Doscientos metros eran literalmente nada cuando uno está yendo a una velocidad supersónica.
«¡Boom!»
Mucha gente sintió que sus ojos estaban borrosos. Entonces oyeron un ruido de tierra, como si un meteorito acabara de aterrizar en el campo. La colisión fue tan poderosa que hubo una pequeña tormenta de arena que se extendió a un kilómetro de distancia. Nadie podía ver nada ni escuchar nada excepto la réplica del impacto. Pasó mucho tiempo antes de que volvieran a sí mismos. Cuando el humo finalmente se calmó, una escena dramática se desplegó ante ellos, y hubo murmuraciones indistinguibles de miedo en su boca.
No muy lejos, apareció un pozo poco profundo, con gas blanco apareciendo. La serpiente de siete pasos se derrumbó en el pozo. Su hombro derecho había sido completamente destrozado. Chispas de colores bailaban por todas partes con crujidos. Justo al lado… ¡estaba el instructor jefe Mao Feng, que estaba en coma ahora!