Catalina se inclinó frente al estante. Revisó la hilera de libros y encontró el que buscaba. Lo llevó a su escritorio y se sentó a leer.
Hacía exactamente ocho días desde que tomó un trabajo como asistente de un funcionario en el registro de la aldea junto a la capital del Imperio del Sur, Mythweald.
No era fácil conseguir un trabajo en el sur, en especial para una mujer. Las mujeres nunca recibían el privilegio de trabajar en el sur, a diferencia de los territorios de los vampiros. Aunque las mujeres de clase alta, y algunas de clase media, tenían educación, rara vez eran tomadas en cuenta para cargos administrativos. La mayoría de las mujeres de clase media trabajaban en panaderías, arreglando ropa, o como niñeras de las familias de clase alta, mientras las mujeres de clase baja solían ser mucamas o empleadas.