Por la tarde.
En casa.
Después de comer, Zhang Ye dijo: —Papá, mamá, tía, hermana, yo me voy primero. Tengo algo importante que hacer esta tarde, así que puede que no vuelva esta noche.
Mamá refunfuñó: —¿Adónde vas?
La tía dijo: —Es año nuevo, pasa tiempo en casa.
—¿Acabas de volver y ya te vas? —dijo también Zhang Shuang.
Zhang Ye dijo: —Para que yo pudiera salir de esto, todo se debió a una amiga, que movió bastantes hilos. Pase lo que pase, tengo que ir a darle las gracias a esa persona. Esa persona se tomó todas las molestias, así que, si no le doy las gracias cara a cara, no estaría bien, ¿verdad? Faltaría sinceridad por teléfono, así que me voy. Puede que vuelva por la tarde o por la noche. Yo tampoco estoy muy seguro.
Papá asintió con la cabeza y dijo: —Es verdad. Agradécele a esa persona amablemente. Por cierto, hay muchos cestos en casa, llévate algunos. No compres más afuera.
Al oír eso, mamá no dijo nada más.