―Señor, Señor... Deberíamos correr, ¡esta es una antigua bestia mágica que está cerca del reino Celestial! ―La voz de Xiuban se oía temblorosa. Aunque el lamentable conocimiento de un Hombre Bestia de la Montaña no era suficiente para que Xiuban supiera de Orachiss, los instintos de las profundidades de su linaje hacían que al Hombre Bestia Dracónica se le erizaran los pelos. No necesitaba saber qué era esa criatura, solo necesitaba saber que era difícil lidiar con ella.
Ese olor sangriento y sulfuroso era como un veneno para el linaje Dracónico y de Hombre Bestia de Xiuban. Una sola bocanada lo hacía quedarse petrificado de miedo. Si no hubiera sido por el poder de Lin Yun, ese cobarde Hombre Bestia Dracónica ya habría huido en el momento en el que había sentido ese olor.