Lin Yun no siguió provocando a Enderfa luego de que este aceptó las dos condiciones.
Porque él sentía que ese Enderfa era la encarnación más maligna de todas las encarnaciones. Lo mejor era que pudieran coexistir en paz, lo cual sería la mejor conclusión. No sentía que estuviera ganando demasiado, pero si lo presionaba mucho, acabarían envueltos en una batalla a muerte y eso no beneficiaría a nadie.
—Oh, bien, señor Enderfa, ¿acabas de decir que soy estúpido?
—Eso... eso era solo una broma, ¡ja, ja, ja! —La risa de Enderfa se prolongó durante un rato pero, después de algunos instantes, notó que el otro lado permanecía en silencio, por lo que su risa se fue extinguiendo lentamente.
Lin Yun tampoco lo presionó y esperó hasta que Enderfa terminara de reírse—: Explícate...
—Demonios... —maldijo Enderfa antes de hablar de mala gana—. Dije que eras estúpido porque piensas que el creador de esa marioneta fue Vaughn...