Cuando las llamas explotaron hasta el cielo, el grupo de Viktor sintió un calor abrasador golpeando sus caras a través de la pared de hielo. Se oyeron gritos de horror mientras Viktor presenciaba a un asesino gravemente quemado al otro lado. El asesino lloraba y golpeaba la pared de hielo, pero las llamas continuaron tragándoselo sin piedad. En un instante, su voz se cortó y se deslizó contra la pared de hielo hasta el suelo.
—¡Puaj!
Algunos mercenarios vomitaron ante ese horrible espectáculo. Aunque eran élites que habían matado a incontables personas en batalla, ver a otro ser humano arder tan de cerca era algo completamente distinto. Viktor y sus mercenarios probablemente vivirían de comida vegetariana durante mucho tiempo después de esta batalla…