«Sénior, ¡esa hormiga es tan bonita, no la pinche hasta matarla!»
Cuando vio al Venerable Bai pinchar la hormiga, un sentimiento de tristeza brotó en el corazón de Trigrama de Cobre..., sintió cierta simpatía por la hormiga, como si fueran la misma entidad.
—Bu-buenos días, Venerable Bai —dijo Trigrama de Cobre con voz robótica.
El Venerable Bai extendió su mano y dibujó un círculo en el suelo, encerrando a más o menos treinta hormigas. Entonces, alzó la cabeza y le dijo a Trigrama de Cobre.
—Compañero Daoísta Trigrama de Cobre, ¿puedes llevar a cabo una adivinación para mí? Quiero saber si esos miembros de la Secta de las 33 Bestias Divinas se presentarán hoy.
—Claro, lo haré de inmediato —el Maestro Inmortal Trigrama de Cobre redujo la intensidad de las llamas de la barbacoa. Después, sacó el caparazón de tortuga y empezó a sacudirlo, haciendo que las tres monedas de cobre cayeran al suelo.