Si uno escucha con atención, uno notaría fácilmente que los ruidos dentro de la niebla no eran caóticos sino que estaban bien organizados en una narración emocionante. Parecía que un gran grupo de bestias demoníacas atacaban una ciudad humana dentro de la niebla.
Al principio, se escucharon los ruidos de la marea bestia y las alarmas de las matrices de runas de defensa del ser humano sonando. Luego, se escucharon los ruidos de las bestias demoníacas rompiendo la defensa y peleando cara a cara con los soldados humanos. Al principio, las dos partes estaban igualadas. Se podía oír a los capitanes humanos al mando de las tropas con calma.
Pero pronto, los rugidos de las bestias demoníacas se hicieron más grandes y resonaron en todas direcciones. Los intensos disparos y el roce de la espada sierra fueron reemplazados por gritos.
— ¡Para la raza humana!
— ¡Para la federación!