sumergió en el agua; sin embargo, sus movimientos no se vieron afectados por eso, se encontró sin resistencia ni nada.
Inmediatamente después de confirmar que había entrado al agua, Subaru le dio una palmadita en los hombros a Emilia.
_Subaru: ¡Emilia, ahora!
_Emilia: ¡Ul Hyuma!
Al recibir la instrucción de Subaru, Emilia reunió magia para liberar varios carámbanos.
Tan enormes que había que mirar hacia arriba para verlas en su totalidad, las lanzas de hielo fueron lanzadas directamente hacía Regulus, formando una jaula de hielo que lo rodeaba mientras salía a la superficie.
_Regulus: ¡En realidad pensé que intentarían algo, pero no importa lo que hagan, es inútil, parece que no importa cuántas veces les enseñen, nunca aprenderán! ¡¿Qué?! ¡¿Acaso piensan seguir con sus errores?! ¡Sin siquiera un mínimo grado de sabiduría, repitiendo lo mismo una y otra vez! ¡¿Siempre tratan a los demás con tanta inutilidad mientras los desprecian?! ¡No se dejen llevar, qué incompletos!
Regulus enseñó los dientes, cortó la fila de estacas de hielo, con una fuerza abrumadora, la hizo añicos. La barrera se derrumbó con facilidad y a pesar de sus mejores esfuerzos, la magia de Emilia no pudo sostener la jaula de hielo.
Pero fue suficiente. Eso estuvo bien.
_Emilia: No… Como me temía, ni siquiera pude ganar tiempo.
_Subaru: Eso no es verdad, Emilia-tan.
Al ver la ineficacia de su poder, Emilia puso una expresión sombría, pero Subaru negó con la cabeza.
Había que mirarlo desde otra perspectiva. Esto había sido suficiente para lograr el propósito de Subaru.
_Subaru: El carácter de ese hombre es insidioso. Él no puede evitar aplastar lo que desprecia. Incluso si no es necesario destruir cualquier obstáculo al que se enfrente, no puede sentir que ha ganado sin destruirlo completamente.
Regulus, quien afirmaba ser completo y hablaba de estar satisfecho.
La naturaleza lamentable de su corazón, la escasez de su tolerancia y el volumen de su vanidad eran evidentes.
_Subaru: En primer lugar, no había necesidad de que él rompiera el obstáculo. Pero tomó esa acción excesiva. Incluso un segundo, incluso un milisegundo, es el resultado.
_Emilia: Con ese segundo, ¿puedes derrotar a Regulus?
_Subaru: Mientras los acumule, definitivamente le haré morder el polvo. Le arrancaré la piel de su cuerpo a ese monstruo.
Para ello, Reinhard había puesto los cimientos.
Comprobando el latido del corazón de Regulus y transmitiéndole a Subaru que no tenía pulso.
No había calor, ni latidos del corazón, ni respiración, ni ninguna influencia externa de su entorno.
Ya te llega la hora Regulus!!!