—Ya veo. ¡Cuando acabe el viaje y regresemos a China, iré a buscar una cascada! —Dijo Song Shuhang mientras apretaba el puño. Después de saltar a través de la puerta del dragón, el qi ilusorio y la energía de sangre en su cuerpo se condensarían y solidificarían, convirtiéndose en qi verdadero. ¡En ese momento, entraría de verdad en el mundo del cultivo y dejaría atrás el título de cultivador novato!
—Me siento a gusto al verte motivado —dijo el Venerable Bai con una sonrisa. Después, añadió además—. En realidad, no es necesario buscar una cascada para experimentar la sensación de ir contra corriente.
—Si no tengo buscar una cascada... ¿qué debo buscar? —Song Shuhang espetó... ¡pero se arrepintió rápidamente de decir aquellas palabras!
Si no hubiera una cascada... ¡aún quedaba el cielo, las profundidades del mar e incluso el espacio!
«¡Maldita sea, tengo que dejar de ser tan directo y controlar mi boca!»