Li Sicheng frunció el ceño tras las palabras del capitán Li, y contestó lentamente:
—Ella no vendrá conmigo.
—Bueno, eso no es asunto mío. Pero si no veo que volvéis a estar juntos hoy mismo, me subirá la presión sanguínea y me dará un ataque al corazón. ¡Seréis responsables de mi muerte!
—Abuelo...
—Si sabes que soy tu abuelo, deberías comportarte. Seguro que es tu culpa otra vez. Qianqian es muy buena chica. ¿Cómo puedes estar peleado con ella todo el tiempo? ¿Por qué no podéis hablar en vez de pelearos? ¿Es que quieres matarme?
—Abuelo...
—¡Cállate! No voy a escucharte. Tienes una hora para llevar a tu mujer a la antigua casa para cenar. Si no os veo luego, voy... ¡voy a saltarme la cena y a morir de hambre!
Liu Sao no pudo evitar reírse en secreto. El capitán Li estaba actuando como un niño para ser tan mayor... ¿Un truco como quedarse sin cenar?