Tras formar la puerta, los dos dragones revoloteaban tranquilamente en el aire. Sus ojos estaban en blanco e inexpresivos, pero salvo esa pequeña imperfección, parecían casi reales.
Fue la primera vez que Song Shuhang veía una escena tan increíble, y se había quedado totalmente fascinado por ella. A pesar de que sabía que Venerable Bai era muy fuerte, ese último rara vez había usado gran parte de su fuerza delante de él. Por lo tanto, cada vez que el Venerable Bai revelaba una pequeña fracción de su poder, Song Shuhang suspiraría asombrado; adentrándose en el vacío y elevándose alto en el cielo mientras todos los materiales se elevaron en el aire, fusionándose y convirtiéndose en dragones... ¡fue una escena tan increíble! Si fuera a tirar los tejos a una chica con ese movimiento, ¿no sería un éxito garantizado?
En el aire, el Venerable Bai estiró con suavidad su dedo y señaló a la puerta formada por los dos dragones.