Lu Zhaoyang tenía algo nuevo que hacer ahora. Puede que no conociera bien a Mu Xian, pero era el amigo de Huo Yunting. Ella tenía que preparar un regalo de bodas.
Lu Zhaoyang finalmente pudo regresar a trabajar el miércoles.
Lo primero que hizo una vez que regresó a la oficina fue informar a Xiang Jinxi. Ella se había ausentado durante tres días consecutivos; allí se fue su bono del mes.
Xiang Jinxi estaba serio en el trabajo, lo cual era algo raro.
Se acercó y su tono de voz sonó como si suplicara piedad. —Sr. Presidente, yo…
—Está bien. El proyecto Wanluo se ha finalizado. Como ya has regresado a trabajar, mañana te encargarás de la firma del acuerdo. Además, recuerda seguir el proyecto del Territorio Dorado. Tengo fe en ti.
Xiang Jinxi no montó ningún escándalo.
—Bueno. —Lu Zhaoyang estaba un poco sorprendida de que estuviera tan tranquilo.
El tiempo pasó y llegó el sábado.