Los jóvenes prodigios en la Plataforma de Observación Estelar reaccionaron una vez que Li Qing ya había desaparecido de su vista.
¡Fiiu! ¡Fiiu! ¡Fiiu!
Las miradas se centraban, una tras otra, sobre el joven de ropas violetas.
Todos sentían un escalofrío que bajaba por sus espaldas.
Este Duan Ling Tian había actuado de manera de veras decisiva. Si prometió que cortaría un dedo, entonces no cortaría un segundo dedo.
La mayoría de los jóvenes prodigios demostraban algo de reverencia en sus miradas.
Duan Ling Tian utilizó su fuerza formidable y su carácter asertivo para ganarse la reverencia de estos jóvenes prodigios.
Era diferente de los otros jóvenes prodigios.
Las comisuras de la boca de Li An se convertían en una sonrisa mientras en su corazón despertaba cierta alegría.