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—Eh... conozco al director. Logré entrar con una llamada telefónica. Pan comido.
—No me mientas. Soy una delincuente condenada por un caso de homicidio enorme. Cuando Qin Chu fue arrestado, no pude verlo, sin importar lo mucho que me esforzara. Tú, al venir aquí solo, sin un vidrio que nos separe... estoy bastante segura de que hiciste un esfuerzo muy grande.
—No realmente, fue bastante fácil —Su Yu bajó la cabeza, no podía mirar a Huo Mian a los ojos.
—Su Yu...
—¿Ajá?
—Ve a casa y descansa un poco. Deja de preocuparte por mí. No te involucres en este desastre. Es mi decisión... no quiero arrastrarte conmigo.
—¡Tonterías! ¿Cómo se supone que te vea morir? Vine a decirte que no te preocupes. No te inquietes. Dentro de quince días sin lugar a dudas te sacaré de aquí.
Huo Mian sonrió con tristeza.
—Pero soy una asesina.
Su Yu levantó la cabeza y miro profundamente a los ojos a Huo Mian.