Las palabras que dijo el pequeño niño, causaron que Shen Yi se detuviera. Le sonrió a Shen Zhichen.
—Ah, bueno, eso —no supo qué decir ¿Cómo debía contestarle al niño? Shen Yi sabía que los mellizos ya se habían encariñado con Lu Xinyi para ese entonces.
—Déjame hablarlo con la tía Xinxin primero. No estamos planeando tener un hijo, pero no veo por qué no podemos adoptarte a ti y a Yuyan —contestó.
Iban a haber problemas para adoptar a los mellizos porque el padre todavía vivía. Un padre irresponsable, el cual le haría más fácil a Shen Yi y Lu Xinyi poder adoptarlos y agregarlos al registro familiar.
Shen Zhichen levantó la cabeza. Él de verdad esperaba y rezaba con el corazón que la tía Xinxin estuviera de acuerdo.
—¿De verdad? ¿Entonces podemos decirte papi?
Shen Yi asintió y continúo caminando despacio para que Shen Zhichen pudiera seguirlo.
—Papi suena bien, pero voy a tener que hablar con la tía, ¿sí?
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