―¡Ya verás, no me olvidaré de esto! ―amenazó Zeuss despiadadamente. Pero no pudo ocultar la preocupación que había en su mente. Al ver al Orachiss cada vez más cerca se le heló el corazón.
«¡Se acabó, todo ha terminado! No puedo escapar del Orachiss sin las Escamas de Cristal».
Pero en ese momento, Lin Yun se dio vuelta con rapidez y le ordenó a la Marioneta Celestial que protegiera a Zeuss Watson.
En un instante, la Marioneta usó incontables hechizos, lanzándolos contra el Orachiss que se acercaba.
Mientras la Marioneta Celestial liberaba su poder, el humo negro se enroscaba alrededor del cuerpo del Orachiss, su cabeza de fuego y su cabeza de hielo, provocándoles heridas. El Orachiss lanzó un fuerte y doloroso grito antes de rugir con furia y encerrar a la Marioneta Celestial con un Aura del Abismo.