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Duan Ling Tian caminó hacia Hacienda Marqués del poder divino después de dejar su propia casa en el patio. No olvidó lo que la sirvienta le había dicho antes.
—¿Padre dejó algo para mí con el tío Nie?
Ante su curiosidad, Duan Ling Tian llegó a Hacienda Marqués del poder divino. Aunque los guardias antes de la entrada del Hacienda Marqués del poder divino eran rostros desconocidos, después de que Duan Ling Tian indicó su identidad y encontraron a algunos guardias para demostrarlo, saludaron respetuosa y respetuosamente a Duan Ling Tian.
—Puedes volver a tus obligaciones, yo mismo iré a buscar al tío Nie.