El cielo se había oscurecido.
Rhode se inclinó hacia adelante y vio las antorchas encendidas en la distancia mientras que una niebla blanca lo envolvía. Esta era la característica de la Cumbre de las Nubes. Cada día, desde primavera hasta verano, la niebla aparecía cada noche y no se iba hasta el amanecer. Sin embargo, la concentración de la niebla a veces era diferente. La niebla podía ser tan gruesa como una pared y le impedía el paso a cualquier criatura. En esos momentos, los soldados ni siquiera patrullaban porque se perderían para siempre en la niebla.