—¿Qué apostamos la última vez? —preguntó Chen Guo.
—Ha pasado mucho tiempo. No me acuerdo —. El rostro de Ma Chenyi se oscureció. Una mirada bastaba para saber que no era una persona muy sutil. Todas sus emociones se evidenciaban en su cara. Anteriormente había estado muy animado, pero tan pronto como Chen Guo preguntó esto, su rostro se oscureció inmediatamente. Era muy obvio que no había olvidado nada. Tan solo no quería pensar en eso de nuevo.
La última vez, había perdido de forma muy miserable. Los espectadores estaban seguros de esto.
—No sería bueno si apostamos lo mismo que la última vez, ¿no? Después de todo, todavía estamos festejando el Festival de Primavera. ¿Por qué no apostamos esto? 24 tarjetas de cuenta del Dominio Celestial. Uno de cada clase. ¿Qué te parece? —dijo Chen Guo.
—¿Qué vas a hacer con tantas tarjetas de cuenta? —. Ma Chenyi tenía curiosidad.