—Aún no —respondió Huo Mian honestamente.
—Ustedes deben apurarse y hacer un bebé—agregó Gao Ran.
—Ustedes también, podríamos hacer bebés al mismo tiempo. Tal vez en el futuro nuestros hijos se casarán y nos volveremos consuegro.
Gao Ran y Zhu Lingling quedaron boquiabiertos ante lo que dijo Huo
Mian.
—Pfff, ¿de qué hablas? Estamos muy lejos de todo eso —dijo Zhu Lingling, explicándose inmediatamente.
—Ustedes ya se acostaron. Si eso no cuenta para nada, ¿qué somos Qin Chu y yo? —dijo Huo Mian con una sonrisa.
—Oye, deja de esparcir rumores. No ocurrió nada entre nosotros la última vez.
Gao Ran no sabía qué más decir.
Qin Chu agregó: —Claro, no pasó nada. Tan solo comieron semillas de girasol toda la noche, ¿no?
Huo Mian se carcajeó, de verdad quería aplaudir ante lo que su esposo acababa de decir. Rio encantadoramente, mientras Gao Ran y Zhu Lingling quedaron sin palabras.