—También me molesta que, a pesar de tener tantas malas tomas, parece que no puedes recordar tus líneas.
—Yun Shishi… —Ella la miró ferozmente antes de que rompiera en una sonrisa malvada.
—¡De acuerdo, p*rra, ya veremos!
…
¡PAF!
—¡Director Lin, la mirada de esta novata me ha dado un sobresalto! ¿Crees que ahora me está acusando?
…
—¡CORTEN!
Ella ya no podía llevar la cuenta de todas las malas tomas y bofetadas que había recibido de esa mujer. Su cuerpo se balanceaba levemente y sus miembros se volvieron fríos y húmedos.
Ya se le hacía difícil levantar la cabeza.
Además de los comentarios desconsiderados de los que la rodeaban, la humillación y la vergüenza que estaba sintiendo casi la oprimían hasta el punto de asfixiarla.
Ese sentimiento parecía envolver su garganta y ahogarla.
Nunca había sido tan humillada.
Su orgullo, como su cara, fue hecho pedazos, pisoteado bajo los pies de esa mujer.