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—¡General de División Huo Chen, Tercer Ejército, ofreciéndose de voluntario!
Lo repitió.
—¡Bien, bien, muy bien!
Los tres "bien" continuos fueron suficientes para describir lo eufórico que estaba Yang Yi.
Se acercó y le dio una palmadita en el hombro con gusto, antes de alabar.
—El General Mayor Huo es valiente e inteligente, con las agallas para hacer esto. Como se espera de un hijo del Anciano Huo, ¡de tal palo tal astilla!
Todos salieron de su estupor y comenzaron a derramar alabanzas.
—¡Bien hecho!
—¡El General Mayor Huo es muy valiente, mis respetos para usted!
—...
Hasta cuando estaba rodeado de una multitud, su expresión era impasible como siempre.
—Comandante, las órdenes por favor.
—¡Muy bien!
Yang Yi regresó a su asiento y, con un movimiento marcial de su mano, señaló hacia el mapa, mientras su voz tronaba en cada rincón de la habitación.