Mu Lingshi se quedó en silencio y una leve pena no pudo evitar revelarse en su rostro.
Ah Mo lo entendió. A pesar de que parecía fuerte, ¿quién podría realmente dejar ir algo como esto? Cuanto más se ponía Gu Qiwu del lado de Doris y de ellos, sólo demostraba que no le importaba ella, ni Mu Lingtian, ni Mu Zi.
Todos estos años, ya debería haberse acostumbrado a ello, pero...
"Está bien, Lingshi, está bien. Ahora todo está en el pasado. Si hubo o no amor ya no es importante. Para Madre, incluso si Gu Qiwu tiene una pizca de sentimientos por ella ahora mismo, nunca volverá."
Las manos de Ah Mo sostuvieron suavemente los frágiles hombros de Lingshi y la giraron para enfrentarse a él. Él bajó la cabeza y dijo, "He oído decir a mi hermano que las relaciones y el matrimonio son sólo una apuesta. No depende de nosotros controlar si ganamos o perdemos."