—¡Uff!
Rhode cayó al suelo después de derrotar al enemigo. Aunque no estaba herido, había perdido una gran cantidad de sangre. La Espada Carmesí tenía atributos chupasangre, y habiendo perdido entre 300 y 400 mililitros, ni siquiera Rhode podría mantenerse en pie. Además, había consumido parte de su energía en las batallas anteriores.
—¡Líder!
Gillian y Lapis se apresuraron a atender la palma izquierda de Rhode, de la cual brotaba sangre fresca. Pálida como un cadáver, Lapis sintió que se le paraba el corazón. Por suerte, aunque siempre era tímida, solo le temía a la muerte en las batallas. Por esa razón, la doncella siempre traía consigo vendas y pociones. Inmediatamente las sacó de su bolso y atendió sus heridas.
Después de beber dos botellas de pociones curativas, Rhode se sintió un poco mejor.
—Ahora estoy bien.