En una cierta parte de la ciudad, cuando ya casi era media noche, un cierto grupo, estaba llevando a cabo un combate.
Se trataba de varios exorcistas renegados, que luchaban contra un grupo de demonios.
Entre ese grupo de demonios, se encontraba el equipo de Shigure y Kiba, detrás de los cuales estaba Shuri.
Shuri parecía estar observando solamente, pero con una hermosa sonrisa que adornaba su rostro, la cual, al grupo de exorcistas, les parecía extremadamente aterradora, pues con esa misma expresión en su cara, ya había matado a tres de los mejores hombres del grupo.
Shigure luchaba con un hombre vestido de sacerdote, parecía joven, pero tenía una expresión enloquecida y de vez en cuando, lanzaba balazos, hechos de energía de luz.
El hombre era muy extraño, el instinto de Shigure le decía que era más débil que ella, pero cuando intentaba vencerlo, algo sucedía y el parecía aumentar su fuerza.
Aun así, la mujer no creía perder, pero sabía que debía tener cuidado, esto debería ser lo que Yue le había mencionado, sobre el nivel "apóstol", aunque se le hacía muy raro ese término, cuando el hombre frente a ella, era un exorcista renegado.
Después de un tiempo, ese hombre uso un truco sucio, sacrificando a uno de sus "compañeros", junto a una técnica muy extraña, logrando así escapar, mientras que Kiba y Shuri, ya se habían encargado de los otros.
- Aquí solo hay una espada, aunque es una espada sagrada, no parece ser tan especial como la ultima que conseguimos –comento Akira, quien salía del edificio cercano, con una espada ornamentada muy hermosa en sus manos.
- Mmmm –la reviso Shuri– es un buen trabajo, pero solo una réplica de una espada sagrada de bajo rango, por supuesto que no se puede comparar a una espada hecha a partir de un fragmento de excalibur.
- … veo… Yue-sama estará decepcionado –comento la pequeña niña con tristeza.
- … no seas tonta hermanita, Yue solo quiere que investiguemos algunas cosas y si es conveniente, adquirir las espadas sagradas de gran poder, otra razón es ayudar a Kiba con su situación –dijo Shigure, poniendo una mano en su cabeza.
- Por otra parte, si le das un beso, ese pervertido se olvidara de cualquier cosa –comento Shuri con una sonrisa juguetona.
- … cierto, un beso –murmuro la pequeña Akira con la cara roja, mientras Shigure le mandaba una mirada de reproche a la ex sacerdotisa, la cual simplemente la ignoro.
Kiba que estaba a un lado, se sentía extraño con la plática de las mujeres, pero negando suavemente con la cabeza, decidió ignorarlas, pues era lo único que podía hacer.
Habían estado recorriendo la ciudad, en busca de ángeles caídos y exorcistas renegados, que poseyeran espadas sagradas.
Pero de todas las veces que habían encontrado lo que buscaban, solo en una ocasión, se toparon con un grupo de ángeles caídos de bajo nivel, comandado por un ángel caído de nivel medio, los cuales llevaban una espada sagrada, hecha de un trozo de la antigua excalibur.
Aun así, entendieron que algo raro pasaba, y que los ángeles caídos, al menos un cierto grupo de ellos, estaba planeando algo extraño.
Akeno no había podido comunicarse con Baraquiel, para comprobar la situación, por lo que Yue les había encargado la tarea de la búsqueda de información a ellos.
A pesar de todo, no lograron conseguir nada concreto, incluso no hubo una reacción muy fuerte a la pérdida del trozo de excalibur.
Después de una inspección mas a la zona, Shuri decidió retirarse, y así, esa noche, el trabajo había llegado a su fin.
… … … … … … …
Luego de ver una película, Issei caminaba por la calle con Asia, se dirigían hacia un lugar para comer.
Hoy era domingo por la tarde, Issei había invitado a Asia a dar una vuelta e ir al cine.
La niña acepto felizmente, y ahora caminaba con una sonrisa radiante e inocente, lo cual la hacía ver hermosa, lo que provocaba, que el chico se quedara enajenado, mientras la miraba con una cara de tonto.
Así llegaron a una plaza y entraron en un restaurante, luego se sentaron y ordenaron su comida.
Issei estaba muy contento, Asia y él, se llevaban muy bien, cada que estaba con la niña, sentía su corazón brincar y un enorme deseo de no separarse de ella.
El chico deseaba mucho, poder acercarse más a Asia, pero no solo le era difícil superar su timidez, sino que cuando veía la cara inocente de la niña, sentía que pensar en hacer algo sucio con ella o siquiera besarla, era como si estuviera profanando a un hada pura y santa.
Aun así, no se cansaba de pasar tiempo con ella y tomarla de la mano a cada oportunidad que tenia, ya que cuando tocaba su suave piel y sentía el calor que emanaba de ella, a pesar de que su corazón amenazaba con salirse, también le hacía sentir sereno y extremadamente satisfecho.
Pero algo raro empezó a suceder, el restaurante en la plaza, que debería estar abarrotado en un día como ese, estaba vaciándose muy rápido.
Para cuando los chicos habían terminado de comer, ya no había nadie más que ellos en el lugar.
- ¿Asia Argento? –pregunta la voz grave de un hombre.
Cuando los chicos se percataron de la extraña situación y voltearon a ver a la persona que hablaba, lo que vieron fue a cinco personas.
El hombre que había hablado, estaba al frente del grupo, era alto, de pelo rubio y ojos azules, se veía fornido y vestía una especie de túnica de sacerdote completamente negro, con una cruz igualmente negra colgando de su cuello, y en el centro de la túnica, una especie de símbolo, como algo parecido a una cruz en forma de "x", hecha de espadas que apuntaban su punta al centro.
Flanqueándolo, se encontraban dos hombres vestidos igual, y luego dos mujeres como monjas, pero con el mismo diseño en sus ropas.
Issei no necesitaba ser un genio, para saber que esas personas eran peligrosas, incluso una estúpida imagen de él, con un medidor de poder de combate, como en Dragón ball, que después de intentar calcular la fuerza de los enemigos, explotaba, se le cruzo por la cabeza.
Pero lo que era cierto, es que su instinto, le decía que corriera lo más rápido que pudiera.
- ¿Quiénes son ustedes? –pregunto Asia, con una expresión inocente, sin darse cuenta de cualquier cosa.
- Somos la Guadaña de Dios, aquellos que reparten la retribución divina de nuestro Señor –contesto el hombre con voz fría– tu, la "bruja", la traidora de Dios, aquella que corrompió la bendición de tu Señor, has sido condenada a muerte.
- … –Issei no entendía nada, solo sentía que eran un grupo de fanáticos religiosos, que eran extremadamente peligrosos, y cuando el hombre dijo que quería matar a Asia, el sudor frio empezó a correr por la espina dorsal del chico.
- … –por otro lado, desde que el hombre la llamo "bruja", Asia había palidecido, adquiriendo una expresión triste y melancólica.
Cuando el hombre comenzó a acercarse, el cuerpo de Issei reacciono casi por instinto, tomo el plato en el que estaba comiendo y se lo lanzo como si fuera un disco, rápidamente tomo la mano de Asia, y la jalo, al tiempo que pateaba la mesa.
Pero antes de que pudieran llegar muy lejos, Issei sintió un dolor agudo en el estomago y luego una especie de calor abrasador en el rostro.
El chico había sido golpeado con un puntapié en la "boca" del estomago y luego una patada en la cara, que lo mando a volar, estrellándolo contra una mesa.
- ¡ISSEI-SAN! –grito Asia asustada, mientras corría hacia donde se había estrellado el chico.
- ¿Qué hacemos con el niño? –pregunto la mujer que había golpeado a Issei, dirigiéndose al hombre al mando.
- … … mi magia de dispersión no sirvió sobre él, lo que significa que tiene talento mágico o un Artefacto de nuestro Señor, pero aun así, está ayudando a la bruja… ¡Mátalo! –sentencio el hombre.
- ¡NO! –cuando la mujer se acerco, sacando una espada y dirigiéndola hacia el caído Issei, Asia grito y extendió las manos, creando un círculo mágico, que detuvo y rechazo el asalto de la mujer, momentáneamente.
Con un resoplido de exasperación, la mujer blandió la espada, esta vez mientras se iluminaba con una luz muy fuerte, lo que rompió el círculo mágico de la niña.
Acercándose rápidamente, tomo a Asia del cuello y la levanto hasta ponerla a la altura de su propia cara.
- Primero el niño, tu eres una bruja y a las brujas se les quema, para purificar su mal y sus pecados –con eso, la lanzo contra una pared, cuando la niña se estrello, escupió una bocanada de sangre.
Issei todavía estaba consciente, y cuando vio a Asia crear un círculo mágico, se quedo momentáneamente con la mente en blanco, pero cuando la vio estrellarse contra la pared y escupir sangre, pero aun intentando levantarse para protegerlo, algo se rompió dentro de él.
Con un grito de inmensa furia, el chico ignoro su mareo y se levanto, soltándole un golpe a la mujer que había lastimado a Asia.
Cuando la mujer vio el golpe del niño, soltó un bufido de desprecio e intento detener el golpe con una mano.
Pero el puño de Issei de pronto brillo con una luz roja y se acelero muchísimo, lo que provoco que rompiera la muñeca de la mujer y la golpeara en el rostro, mandándola a volar, haciendo que se estrellara con la pared opuesta a la de Asia y escupiera sangre.
Ante el repentino cambio, uno de los otros hombres grito indignado, y se lanzo contra el chico.
Sin entender lo que pasaba, pero con su puño aun brillando de color rojo, Issei solo lanzo otro puñetazo, pero esta vez fue bloqueado.
A pesar de ello, el puño del niño, destruyo parte de la túnica reforzada mágicamente del hombre y le provoco una laceración en la mejilla.
Ese hombre, aun mas molesto, le dio una patada al niño, mandándolo a volar, rompiendo varias mesas del restaurante.
Cuando quiso dar un paso más y acercarse a Issei para matarlo, sintió que sus piernas se debilitaban y sus rodillas se estrellaban contra el suelo.
Cuando se dio cuenta, ya tenía una lanza de luz, atravesando su estomago y causándole quemaduras en los órganos y la piel circundantes.
- … de verdad, pensar que los perros cazadores de esos cobardes ya estén aquí… … incluso yo debo admitir estar sorprendida –comento la voz suave y fría de una mujer.
Cuando Asia levanto la vista, vio una escena ante la que no sabía cómo sentirse.
A excepción del hombre que los dirigía, todos los otros "sacerdotes" que se hacían llamar la Guadaña de Dios, tenia lanzas de luz clavadas en el estomago, siendo tres de ellos, asesinados de forma inmediata.
Mientras que en la entrada del restaurante, se encontraba una mujer encantadora y muy sexy, Raynare.
Asia estaba consternada entre la "crueldad" de matar a personas y entre aliviada de que Issei estuviera a salvo.
Decidiendo dejar sus pensamientos para otro momento, la niña se levanto y corrió hacia el inconsciente Issei, luego extendió sus manos, y una luz verde salió de ellas, empezándolo a curar.
Pero de pronto, escucho una voz terrorífica, que le helo la sangre.
- Déjalo, no es necesario curarlo, no es que vaya a morir, es hora de irnos. ¡Ha llegado el momento! –era la voz de un hombre, el cual sonaba extremadamente frio– pensar que esos idiotas tomaran tal decisión… bueno, solo significa que he de adelantar mis planes… ¡Te dije que lo dejaras!
Con las últimas palabras del hombre, Asia sintió como una poderosa fuerza la jalaba y la alejaba de Issei, para luego ser tomada de la nuca, por el hombre que había hablado.
El era alto, de casi 1.87, de pelo rojo oscuro y ojos plateados, tenía una cicatriz en la frente en forma de rayo y una expresión severa y osca.
- No es que lo vayas a volver a ver después de hoy, de todos modos –comento el hombre.
- ¿Eh? –Asia exclamo sorprendida, abriendo los ojos ampliamente.
- … jajaja, mira tú expresión, una niña de verdad ignorante –se rio el hombre cruelmente– la única razón por la que te tome, es para quitarte el artefacto sagrado en tu interior… pero eso necesitaba tiempo, sobre todo para que la magia que puse en ti, se adaptara y sincronizara bien con mi cuerpo… he de añadir, que una vez que saque el Artefacto Sagrado de tu cuerpo, morirás… …. Lamentablemente. todavía no hay una adaptabilidad del cien por ciento, pero con la iglesia moviéndose para matarte, he de tomar medidas rápidas… … ¡Ah!, eso me recuerda.
Y volviendo hacia el único hombre en pie, alzo su mano.
El hombre de la iglesia, sintiendo el peligro que se avecinaba, se arranco la túnica y dejo ver un estigma en forma de cruz en su pecho, mientras que este comenzaba a brillar, corrió hacia el ángel caído y grito.
- ¡POR MI SEÑOR! –pero antes de que pudiera acercarse lo suficiente, o su estigma se sobre estimulara lo necesario, una luz azul extremadamente brillante, ilumino el lugar entero.
Cuando la luz se fue, todo el restaurante parecía como si una llama extremadamente caliente, hubiera quemado todo.
Los cadáveres de los sacerdotes, el cuerpo del hombre que había sido herido por Raynare y aun respiraba, así como el del hombre que intento atacarlo, todos habían sido quemados más allá del reconocimiento, por la luz que emano de la palma del hombre.
- ¡Estúpido! –se mofo este.
- ¡ISSEI-SAN! –grito Asia nuevamente, exaltada ante el hecho de que el daño había sido esparcido por todos lados, y quizás asesinado al chico.
- … … … deja… a… Asia… –como respondiendo a la voz de la niña, la voz ronca y adolorida de Issei se escucho.
Ante la sorpresa de todos, el chico se estaba levantando, con una luz roja muy sutil, que cubría todo su cuerpo, la cual lo había protegido, pero que se empezaba a desvanecer lentamente.
Alzando las cejas, tanto Raynare como el otro Ángel caído, lo observaron atentamente.
- … –tomando una decisión, el hombre volvió a alzar la mano y apunto hacia el niño, con la intención de matarlo.
- ¡NO!, ¡POR FAVOR! ¡NO LO MATES!, RAYNARE-SAMA, POR FAVOR –grito Asia desesperadamente, al ver las acciones del hombre.
- … … eso es todo, déjalo, es hora de irnos –hablo Raynare.
- … ¿estás sintiendo pena? –pregunto el hombre algo extrañado e irritado.
- Cuida tus palabras, Meeira –dijo Raynare– este niño va a una escuela dirigida por demonios, con un artefacto que lo protegió de tu luz, quizás los exorcistas o ángeles de la iglesia, tarden en venir, pero serias muy idiota, si crees que los demonios no intervendrían… ¿o es que crees que no se han dado cuenta del artefacto del niño?
- … –Meeira estaba algo molesto, pero debía aceptar que las palabras de Raynare eran correctas, y era estúpido hacerse enemigo de los demonios, incluso antes de obtener lo que deseaba, en un momento tan crucial.
Por otro lado, el hombre en realidad no quería luchar contra Raynare por una tontería, no le temía, pero sabía que no sería alguien sencilla de derrotar.
Bajando la mano, Meeira dio media vuelta y salió del lugar, cargando a Asia, la cual solo sollozaba con inmensa tristeza.
Raynare observo por un momento a Issei, y luego hacia una esquina del restaurante, un segundo después, dio media vuelta y se fue.
Una vez que se quedo "solo" y "sintió" que ya no había peligro, el brillo desapareció del cuerpo de Issei, lo que provoco que este se derrumbara.
- A-sia –fue lo último que dijo, antes de desmayarse.
… … … … … … …
- ¡ASIA! –grito Issei, mientras se incorporaba repentinamente.
- … ara, ara, que enérgico, para haber sido golpeado tan mal –comento una suave voz.
- ¿Eh?... … ¿Himejima-sempai? –pregunto el chico desconcertado.
- ¿Ara?, mira Rias, soy súper popular –comento la chica.
- … –ante las palabras de la niña, Issei se fijo en las demás personas de la habitación.
Era una sala grande, con un circulo intrínsecamente diseñado en el suelo, con varias decoraciones y algunos sillones.
En el sillón más grande, había un chico, al que Issei identifico como el sempai que le hablo sobre todas esas cosas extrañas, cuando fue castigado por la presidenta del consejo estudiantil.
Lo que le daba rabia y celos, era que tenia descansando su cabeza, en un muslo blanco y de aspecto muy suave, perteneciente a Rias Gremory, una o quizás la chica más popular de la escuela.
Pero peor aún, al menos desde la perspectiva de Issei, era que los pies de ese sempai, descansaban sobre los muslos de Akeno Himejima.
Mientras que él, a pesar de estar herido, solo estaba en el suelo, lo que le hizo sentir indignado.
Sin embargo, pronto recordó todo lo sucedido, y un temor enorme lo envolvió, así que intento levantarse mientras decía.
- … no es tiempo para sentir celos de sempai, debo salvar a Asia.
- … …. Si te enteras de que estás hablando en voz alta, ¿no? –dijo la voz de Yue.
- … ugh –como si se acabara de dar cuenta de ello, Issei solo pudo hacer un ruido extraño, y siguió intentando levantarse.
- ¿A dónde vas a ir? –pregunto Yue.
- … a salvar a Asia, claro.
- … veo, pero hace un rato, te dieron una paliza unos simples humanos de baja categoría, ¿Cómo te enfrentaras a un Ángel Caído de nivel alto?
- … …. ¿Ángel caído? –Issei que por fin había logrado ponerse de pie, se quedo de piedra, entonces recordó como aquel hombre alzaba la mano y una luz azul deslumbrante salía de ella, como si fuera el castigo del cielo, a su percepción al menos. Después de pensar por un momento, sabía que las palabras de su sempai no intentaban solo engañarlo, y luego de recordar lo que le había dicho la última vez que se encontró con este, lo miro de forma decidida y dijo– ¡Ayúdame sempai!
- … –viendo al niño prácticamente arrodillarse y pidiendo ayuda, Yue por fin se levanto y comenzó a hablar–… el Dios de la biblia también es real, ¿sabes?, y este creo algo denominado Artefactos Sagrados, estos solo pueden aparecer en los humanos y entre ellos, hay los que pueden hacer a un humano tan poderoso, que es capaz de enfrentar a demonios de alto nivel o estar a la altura de un ángel o ángel caído de alto nivel.
- … –Issei escucho atentamente a Yue, aunque le parecía demasiado fantástico su relato, pensó en su mano brillando de rojo y las palabras que el sempai le había dicho la primera vez que se conocieron, y aunque era algo lento, logro entenderlo, así mismo, se emociono, al pensar que tenía el poder de salvar a Asia.
- Gracias al deseo de sobrevivir y/o de proteger a Asia, tu ya despertaste tu Artefacto Sagrado –continuo Yue– para controlarlo, piensa en algo poderoso, como la imagen de Goku haciendo un Kame hame ha, y luego imítalo, pensando que el ki realmente saldrá de ahí… … ¿Qué esperas?, ¡hazlo!
- … … –ante esas palabras, Issei no se movió y se quedo mirando como tonto, cuando Yue noto eso, lo empezó a "alentar", por lo que apretando los dientes, el chico decidió que no perdería nada– ¡KAME! ¡HAME! ¡HA!
El chico hizo la pose de Goku, y cerró los ojos, imaginándose que el poder se reunía en sus manos.
Luego pensó en ese hombre que se llevo a Asia y se vio así mismo, lanzándole ese Kame hame ha y venciéndolo
Después de decir lo último, una luz de un color rojo intenso, se ilumino en su mano derecha.
Pero a diferencia de la historia original, esta no se convirtió en un guante metálico, sino que empezó a expandirse, como si fuera un tatuaje, de un color rojo intenso, pero muy oscuro.
Cuando el tatuaje cubrió por completo la mano y el ante brazo de Issei, una especie de escamas empezaron a salir de este.
Cuando las escamas cubrieron por completo el tatuaje, tenían un brillo deslumbrante, mientras que en el dorso de las escamas de la mano del chico, estas formaban un patrón rúnico, con un brillo muy sutil de color verde oscuro.
Issei sintió como si su brazo pesara dos o tres veces más que antes, y aunque la forma en sí, no había cambiado, el color rojo y las escamas de apariencia dura e invencible, le hacían sentir poderoso, como si fuera imbatible.
Después de admirar su brazo por un instante, el chico volteo a ver a Yue, el cual se desplomaba de risa en el sillón.
- … lo hiciste a propósito, ¿cierto? –preguntaba Rias, con una expresión hosca y dándole un pellizco al brazo de Yue.
- Por supuesto, ¿Cuántas veces tienes el placer de ver a alguien haciendo un Kame hame ha? –contesto el chico sin dudarlo, lo que hizo que la cara de Issei se calentara de vergüenza.
- … pero bueno –parando de reír, Yue miro al brazo de Issei y sintió un gran poder fluyendo de este, solo que limitado por algún tipo de concepto muy peculiar– bastante intrigante… tu artefacto te permite aumentar tu poder o el poder de algo, en forma exponencial… aunque supongo que en si mismo tiene su límite, por ahora el limite será, el limite que tu puedes controlar o ejercer.
- … no lo entiendo del todo, pero con esto puedo salvar a Asia, ¿cierto?
- No –contesto Yue sin piedad, haciendo que el niño se quedara de piedra.
- Pero será un apoyo… ya que me pediste ayuda de forma tan sincera, te daré una mano más y mandare a alguien a que te ayude, pero lo demás, es cuestión tuya –dijo Yue de forma dura y con un tono que no admite cuestionamientos.
- … … … de acuerdo –dándose cuenta del significado del tono de su sempai, Issei, sintió que era injusto, pero solo estuvo de acuerdo, pues entendía que era su única oportunidad y si la perdía, tal vez perdería toda esperanza de salvar a Asia.
- Mmm –asintiendo de manera aprobatoria, Yue hizo girar su muñeca y una bola de color verde esmeralda, que daba una sensación fantasmal y espeluznante, pero ridículamente hermosa, se formo en su mano, luego la lanzo al cuerpo del niño.
- … –cuando sintió esa cosa entrar en su cuerpo, una especie de sensación fresca que le recorría de arriba abajo, paso a través del cuerpo de Issei.
- … lo que te acabo de dar, es una especie de impulso o soporte, que te permitirá aprovechar más el poder de tu Artefacto Sagrado…. Kiba, Shigure, vayan con él.
- … ven con mostros, Issei-san –dijo Kiba, apareciendo de repente y saliendo de una esquina, mientras Shigure estaba detrás.
- … –Issei tenía muchas cosas que quería decir sobre Kiba Yuuto, pero sabiendo lo urgente de la situación de Asia, se lo guardo y siguió al chico fuera de la habitación.
- ¿Está bien hacer las cosas de esta manera? –pregunto Akeno con la cabeza inclinada, algo desconcertada.
- … es inevitable, además, servirá para templarlo, mientras que de todos modos, no se perderá nada, ¿o sí? –respondió Yue.
- … supongo, pero, ¿la chica estará de acuerdo con el cambio? –siguio preguntando la Nefilim.
- … creo que se acoplara –respondió el chico, luego dijo– ¡Yura!
- … ¿Qué? –respondió la irritada voz de la niña, mientras se materializaba.
- Tu y el equipo de Sona, encárguense del grupo de asesinos que la iglesia mando –dijo el chico.
- … ¿estará eso bien?, no ocasionara problemas con la iglesia –interrumpió Rias.
- En primer lugar, podemos echarle la culpa a los ángeles caídos, en segundo, no creo que la decisión de asesinar a Asia, sea algo unánime de la iglesia, mientras que en tercer lugar, no es como si se atrevieran en intentar algo en un momento como este –contesto Yue, terminando con un bufido de desprecio.
- … –mientras Tsubasa miraba a Rias y Akeno con consternación, la princesa Gremory solo asintió– puedes preguntar a Sona, no creo que se niegue a la decisión de Yue, sin hablar de que son extremistas y asesinos, que entraron en mi territorio sin notificarme.
- … de acuerdo –contesto Yura de forma resignada.
Viéndola desaparecer mientras se desmaterializaba, lo cual ya casi todos hacían perfectamente, Yue volteo a ver la luna, que se reflejaba en la oscuridad de la noche.
Se preguntaba, cuando podía conocer a ese Ser y que sorpresas acarrearía la situación.
Aquí está el siguiente capítulo.
… … …
Gracias a los que me siguen hasta ahora.
… … …
Espero sus comentarios, piedras y apoyo.
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