«¡Swish!»
Las dos enormes espadas escarlatas chocaron contra el pesado escudo, enviando chispas que volaban por todas partes. Anne rechinó los dientes, agarró el escudo y miró a su enemigo a los ojos. Pero, a diferencia de ella, la enemiga Anne no tenía ningún interés en la interacción. Al principio, Anne pensó que podría tener una breve conversación con su otro yo, solo para tener una idea de cómo funcionaban los otros mundos. Sin embargo, ella no esperaba que su otro yo lanzara su ataque sin decir una palabra. Afortunadamente, Anne no era una persona fácil de convencer como guerrera acorazada. En el momento en que la enemiga atacó, levantó su escudo y se defendió.
«¡Bum!»
Los ladrillos de piedra bajo sus pies no pudieron resistir la poderosa fuerza y se rompieron instantáneamente. Pero, aun así, levantó la cabeza valientemente y miró a su otro yo.
Primera ronda: empate.
—Vaya. Eres Anne de verdad. Muy fuerte. Pero...