Yun Shishi sólo podía mirarla directamente con la cara blanca como una hoja de papel.
Al ver las expresiones cambiantes en su cara, Mu Wanrou se rio burlonamente.
—Oh, no, Yun Shishi, ¿te enamoraste de él? ¿De verdad creíste que te quería? ¿Crees que tienes un lugar en su corazón? ¡Sólo está jugando con tus sentimientos!
—…
Mu Wanrou saboreó el abatimiento en la cara de Yun Shishi debido a que el corazón de ésta se había roto antes de que ella continuara con su arrogante discurso.
—El amor de un hombre por una mujer puede ser dulce, ¡pero cuando él no se siente de esa manera, puede apuñalar su corazón con una daga! ¿Cómo puedes ser tan ingenua para tomar en serio las palabras de un hombre que ya me tiene a mí como su prometida? ¿Realmente creíste en las promesas vacías de un hombre así?
Su sarcasmo era como una aguja que pinchaba su corazón haciéndolo sangrar sin parar. Hizo todo lo posible para ignorar su instigación, pero…