Al ver la salida del sol en el este, Ning dejó escapar un suave suspiro.
—Vengan, vengan todos. ¡Puedo con todos los que vengan!
Había ganado dos batallas consecutivas la noche anterior. Las palabras de despedida del hermano aprendiz mayor Bu Ying y de la hermana aprendiz mayor Nuevelotos permitieron que Ning entendiera que los viejos discípulos no dejarían que las cosas se quedaran así. Irían tras la revancha y tratarían de conseguir una victoria a cualquier costo. A algunos de los discípulos talentosos del Colegio Negro-Blanco les resultaba difícil admitir su inferioridad.
Sin embargo, Ning tampoco quería perder. Estaba preparado para dar todo de sí.
—Si quieren derrotarme, necesitan superarme en todo aspecto.
Los ojos de Ning brillaban de la emoción. Pasó toda la noche analizando la "Espada de los Cinco Elementos Menores". Como sabía que debía participar en batallas mañana, tenía que aprovechar cada momento.
Whoosh.