Mientras Ning Xueluo escuchaba la queja de Zheng Minjun, la tristeza apareció en sus ojos.
—Madre, ¡es exactamente porque estoy cerca de mi madre que los Zhuang no se acercan a mí! ¡Sabes muy bien que mi madre y la familia Zhuang siempre han soportado la hostilidad el uno hacia el otro!`p'
—Si me hubieras escuchado antes y le hubieras aconsejado a tu madre que le pidiera que fuera considerada por tu bien y arreglara la relación con la familia Zhuang, ¡hoy la invitada distinguida de la Sra. Li habrías sido tú! ¡No te habrías humillado hasta el punto de tener que mendigar por ahí por una invitación! —Zheng Minjun miró con resentimiento hacia ella por no haber cumplido sus expectativas. Su tono estaba lleno de insatisfacción, como si fuera una persona diferente a la anteriormente arrogante y orgullosa mujer.