Chen Guo terminó de hablar con su padre. Justo cuando estaba a punto de despedirse e irse, vio que Ye Xiu y Su Mucheng regresaban. Estaban de pie a un lado del camino, esperándola.
—Ah…eso fue rápido —dijo Chen Guo sorprendiéndose.
Ye Xiu y Su Mucheng se rieron, pero no dijeron nada. Chen Guo vio la hora y se sorprendió aún más.
—¡Ya ha pasado mucho tiempo! —Después de ver la hora, se dio cuenta que no era que Ye Xiu y Su Mucheng hayan sido demasiado rápidos, sino que ella fue muy lenta.
—En efecto, ha sido un año muy ocupado…—Chen Guo volteó a ver la tumba de su padre y murmuró felizmente para sí misma.