El flujo del río provenía de los pantanos de Kijuju, pero debido a la actual estación seca, el nivel del agua no era nada abundante.
Sin embargo, debido a razones topográficas, el flujo del río era abrumadoramente rápido. El río subterráneo se inclinaba hacia abajo y bajaba desde precipicios elevados, donde las rocas demostraban un valor que podía moler los huesos hasta convertirlos en polvo. Masivas nubes de niebla salían de las agitadas olas, emitiendo una leve sensación penetrante en la nariz. Evidentemente, la niebla contenía esencias tóxicas.
Naturalmente para la gente común, un precipicio empinado era similar a un foso celestial. Incluso un equipo de expedición especial en el mundo real requería inevitablemente la ayuda de varias herramientas para poder escalar la corriente. Además, definitivamente tomaría mucho tiempo.