—Este bastardo —murmuró Nathan, su mirada fija en el monstruo behemoth que aún estaba en pie a pesar de múltiples heridas que marcaban su cuerpo.
El suelo debajo estaba manchado con su sangre, pero la criatura no mostraba signos de fatiga.
La armadura de Nathan presentaba algunas grietas, pero él mismo aún estaba sin heridas. Sin embargo, lo mismo no se podía decir de Joseph Cranston, quien había recibido la peor parte de sus propios ataques.
Aun así, esta no era la única cosa que preocupaba a Nathan. Otro de sus problemas era su mana dominante, que le debilitaba ligeramente mientras luchaban en un espacio confinado.
El aura que rodeaba a Nathan se volvió de un rojo profundo y amenazador, su espada vibraba, alterando el aire a su alrededor. Cuanto más intensamente luchaba Nathan, menos consciente era de su entorno, creando problemas para Joseph.
Boom