A Huo Yunting no le importó explicar la situación. —No lo olvides. Voy a colgar ahora.
—Espera un segundo. No tengo las entradas ahora. Haré que mi asistente te las entregue cuando llegues.
No podía esperar para dejarlo en ridículo.
—Muy bien, solo no lo olvides. —Huo Yunting terminó la llamada, ajeno a los planes del otro hombre.
...
Lu Zhaoyang recibió un mensaje de Huo Yunting justo después del trabajo.
Estaba esperando fuera de su oficina. ¿No estaba un poco demasiado expuesto?
Afortunadamente, Huo Yunting conducía un automóvil de aspecto más común ese día y estacionó en algún lugar fuera de la vista.
Lu Zhaoyang acababa de entrar al auto cuando la tomó en sus brazos y le plantó un fuerte beso en sus labios.
Después de un largo momento, se retiró a su asiento, pero con una mirada de querer más.
—Considere que es mi forma de saludarla, Sra. Lu.
«Qué p*ta forma creativa de saludo».