Pero la niña salió corriendo apenas Lin Yun se dio vuelta...
—¿Hmm? —Lin Yun miró con un aire meditabundo a la pequeña niña que se alejaba.
—¿Qué? —William, que se encontraba adelante, se detuvo al notar lo que le pasaba a Lin Yun. Siguió la dirección de su mirada y luego dijo—: Ella es Ranya, la niña que adoptó mi hermana. Cuando mi hermana tuvo un accidente, nadie se ocupó de ella. La familia le daba algo de dinero todos los meses y ella siguió viviendo aquí. Después de todo ese tiempo, se volvió antisocial...
—Oh. —Lin Yun asintió pero no hizo ningún comentario.
Los tres se dirigieron al segundo piso, donde había tres habitaciones. Estas se encontraban limpias y ordenadas, y los muebles estaban impecables. Sobre la cama no había ni una sola arruga. Todo eso era muy sorpresivo. ¿Cómo era posible que una niña tan pequeña pudiera limpiar una casa tan grande por sus propios medios?