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La garra del Rex de Riesgo Biológico era despiadada. La sangre negra y púrpura salía a chorros a un metro de altura como una fuente de la gran herida del Estiracosaurio de Riesgo Biológico. La sangre caliente salpicó en un vidrio y lentamente bajó como lava fundida.
A continuación, el sanguinario Rex de Riesgo Biológico se dio un frenético festín con el Estiracosaurio de Riesgo Biológico.
Al ser testigos de tal escena, el cuarteto se sintió como si hubiesen girado un capullo a su alrededor. Originalmente, pensaron que podían animar a los dos a luchar y beneficiarse de la disputa, pero para su horror, ¡el Rex de Riesgo Biológico se regeneró inesperada y rápidamente dándose un festín con su camarada!
Naturalmente, la pandilla rápidamente aprovechó la oportunidad de atacar locamente. Pero descubrieron impotentes que la regeneración de la vitalidad del Rex era mucho más rápida que sus asaltos combinados.