Cuando Lu Jingli se despertó, ya estaba oscuro afuera. Lo primero que quería hacer era encontrar a su hermano. Acababa de salir por la puerta cuando sonó su teléfono. La pantalla mostraba que era Mo Lingtian quien llamaba. ¿Por qué ese tipo lo estaba llamando ahora mismo? Lu Jingli suspicazmente tomó la llamada.
—¡Hola, hermano Tian! ¿Qué pasa?
El tono de Mo Lingtian sonaba muy serio.
—Jingli, ¿qué le pasa a tu hermano? ¿Por qué se han peleado de repente con la familia Guan?
—¿Ah? ¿Se han peleado? ¡Sí, lo hicimos! ¡Hace mucho que nos hemos peleado! Pero, ¿cómo te enteraste? —preguntó Lu Jingli con recelo.