Chương 39: Aprovechando la tecnología
Para Ryo los siguientes dos días fueron duros, el saber que no podía verla era más duro que esperar su mensaje, sabía que con su respuesta antes de irse ella iba a tardar mucho en escribirle, pero aunque se moría de ganas de saber de ella, tampoco quería presionarla demasiado, quizás podía mover sus influencias para saber que tal le iban las cosas allá, pero tampoco quería parecer un acosador, no quería que ella se sintiera vigilada, así que tenía las manos atadas y no sabía que hacer.
Esperó un día más y seguía sin noticias pero mientras estaba en una reunión sonó su teléfono, dejando a todos los presentes sorprendidos, en todos los años que llevaba Ryo de presidente, nunca había oído sonar su teléfono.
" Sé que no nos despedimos en los mejores términos, siento haber reaccionado así, no quiero estar molesta contigo, tendremos que hablar, pero quiero saber como le va a Xiao y a mi padre, una vez más gracias por tu ayuda Ryo"
Sin poder evitarlo sus comisuras se elevaron un poco, aquello era más sorprendente que oír su teléfono, todos los presentes se miraron unos a otros, sin saber que estaba pasando realmente,, estaban tan acostumbrados al carácter aterrador de su jefe, que verlo sonreír era más terrorífico que si les gritaba.
Ryo no quiso apresurar la respuesta, terminó su reunión y cuando volvió al despacho, fue cuando pensó como debería responderle, quería obtener respuesta aunque tardara.
"Hablaremos a la vuelta. Tu padre esta bien, parece que esta semana estará tranquilo. Xiao esta con mi abuela, ella cuidara bien de ella, ya recogió las cosas de su casa. ¿Llegastes bien? ¿solucionaste el problema? ¿Necesitas ayuda?"
"Xiao está con la señora Mao,seguro que ella cuida bien de ella. Yo llegue bien, queda mucho trabajo para solucionar esto, pero no es imposible. Ya has hecho mucho por mi, y no tengo como pagarte tu ayuda"
Anna no se había dado cuenta nunca lo agradable que era tener a alguien que se preocupara y que la ayudara, ella podía acudir a su padre, pero siempre quiso hacer las cosas sola. Estaba acostada en la cama, totalmente desvelada, leer mensajes de Ryo, era casi como tener un confidente que no tenía desde que estaba en el colegio con Lu, así que siguió escribiéndole.
"Y tú ¿cómo estás? ¿a cuántos has arruinado o los has hecho ricos? Gran jefe Lee.😁"
Aquel mensaje para Ryo casi fue como una carta de amor, por fin Anna lo trataba como un amigo y eso le calentaba el corazón.
"Ya sabes que yo solo hundo a mis enemigos y hago ricos a mis amigos, así que pégate a mi."
" Pegarme a ti no creo que sea adecuado, tus fanaticas me arrancarían la piel, por aquella época eran capaces de matar a cualquiera que se te acercara... y me gusta mi piel en donde está ahora mismo, no quiero tener una guerra ahora mismo, ya bastante tengo con lo mio."
Aquella respuesta solo pudo hacer reir a Ryo, esta chica sabía demasiado de su pasado. En aquel momento él ignoraba a todas, pero lo cuidaban como si fuera un dios, y hubieron más de una pelea cuando alguna intentaba confesarse.
" Por cierto, he estudiado tu proyecto y lo vamos a llevar a cabo, así que aprovechando la relación con tu padre, he pedido las telas a su fábrica, te mandaré el contrato para que lo leas y si te parece bien lo firmes a tu vuelta, para empezar a realizarlo lo antes posible"
" ¿en serio? que grandes noticias... mandalo a esta dirección xxxxxxxxx@xxxx.com En cuanto lo lea, te lo envio firmado."
" Al final soy yo el que se pega a ti para ganar más dinero...debería llamarte Ama Shin,🤣🤣"
" Si, por favor llamame Ama Shin, de ahora en adelante llámame así siempre... quedaría muy raro si alguien te oyera, pero aun así quiero oírlo"
Uno en cada lado del mundo, con muchas horas de diferencia, pero se reían con complicidad, Anna se imaginaba la cara de susto que tendría sus secretarias y gerentes si lo oyeran a el llamar Ama a cualquiera...ese pensamiento era demasiado loco, pero no podía evitar reírse ante tal ocurrencia.
Ryo en cambio estaba deseando que ella volviera, para llamarla así, si pensaba que no se iba a atrever, iba a sorprenderse seguro. Estaba disfrutando demasiado de poder comunicarse con ella, nunca había deseado tanto hablar con nadie, era a la vez extraño y reconfortante, le gustaba mucho como se sentía en ese momento, necesitar a alguien, querer verlo, era algo totalmente nuevo y refrescante.
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