—...
Él lo sabía todo.
Nian Xiaomu frunció sus labios nerviosamente cuando coincidió con la mirada furiosa de él. Justo cuando ella estaba a punto de decir algo, él le ordenó al mayordomo que se llevara a Xiao Liuliu.
Poco después, estuvieron solamente ellos dos en el comedor.
Con el informe de la prueba de ADN en la mano, él se acercó a ella. Con una pausa después de cada palabra, le preguntó: —¿Éste informe es verdadero?
—...
Nian Xiaomu se mordió el labio con ansiedad y no habló.
Su silencio significaba que lo estaba admitiendo.
Ella le lanzó una mirada prudente a Yu Yuehan. El cargaba un aura extraña por todas partes. A juzgar por su reacción, no podía adivinar si él estaba furioso porque ella era la madre de su hija o si estaba furioso porque ella le había ocultado esta información...
—¡Nian Xiaomu, responde mi pregunta! —gruñó de repente cuando vio que ella no hablaba.