Fu Jiu se detuvo. Miró al hombre que estaba cerca.
Estaba eligiendo entre las raquetas que habían sido proveídas por la cancha. Sus dedos largos estaban envueltos en guantes negros, lucía como un profesional en su atuendo de tenis. Cuando miró hacia abajo, sus largas y gruesas pestañas creaban una sombra que lo hacía ver despreocupado, pareciéndoce a una celebridad de la televisión.
Si estuviera en una transmisión, la apariencia del Todopoderoso llevaría su popularidad a otro nivel.
Tal vez porque se dio cuenta de la mirada que venía del joven, el Todopoderoso levantó sus ojos de repente y miró a Fu Jiu. ¡¿Ahora que?!
Fu Jiu se puso la raqueta atrás de su cinturón. Sonreía brillantemente, mostrando sus atractivos colmillos.
—Nada, solo que no pude evitar mirar al apuesto hermano Mo.
Xue Yaoyao, la cual estaba escuchando por el costado, se sintió inmensamente confundida.