Había otra preocupación que molestaba a Leylin.
Comparado con las facciones que se habían mostrado en la Ciudad de la Montaña Celeste, lo que más lo preocupaba aún era el Mago que había preparado la trampa.
Para poder abandonar una coordenada del mundo y también atrapar con éxito a tres Hechiceros Lucero del Alba, definitivamente no era una persona cualquiera.
Además, si Gilbert, el mentor de Leylin, unía fuerzas con los otros dos Hechiceros Lucero del Alba, ¡tendrían una fuerza aterradora capaz de igualar la de un Mago Luna Radiante!
Como la mente maestra había podido conspirar en su contra a pesar de eso, sólo era cuestión de tiempo antes de que su fuerza real fuera revelada.
Si su rival los atacaba abiertamente, el Clan Uróboros en ese momento no iba a tener la fuerza para resistir en lo absoluto.