Cuando Ling Qin escuchó lo que dijo Ling Yu, su actitud se suavizó considerablemente. Sacudiendo la cabeza, suspiró.
—Oh, tú, ¿por qué no dijiste nada y simplemente te echaste la culpa sobre tus hombros? Joven Hua, no te exijas demasiado. Esta vez, todos lo lograron a tiempo, de lo contrario, mis viejos huesos habrían terminado aquí hoy.
Ling Hua había sido criado solo por Ling Qin, razón por la cual Ling Qin era tan duro con él. Cuanto más profundo es el amor, mayor es la expectativa. Ling Qin tenía expectativas muy altas de Ling Hua, cultivándolo como su sucesor. Tenía la esperanza de que después de su muerte, Ling Hua pudiera asumir su cargo y continuar protegiendo a la familia Ling, a Ling Lan, y a sus futuros hijos.